Once años después del estreno de Scream 3 (Wes Craven, 2000), el ahora fallecido maestro del terror Wes Craven intentó revitalizar el género slasher - tal y como ya lo hizo con Scream (Wes Craven, 1996) - atrayendo a nuevas generaciones de espectadores a un Woodsboro que, si bien volvía a estar atormentado por Ghostface, nada tenía que ver con el de los años noventa. Las nuevas tecnologías, internet y la incansable secuelitis de Hollywood ofrecían un contexto ideal para que la saga Scream resucitase. Sin embargo, Scream 4 (Wes Craven, 2011), pese a sus numerosas - e incuestionables - virtudes, no consiguió conquistar los corazones del público. Fue por esto que, cuando otros once años más tarde - con un panorama menos prometedor para el slasher por el auge del llamado "elevated horror" - la saga concebida por Craven y Williamson volvió a las salas con Scream (M. Bettinelli-Olpin & T. Gillett, 2022), muy pocos esperaban que la autodenominada recuela (ni reboot, ni secuela) fuese a recaudar lo que recaudó: 138 millones de dólares. La saga volvía a estar viva, y era cuestión de tiempo que volviese a las salas con una sexta entrega.
Un año más tarde de que la película firmada por los directores de Ready or Not (2019) llegase a los cines, Scream VI (M. Bettinelli-Olpin & T. Gillett, 2023) aterrizó con una nueva propuesta que definitivamente ha cambiado las reglas del juego. Dejando de lado por primera vez a la final girl original (no por cuestiones creativas, sino por desacuerdos presupuestarios) y habiendo abandonado la ciudad que estaba volviendo a centrar todas las miradas, los supervivientes de la última masacre se verán inmersos en una nueva matanza que esta vez tendrá como escenario la ciudad que nunca duerme.
Arrancando con un prólogo que, pese a parecer ordinario, consigue volver a sacudir a los espectadores de sus butacas, Scream VI pisa el acelerador desde el principio, evita muchas de las irregularidades de su predecesora y termina convirtiéndose en la entrega más cruenta, despiadada y terrorífica de todas. Y es que, como ya intuimos en Scream (2022), desde el primer encuentro que tienen las protagonistas con el asesino en aquel asfixiante comercio neoyorquino se confirma que aquel Ghostface torpón de las primeras entregas ha quedado en el pasado, dando paso así a su versión más seria y violenta, responsable de algunas de las escenas más escalofriantes de toda la saga y consiguiendo que los espectadores permanezcan al borde de sus asientos durante absolutamente toda su duración.
Sin necesitar excederse en referencias al género - pero teniéndolas - por ser el propio contexto de la película ya un homenaje en sí mismo al cine de terror (atentos a la indecente cantidad de easter eggs en todas las escenas del metro) y sin olvidar ese encantador tono desenfadado, Scream VI sigue cumpliendo las expectativas del público en cuanto a autocrítica se refiere y ofreciendo una película en la que todas las reglas que conocíamos hasta al momento realmente se desmoronan. Y esto es algo tremendamente bueno para la película, porque aunque un servidor peque de escéptico en cuanto al posible recorrido que le quede a la saga, creo que es la primera vez que, viendo una película de Scream, el espectador realmente cree - como muy bien dice Mindy - que todos los personajes son reemplazables y que ninguno puede ser eximido de sospecha. No se la pierdan,
Jerry F
Imagen vía Paramount Pictures
¡Qué felicidad ver una nueva reseña tuya después de tanto tiempo! Muy de acuerdo contigo (sobre todo con el escepticismo respecto al futuro). Han sabido actualizar la franquicia y darle un toque más terrorífico y con una sorprendente revelación final (porque es verdad que no te fías absolutamente de nadie), aunque me da pena que ya no tengamos al Ghostface torpe de las primeras entregas. Mis partes favoritas eran sus caídas desastrosas y los movimientos locos de cuchillo en los marcos de las puertas (esto último parece que todavía lo mantienen), pero la seriedad, la potencia y la sed de sangre de este Ghostface también le aporta un toque muy interesante para revitalizar la saga y atraer a los nuevos amantes del slasher.
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ResponderEliminarSumergirse en las novedades cinematográficas es como abrir un regalo lleno de emociones. Cada película es una experiencia fresca, un escape a mundos nuevos que despiertan la imaginación y las emociones.