Yo creo que la Fiesta
del Cine, más que una oportunidad para ir al cine, es una excusa para no
hacerlo. Y por eso la odio. Podría decir que siento simpatía por todos aquellos
que defienden que no visitan la gran pantalla todo lo que les gustaría por el presuntamente
desproporcionado precio de sus entradas, pero no lo hago. Seamos francos: si a
uno le interesa de verdad ir al cine, encontrará la oportunidad para hacerlo a
un precio razonable. Como hace toda esa gente que en la revolucionaria Fiesta del Cine no pisa una sala. Gente
tan “sibarita” como yo.
Este año, no contenta con quitarme tres días de cine,
la última edición de esta remolacha que convierte todo templo cinéfilo en gallinero
infestado de impertinencia y carente de respeto, ha coincidido con la semana
que yo había seleccionado para mis vacaciones. Y eso ha despertado a la bestia:
una bestia que maldice el momento en el que retrasó la visualización de Sing Street a sus días libres y que,
consecuentemente, ha tenido que ver lo nuevo de John Carney en el avión. Para
llorar en el avión.
En un maldito avión.
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Año: 2016
● Director: John Carney
● Cast: Lucy Boynton, Maria Doyle Kennedy, Aidan Gillen, Jack
Reynor, Kelly Thornton, Ferdia Walsh-Peelo
● Dirección Fotografía: Yaron Orbach
● Banda Sonora: Sing Street
● Duración: 105min.
Conocí a John Carney el día en el que, ya hace unos años, mi novia decidió arrastrarme al cine para ver Begin Again (2014), una comedia romántica que no me inspiraba la menor simpatía y de la que ahora guardo un gratísimo recuerdo. No sólo se trataba de una buena comedia – y de una aun mejor feel-good movie – sino que además funcionaba como carta de amor a la música, a la que trataba con un cariño para nada habitual en el panorama cinematográfico de hoy en día.
Por ello, cuando Carney volvió a la gran pantalla con
una película llamada Sing Street, sentí
frustración por no poder ir a verla al cine. Y hasta que no comprobé que la
historia de estos jóvenes irlandeses, que deciden crear su propio grupo musical
para ayudar a su cabecilla a conquistar a la arrebatadora Raphina, estaba incluida
dentro del catálogo de películas de American Airlines (y que yo tenía siete
horas de vuelo que aprovechar), ese sentimiento no desapareció.
Eso sí, la espera mereció la pena, porque la euforia y
entusiasmo que sentí durante la visualización de esta nueva carta de amor a la
música fue tan descarada como liberadora. No sólo reí con sus personajes,
llamando así la atención del vecino de la fila treinta y cuatro que alucinaba
con mis discretas carcajadas, sino que además no pude evitar mover mi cuerpo al
ritmo de temas musicales como el magnífico Drive
it Like You Stole It, cuya secuencia además funcionaba como uno de los
videoclips más nostálgicos y efectivos que he visto nunca.
Y es que la fórmula de Sing Street es así: perfecta y nostálgica. Contando con un reparto
refrescante, una música excelente y un sentimiento de inocente rebeldía, lo
nuevo de John Carney se corona como su mejor trabajo hasta la fecha por ser el
que ha sabido reunir en un único título el buenrollismo
que tanto nos gustó de Begin Again y
la autenticidad de Once. Todo ello
con nueve canciones cuyo ritmo y contenido, una vez más, recorren el cuerpo del
espectador con una energía tan positiva y electrizante que no sería de extrañar
que la gente en los cines se pusiese en pie, sacudiese la cabeza, saltase,
aplaudiese, bailase ó simplemente gritase de alegría.
Pero es que Sing
Street es así: pura energía positiva. Es una experiencia cinematográfica
tan auténtica, discreta y efectiva que no necesita una pantalla grande para
llegar a lo más hondo del espectador. Con un corazón y unas buenas intenciones,
Sing Street es capaz de sacar lo
mejor de cada uno.
Aunque estés en un avión.
●Te gustará si: disfrutaste de Once,
Begin Again ó si quieres conocer una
historia musical humana, cercana y capaz de emocionar a todo aquel que tenga
corazón.
● No te gustará si: las películas en las que la música es un protagonista más
no te convencen.
Jerry
Imágenes vía Yahoo & Screencrush
Póster de IMP Awards
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Hola! Pues no la conocía pero me la llevo apuntada!
ResponderEliminarUn saludo!
¡No te la pierdas, Beatriz!
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