El Mito de Bourne ya nos dejó alucinados con algunas secuencias de acción e intriga excelentes. Sin embargo, no fue hasta El Ultimatum de Bourne cuando yo me di cuenta de la capacidad de Paul Greengrass para bordar escenas extremadamente difíciles de realizar y de la mejoría interpretativa de Matt Damon como un Jason Bourne ya seguro de sí mismo y dispuesto a dar esquinazo a una Agencia de Inteligencia que consume casi todos sus recursos para darle caza.
De todo esto me di cuenta en esta brillante escena que os ofrezco: Jason Bourne se dispone a sacar de la estación de Waterloo (Londres) a un periodisa que posee información de extrema importancia.
En esta escena todos los elementos de la película encajan entre sí de forma sobresaliente: desde la más que emocionante música, pasando por las cuidadas interpretaciones de los actores y, sobre todo, ese manejo de la cámara que tan anonadado me deja siempre.
Que la disfrutéis.
Jerry