Hace unas semanas, me desperté
a las siete de la mañana y fui a la cocina a desayunar. Como de costumbre, empecé
a engullir una pieza de fruta mientras echaba una hojeada a todos esos tweets
provenientes del otro lado del charco que, durante el tiempo que yo dormía, habían
estado saturando la red.
Fue en ese momento, al ver los
premiados a los Óscar, cuando – debido a que, un año más, el sabor de boca que
me dejaron fue absolutamente agridulce - se me ocurrió la idea de hacer un Ciclo Óscar en Malditas Críticas de Cine. Así que decidí informarme más a fondo de
estos premios y deleitar a mis lectores con un ciclo de películas oscarizadas.
Ante esto, tenía que pensar
qué películas iba a someter a crítica y, aunque no tuviese ni idea de cuáles
formarían parte de este selecto grupo, lo que sí que tenía claro es que iba a
empezar por Crash; un filme americano
que me parece excepcional.
● Año: 2004
● Director: Paul Haggis
● Cast:
Sandra Bullock, Brendan Fraser, Matt Dillon, Don Cheadle, Ryan Phillippe,
Thandie Newton, Jennifer Esposito…
●
Música:
Mark Isham
●
Nominaciones a los Óscar: Mejor Película (Ganadora), Mejor Montaje
(Ganadora), Mejor Guión Original (Ganadora), Mejor Directo (Nominado), Mejor
Actor Secundario (Matt Dillon), Mejor Canción (Nominada),
●
Duración:
112min.
La trama de Crash gira en torno a la pandemia de racismo
tan prevalente en Estados Unidos tras los atentados del 11 Septiembre. En este contexto, Paul Haggis (a quien
ya conocemos por el guión de Million
Dollar Baby y Cartas desde Iwo Jima)
nos introduce en las historias de muchísimos personajes cuyas vidas, guiadas
por el miedo, la hostilidad y la xenofobia, comienzan a entrecruzarse hasta
desencadenar una terrible colisión.
A pesar de que estas historias
estén centradas en Los Angeles – una
ciudad con una amplia diversidad racial (como casi toda ciudad estadounidense hoy en día) – Crash es una más que evidente llamada de
atención – por no decir “denuncia” - hacia la población mundial para que
abramos los ojos y nos demos cuenta de que tarde o temprano tendremos que asumir
que vivimos en una sociedad multicultural y plenamente globalizada.
Dejando atrás las posibles connotaciones
morales que fueron introducidas en ella, Crash
también brilla por su guión. No sólo deberíamos valorar el hecho de que Haggis
escribiese todas estas historias de forma puramente original, sino que las
conexiones que hay de una a otra, y esos cruces entre personajes tan sumamente
estudiados y meditados, son un claro ejemplo de cómo deben hacerse las cosas en
Hollywood. Haggis ofrece, a un público totalmente ajeno a la industria, una
lección de cómo películas extremadamente complejas pueden ser llevadas a la
gran pantalla sin ningún problema, siempre y cuando las cosas se hagan bien.
Y aquí es donde entra uno de
los factores en los que más me fijo últimamente a la hora de ver una película:
el montaje. Crash también es un vivo
ejemplo de cómo el montaje de un producto cinematográfico debe ser reconocido
como el responsable de que un guión brillante sea presentado al público de
forma coherente, ordenada y atractiva.
Merecidísimos Óscar los dos.
Como siempre, y aunque
últimamente me esté fijando en aspectos más técnicos de las películas, Crash es un filme que para mí es
perfecto debido a la profundidad de sus historias, a la cruda realidad que
refleja y a esas imperiosas ganas de llorar que suscita. Es una película que,
a partir de cierto punto temático, no dejará a nadie indiferente por unas
escenas excelentemente dirigidas, terriblemente humanas y con un componente
dramático que desborda, hunde y te sume en un estado de ansiedad casi de mal
gusto.
Y es que cuando uno ve Crash, uno ha de saber que no lo va a
pasar bien. Uno debe saber que a esta película no se entra con un cartón de
palomitas y un refresco, sino con una buena compañía a la que aferrarse y un
paquete de pañuelos sobre el que descargar lágrimas.
Paul Haggis se coronó con este grito al cielo de desesperanza que intenta enseñarnos una lección
y que, sin embargo, es totalmente escéptico a que algo cambie de forma destacable
en nuestra sociedad… Porque las personas podemos llegar a ser crueles y
despiadadas, frías y egoístas, y extremadamente inhumanas cuando alguien diferente
se cruza en nuestro camino.
Y algún día, colisionaremos
unos con otros.
●Te
gustará si:
disfrutas de un drama de extrema calidad, o si las películas de vidas que se
entrecruzan te apasionan.
●
No te gustará si:
el racismo y la exclusión social no son tus temáticas favoritas o si,
simplemente, no quieres ver un filme que puede llegar a ser devastador.
Nota relativa al "Ciclo Óscar": Crash se llevó tres Premios de la Academia a Mejor Película, Mejor Montaje y Mejor Guión Original.
Jerry
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