domingo, 2 de septiembre de 2018

OPINIÓN | 'Roma' y el Cine de Netflix


Teniendo en cuenta la polémica que surgió hace unos meses por eso de que había quienes afirmaban que las películas producidas por plataformas de streaming no debían ser candidatas a los premios Oscar de la Academia, muchos nos preguntamos qué pasaría con Roma (Alfonso Cuarón, 2018), un filme que, siendo uno de los títulos más esperados del año, está marcado por la "maldición" de ser distribuida por Netflix. La noticia, que fue recibida con recelo por la comunidad cinéfila, ha puesto sobre la mesa una serie de interrogantes que no tienen solución alguna. Y es que aunque todos compartamos la opinión de Cuarón de que el cine de la gran pantalla debe encontrar el equilibrio con el de la pequeña, a día de hoy la industria no está preparada para afrontar los problemas - o incluso dilemas - que supone que un estreno tan esperado como Roma quede relegado a una plataforma de streaming

Así como todos entendemos que las películas son películas tanto en la sala de un cine como en la pantalla del ordenador, no es de extrañar que cineastas como Spielberg argumenten que aquellos títulos que sólo ven la luz a través de servicios de streaming no deberían ser candidatos a los premios Oscar. Y es que, por mucho ruido que esté generando ahora el tema por el auge de las plataformas de vídeo a demanda, desde hace muchos años las producciones con lanzamiento directo a televisión (o similar) no han sido candidatas a estos galardones, pero sí a otros como los Emmy o Globos de Oro (véase The Normal Heart [Ryan Murphy, 2014], película estrenada en HBO que fue nominada tanto al Globo de Oro como al Emmy). Por lo tanto, ni la situación actual, ni la postura de los académicos, es novedad. Y aunque los tiempos estén cambiando y la Academia tenga que, eventualmente, renovarse, el caso de Roma no podía haberse dado con peor momento... Porque el panorama no va a cambiar de aquí a Febrero.

Además, y a pesar de que Cuarón y Participant Media hayan "confirmado" que Roma verá la luz tanto en la plataforma digital como en los cines de todo el mundo, es bien sabido por todos que este tipo de afirmaciones pueden significar bastante poco para la distribución de las películas en nuestro país. No sería la primera vez que filmes sin un carácter puramente comercial se queden sin estreno en los cines españoles (véase mucha de la filmografía de A24), por lo que la posibilidad de que una película tan prometedora como Roma sólo pueda verse en el salón de nuestra casa en lugar de en la sala de un cine, para mí - y me atrevo a decir que gran parte del colectivo cinéfilo de nuestro país - es algo imperdonable. Porque, se diga lo que se diga, el cine de verdad está en las salas, no en la pantalla de un ordenador. Por mucha comodidad que Netflix, HBO y compañía proporcionen.


Jerry
Imagen vía Esquire

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