Reconozco que no he visto The People v. O.J. Simpson (2016) porque su trama, pese a centrarse en una de las investigaciones policiales más famosas de los Estados Unidos, no me pareció lo suficientemente interesante como para dedicarle nueve horas del poco tiempo del que dispongo para ver series de televisión. Sin embargo, The Assassination of Gianni Versace me tenía intrigado. No sé si la culpa sería de su ejemplar labor de casting o de lo muy prometedores que eran sus avances publicitarios, pero en cuanto lo nuevo de American Crime Story (2016) llegó a España, lo intercepté. Al final y al cabo, si su primera temporada había sido un triunfo, ¿por qué no iba a serlo su segunda?
A pesar de que Ryan Murphy es el responsable de algunas de las producciones televisivas estadounidenses - American Horror Story (2011) entre ellas - más interesantes del momento, en American Crime Story su papel no iba más allá del de productor ejecutivo y, ocasionalmente, director. Al haber dirigido cuatro episodios de The People v. O.J. Simpson, y teniendo en cuenta la excepcional respuesta de público y crítica ante el pistoletazo de salida de esta nueva antología, cabía esperar que, para aprovechar el tirón que generaría el abordaje del asesinato de uno de los diseñadores de moda más famosos de todos los tiempos, la cadena FX volvería a utilizar la destreza del señor Murphy para - por lo menos - igualar el número de episodios firmados con su apellido y así asegurar un estándar mínimo de calidad. Pero no fue así, porque en El Asesinato de Gianni Versace el nombre de Murphy sólo ocupa los créditos de un episodio. Y eso se nota.
Independientemente de lo muy interesante que sea la historia de cómo Andrew Cunanan (California, 1969) pasó de ser un atractivo estudiante a uno de los asesinos en serie más perseguidos por el FBI, El Asesinato de Gianni Versace brilla más por la presencia de su soberbio elenco de secundarios - erróneamente calificados como "reparto principal" - que por la a veces tediosa evolución de un personaje que, a pesar de estar asombrosamente bien interpretado por Darren Criss (Glee), en demasiadas ocasiones se acerca a una realidad demasiado caricaturesca como para ser cierta. Y aunque quizás no sea la posible improvisación de la verdadera historia la culpable de que, después de su incendiaria apertura (firmada por Murphy), la temporada poco a poco se desinfle, el planteamiento y la estructura que se le ha dado sin duda entorpece su propio desarrollo, haciendo que su atractivo se pierda conforme va avanzando la trama. Porque por mucho que nos encante Darren Criss, al ver El Asesinato de Gianni Versace uno se da cuenta de que, cada vez que la línea argumental se aleja de la misteriosa vida de los Versace - sobre la que se apoya en contadas ocasiones -, la historia se vuelve menos apasionante. ¿Que es interesante y uno no puede parar de verla? Desde luego, pero podría haber sido mejor. Aunque imagino que, para eso, tendrán que haber hecho una serie centrada en Versace en vez de en Cunanan. Y eso ya es mi culpa.
Jerry
Imagen vía Time
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