Todas las películas de la Marvel me dan miedo desde que vi Los
Vengadores y me di cuenta de que soy la encarnación de la excepción
que confirma la regla. Desde que asumí que odié la primera
entrega de la aclamada cinta de Joss Whedon (tras, ojo, dos exposiciones), no
confío nada en los filmes que van precedidos de ese impresionante y dinámico
rótulo a no ser que sirva de presentación de algún título de los siempre
acertados mutantes o del genio de la casa apellidado Singer.
No sé si es que ya me aburre ver a Stan Lee haciendo cameos, si el humor
absurdo y excesivamente desenfadado de todas y cada una de sus producciones me
resulta molesto, o si, después de haber oído que la saga de Hulk, Thor y
compañía tendrá un cross-over con los personajes de este nuevo blockbuster veraniego,
he decidido adoptar una actitud más que susceptible hacia estos largometrajes.
No lo sé. Lo que, sin embargo, sí tengo claro es que, a pesar de que estuve a
punto de no ir al cine a ver Guardianes de la Galaxia, al final lo
hice. Y, ojo, fui súper dispuesto a que me encantase: una actitud muy similar a
la que adopté al comprarme el DVD de Los Vengadores… pero con un
desenlace muy distinto.
Porque sí, Guardianes de la Galaxia me gustó. Y mucho.
● Año: 2014
● Director: James Gunn
● Cast: Chris Pratt, Zoe Saldana, Vin Diesel, Dave Bautista, Bradley Cooper, Lee
Pace, Michael Rooker, Djimon Hounsou, John C. Reilly, Benicio del Toro, Glenn
Close…
● Música: Tyler Bates
● Duración: 122min.