La Navidad, a pesar de estar
repleta de interminables horas de estudio, comidas catalizadoras de aumentos del
índice de masa corporal superiores a los límites establecidos para la obesidad
mórbida, y de perfectos regalos de Reyes
(Star Wars: La Colección Completa – ¡oh
sí!), también tuvo otros muchos buenos momentos en los que fui al lugar más
feliz del mundo (después de Disneyland, claro está): el cine.
Concretamente, la última vez
que me senté en una de esas oscuras butacas en 2012 fue gracias a mis armas de
buen cinéfilo; conseguí arrastrar a dos de mis maduros amigos a una película de
animación y conseguí convencer a mi hermano pequeño de que Rompe Ralph no era una película para críos menores de 12 años.
Lo conseguí. Y menos mal: ¡menudo
espectáculo!
● Año: 2012
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Director:
Rich Moore
● Cast:
John C. Reilly, Sarah Silverman, Jack McBrayer, Jane Lynch.
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Música:
Henry Jackman
●
Nominaciones a los Óscar: Mejor Película de Animación
●
Duración:
93min.
Rompe
Ralph
cuenta la historia de Ralph, un villano de un clásico videojuego de arcade cuyo
trabajo consiste en destrozar un edificio para que luego Felix Jr. lo arregle, satisfaciendo así a una comunidad de
vecinos aterrada por el no-tan-malvado manazas
de turno.
Ante el escaso reconocimiento
que recibe nuestro protagonista en la celebración del aniversario de su juego (Fix-it-Felix Jr.), éste decide adentrarse en otras plataformas para conseguir una
medalla que demuestre que él también puede ser bueno. Sin embargo, debido a un pequeño accidente en un videojuego
llamado Hero’s Duty, Ralph terminará
en Sugar Rush – un videojuego de carreras de coches en el que conocerá a una pequeñaja
marginada llamada Vanellope cuyo destino cambiará drásticamente debido a la
ayuda de nuestro villano favorito (que tiemble Gru).
Los ilusos que hayan dicho
alguna vez que Disney estaba reducido a cenizas y que sólo se mantenía a flote
gracias al increíble derroche de imaginación y suprema calidad cinematográfica
que Pixar le confería a la compañía, pueden ir tragándose sus palabras y
diciéndole al ácido gástrico de su denervado estómago que aumente su secreción,
porque resulta que Rompe Ralph es una
de las mejores películas de animación que he visto en mucho tiempo (sí, así lo
creo).
Quizás esta nueva cinta de la
factoría de Mickey Mouse no llegue al puesto en el que una vez se coronó Buscando a Nemo o Monstruos SA, pero Rompe
Ralph es – por así decirlo – el Toy
Story de Disney. Y es que, la Compañía de los Sueños ha dado en el clavo
con una película que no sólo inspira nostalgia a los enamorados de videojuegos
como PacMan, sino que consigue
transmitir un interés desorbitado por esos juegos tradicionales mientras nos
cuenta una historia con un espíritu tan propio de Walt Disney, que todo el
mundo debería salir maravillado de la sala del cine.
Disney ha vuelto pisando muy
fuerte.
Me parece una absoluta
genialidad que nuestros personajes entren en un videojuego llamado Hero’s Duty (¿de verdad no os suena ese
nombre?), que Sugar Rush sea un mundo
que rinde culto al juego de coches de carreras más famoso de todos los tiempos
(sí, señores: hablo del Mario Kart) y
que todos y cada uno de los personajes gocen de unas características tan poco
originales en el mundo de los videojuegos y, paradójicamente, tan novedosas
para el séptimo arte. Si además a estas genialidades les añades muchas otras
como la localización del grupo de psicoterapia de los villanos, los ruidos
emitidos por Fix-it-Felix, los
movimientos de la comunidad de vecinos del videojuego protagonista, y a un rey
con sobredosis de azúcar en sangre, policías en forma de donut y guardias
oreosos… Entonces a mí se me conquista.
Y no sólo deberíamos valorar
el espectacular despliegue de creatividad de Disney, sino también la reaparición
de una de esas entrañables historias de la firma que tanto echábamos de menos, y
la presentación de unos nuevos y resultones personajes que podrían convertirse
en las estrellas de una nueva saga con muchísimo potencial.
Definitivamente, esta película
tiene una calidad envidiable; su banda sonora es eficaz, sus gráficos son muy variopintos
y asombrosos, el guión (a pesar de un ligero bajón a mitad de la película)
cumple con los requisitos fundamentales para ser calificado como “bueno” y, en general, el espíritu Disney
está presente en todos y cada uno de los fotogramas.
En fin, señores, no os perdáis
este nuevo clásico Disney.
●Te
gustará si:
perteneces a ese grupo de espectadores que ansiaban un retorno de Disney hecho
y derecho, si disfrutas con una película al más puro estilo Disney o si eres un
amante de videojuegos – tanto clásicos como modernos.
●
No te gustará si:
las películas de animación no te convencen.
Jerry
elbastiondelsur.com
ResponderEliminarExplorar una tienda friki en Canarias para adquirir objetos relacionados con las películas Disney es fusionar la magia con la cultura geek. Cada compra se convierte en un tributo encantador a la fantasía universal.