martes, 8 de agosto de 2017

CRITICA | Dunkerque


No me considero un fanático del cine de Nolan. Si bien es cierto que he disfrutado todas y cada una de sus películas, la mayoría de ellas sólo las he visto una vez, lo que podría indicar que, pese a satisfacerme, su filmografía no me genera la suficiente inquietud como para revisitarla de forma habitual. Sin embargo, y a pesar de esta aparente reticencia que tengo sobre sus trabajos, la semana pasada fui a ver Dunkerque y, en menos de tres días, Nolan me tenía de nuevo en la sala, dispuesto a ver su película por segunda vez. 

A estas alturas todos tenemos que haber leído ó escuchado lo bueno que es el abordaje que hace Nolan sobre el que es uno de los episodios más interesantes de la Segunda Guerra Mundial: la evacuación de Dunkerque. Y es que, aunque ya disfrutamos de un ejemplar plano secuencia ambientado en estas playas en la Expiación (2007) de Joe Wright, la evacuación de las tropas británicas de la costa francesa durante la invasión nazi no había sido tratada con semejante detalle o dedicación hasta que Nolan - cineasta de origen británico -  se puso manos a la obra.

El resultado no sólo es un espectáculo cinematográfico como ningún otro que se haya visto en lo que llevamos de año, sino uno de los mejores filmes bélicos de la historia del Séptimo Arte. Y es que, aunque desde que Dunkerque empieza el espectador es sumergido en la desgracia de la guerra sin poder tomar aire, mirar atrás o dar un contexto a la historia o a sus personajes, en la guerra todo eso no importa. En situaciones límite, en las que la angustia y la desesperación gobiernan la conducta de la persona, no se habla de trivialidades, no se baja la guardia y - en definitiva - no hay tiempo para nada salvo para sobrevivir. Y eso es precisamente lo que consigue transmitir Dunkerque durante su frenética hora y media de metraje: la sensación de urgencia, de desesperación y de sálvese-quien-pueda, sin por ello descuidar los apartados de fotografía, sonido, montaje y - ay señor - música. 

Con Dunkerque Nolan consigue acercarnos a la guerra valiéndose de una propuesta relativamente simple que goza de una estructura tan ambiciosa como interesante. Cubriendo la evacuación por tierra, mar y aire en tres subtramas distintas, el espectador es testigo de lo que supuso aquel "desastre militar" desde la primera línea de combate, en la que las bombas, los torpedos o el ruido de los aviones parecen tan reales como lo serían en aquellas ahora legendarias playas. En definitiva, el realismo de Dunkerque es tan descorazonador que, si no impresiona, tendría que hacer reflexionar sobre si de verdad se está sensibilizado con el horror de uno de los episodios más negros de la historia de la humanidad.

Indispensable.


Jerry
Imagen vía Collider

2 comentarios:

  1. Hola! Pues si es Indispensable habrá que verla pero no creo que lo haga en el cine ya que tampoco me termina de llamar en exceso y si la veo es por Nolan ya que suele gustarme.

    Un saludo!

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  2. Estupenda película, Nolan no decepciona.

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