Lo que me llevó a ver Hated in the Nation antes de Men Against Fire ni fue una revelación mística, ni tampoco un producto del azar. Habiendo leído críticas magníficas de tanto el cuarto episodio de la tercera temporada de Black Mirror (llamado San Junipero) como del sexto (Hated in the Nation), me llamó la atención observar cómo entre el propio colectivo crítico no se alcanzaba consenso con respecto a cuál era el mejor capítulo de todos los producidos por Netflix.
Porque sí, a todos nos gusta tener un favorito. Es más, yo mismo los tengo. Sin embargo, así como considero que el brillo de su primera temporada sobre todo se le debe al terrorífico The National Anthem y el principal peso de su segundo asalto recae sobre aquel apabullante White Bear, me resulta extremadamente difícil posicionarme en esta nueva temporada. Porque tanto San Junipero como Hated in the Nation son dos obras audiovisuales magníficas.
Pero hay que ser atrevido, y si tuviese que decantarme por uno de los dos, yo creo que optaría por la entrega que pone el broche final a la temporada: Hated in the Nation. La historia de ese grupo de policías que investiga el misterioso asesinato de una periodista que estaba siendo acosada en las redes sociales con mensajes tanto de carácter ofensivo como amenazador, no sólo me parece uno de los más puristas con y para la tradición de Brooker, sino que además funciona como lección cinematográfica para todos los que nos maravillamos con el trabajo que todo producto audiovisual tiene detrás de las cámaras.
Y es que, además de que este episodio funciona como una muy necesaria reflexión acerca de cómo los usuarios de Internet tendemos a dar nuestra opinión a través de redes sociales sin asumir las potenciales consecuencias que esas intervenciones pueden tener, la calidad del apartado técnico y visual de Hated in the Nation es sobrecogedor. Valiéndose de unos planos exquisitos y arriesgados, de una edición extremadamente cuidada, y de una estética tan personal, el último episodio de esta colección de relatos distópicos concluye el asalto con clase y estilo. Una clase que se ve reforzada por una acertadísima subtrama que no desvelaré para evitar spoilers pero que, en definitiva, me deja tranquilo sabiendo que he decidido bien.
Por mucho que me cueste dejar plantada a Mackenie Davis.
Jerry F.
Imagen vía The Atlantic
Quisiera exponer un tema.
ResponderEliminarAyer fui a ver una película de Tom Cruise al cine, la ultima de dicho actor, la película vale para pasar el rato es de acción y poco más....
Pero ocurrió una cosa que ya desde hace mucho observo que viene ocurriendo en el cine, sobre todo en el yanqui.
Sale Cruise como personaje masculino y una mujer como femenino, entre los dos hay muy buen rollo pero ningún tipo de relación, ni sexual, ni afectiva.
Si se ve el cine de los años 40-50-60, siempre que había una pareja, independientemente del tema, independientemente si la película era buena o mala, había lo que se llamaba "romance", era algo que se incluía pues el público de alguna forma lo pedía.
Quizás era un poco exagerado y ocurría demasiadas veces, mas o menos el 100%..., las primeras veces que empecé a observar que esto no ocurría me parecieron muy bien, por que por fin cambiaba un poco la historia y dejaba de ser siempre tan previsible y exagerada en este aspecto.
Pero es que ahora (y no se si es o no por petición del público), nos hemos pasado al lado contrario..., ahora practicamente en el 100% de todas las películas en las que hay personaje masculino y femenino, no hay amor, ni sexo, no hay "romance", de hecho recuerdo incluso una de James Bond de Daniel Craig, Quantum of Solace, en la que no había sexo...?¿, siendo una de James Bond...?¿, lo mismo creo que pasa con Bourne (no las he visto todas), etc..
Soy de los creo que es posible la relación de amistad entre hombres y mujeres y que el que las películas planteen que siempre encuentras sexo o amor, es ridículo..., pero ahora los personajes parecen ridiculamente asexuados (excepto eso si, en aquellas películas en las que el tema es la pareja).
Nunca he visto hablar a nadie del mundo del cine o de fuera del mismo, ni en USA, España u otros sitios, sobre este gran cambio que está ahí pero parece que ha pasado desapercibido...?¿, no se a que puede deberse tal cambio, ¿alguna presión de algún colectivo determinado?, ¿cambios en los gustos?, ¿busca conseguir algo?, ¿por que nunca se habla de ello?.
¡Hola Lope! Muchas gracias por pasarte por aquí y dejar tus inquietudes. La verdad es que yo nunca había pensado en lo que dices... Aunque, si te soy sincero, no termino de compartir tu opinión. Te explico por qué.
EliminarEn el caso de la saga Bond de Daniel Craig, tenemos que recordar que partimos de "Casino Royale", un filme en el que hay un romance que, para bien o para mal, repercute en el resto de las películas porque no acaba bien. Está claro que no hay interés amoroso claro para 007 en las secuelas (Quantum, Skyfall, Spectre) y que eso dista mucho de las anteriores entregas, pero a mí me parece muy interesante mostrar a un Bond distinto que lamente la pérdida de "su chica" (Eva Green).
En Bourne pasa algo parecido. En "El Caso", Jason (Matt Damon) entabla una relación con Marie (Franka Potente) que, de nuevo, pierde la vida en la secuela ("El Mito"), un suceso que clarísimamente repercute sobre el personaje de Bourne. En la entrega siguiente ("El Ultimatum") los guionistas dejan caer que Nikki y Jason tuvieron una relación en el pasado, abriendo así alguna posibilidad en el futuro de la saga... Y hasta ahí puedo leer, porque en la cuarta parte de la saga ("Jason Bourne", estrenada este año) ocurre algo que impide el desarrollo de esa subtrama. Y, eso sí, aquí tengo que reconocer que el resultado final no me gustó... Ya sabrás por qué si la ves.
A pesar de todo, creo que tienes razón en que ahora, en muchas películas de acción, hay veces en las que la pareja protagonista no tiene una relación "amorosa". A mí personalmente no me importa, siempre y cuando la relación entre los personajes sea buena, peeeeero entiendo que haya gente como tú a la que a lo mejor eso le disguste.
¡Ya me dirás qué te parece lo que he dicho!
Muchas gracias por pasarte por aquí y comentar