Con los recientes estrenos de El Libro de la Selva (Jon Favreau, 2016) y El Cazador y La Reina de Hielo (Cedric Nicolas-Troyan, 2016), cabe esperar que esta máquina de hacer dinero llamada remake - y apellidada live action - siga dando frutos durante muchos años más. Tanto es así que, mientras Warner prepara su propia versión sobre la vida de Mowgli (con Andy Serkis sentado en la silla del director), Disney no sólo ha anunciado la inminente llegada de Pedro y el Dragón (David Lowery, 2016), sino que además ha prometido una re-imaginación de la historia de La Bella y la Bestia (Marzo, 2017) con Emma Watson, Ewan McGregor y - entre otros - Emma Thompson a la cabeza, un filme centrado en la figura de Cruella de Vil (a la que dará vida Emma Stone), y otros muchos títulos entre los que destacan el futuro Dumbo de Tim Burton y el Pinocho de Ron Howard.
Por lo tanto, y contemplando la evidente nueva gallina de los huevos de oro de la industria, resulta conveniente repasar todos aquellos largometrajes que nos han traído hasta aquí: esas películas que nos hacen recordar con nostalgia las cintas que veíamos cuando éramos críos, y que, en otras muchas ocasiones, nos abren ampollas de sangre.
Porque, desgraciadamente, a veces lo hacen.