Viernes Criticón: Enemy

Cuando la razón por la que vas al cine es que te han conseguido entradas para una premiere a la que va a ir Jake Gyllenhaal en persona, es bastante probable que sea lo sea lo que vas a ver, te termine gustando. Esto mismo me pasó con Enemy; una película que, tal y como su protagonista anunciaba justo antes de su proyección, “es la película más rara que ha hecho en toda su carrera profesional”. El actor no bromeaba.

Puede que todos estéis pensado que más raro que Donnie Darko no puede haber nada, pero os sorprenderíais al saber que Enemy, lo nuevo del director de la aclamada Prisoners, es uno de los filmes más extraños que he visto en toda mi vida. Es tan sumamente extraño que, en el caso de que me hubiesen dicho que en realidad pertenece a la filmografía de David Lynch, yo me lo habría creído.

● Año: 2014                       

● Director: Denis Villeneuve

● Cast: Jake Gyllenhaal, Mélanie Laurent, Sarah Gadon, Isabella Rossellini

● Música: Daniel Bensi, Saunder Jurriaans

● Duración: 90min.

Enemy cuenta la historia de un aburrido profesor que, día tras días y noche tras noche, se dedica a matar el tiempo dando clases de historia (siendo su debilidad los regímenes autoritarios), leyendo libros, comportándose como un moderno asocial, y acostándose con su novia. Sin embargo, en el momento en el que uno de sus compañeros de trabajo le recomienda una determinada película, nuestro protagonista enloquecerá y su rutina – hasta entonces muy bien establecida – pasará a mejor vida.

Imaginaos la sorpresa que nuestro monótono protagonista se lleva al comprobar - mientras ve la mencionada película – que tiene un doble físicamente igual que él. Su hasta entonces enfermiza rutina se convierte en una montaña rusa de emociones que le serán muy difíciles de controlar y que le llevarán hasta el encuentro de su supuesto ”doble”… Con unas consecuencias más o menos fatales.

Paradójicamente, y a pesar de que el haber estado en la misma sala que un actor procedente del mismísimo Hollywood me hubiese influenciado mucho en mi decisión de si Enemy me había gustado o no, conforme pasó el tiempo me di cuenta de que en realidad no había sido santo de mi devoción. Es indiscutible que su poderío visual es bastante acertado (a pesar de esa sobrecarga de color amarillo que hace exactamente lo que pretende: estresar) y que Jake Gyllenhaal está inmenso interpretando a esos dos personajes tan dicotómicos y, sin embargo, tan parecidos, pero lo nuevo de Denis Villeneuve no terminó de convencerme porque, básicamente, no había entendido casi nada de lo que había visto.

No fue hasta que reflexioné en profundidad sobre lo que acababa de ver cuando me empecé a dar cuenta de que esta novedosa película – cuya historia está basada en un relato de José Saramago – me había gustado muchísimo. Y es que, además de que el propio director de la película se niega a desvelar el significado de la misma para que así cada uno se atreva a formular sus propias conjeturas, me di cuenta de que Enemy tiene tantos enigmas que desvelar y tantas posibles explicaciones, que los noventa minutos que dura son de lo más complejo, milagroso y atrevido que he visto últimamente en una gran pantalla. Y es que la combinación de noventa minutos y complejidad temática es casi impensable a día de hoy. Menos para Villeneuve quien, irónicamente, hace unos meses nos deleitó con una sobre-extendida película sobre secuestros.

A pesar de lo mucho que ahora piense que me ha gustado, está bastante claro que Enemy no es Mulholland Drive. Puede que su final sea fascinante (y su última escena absolutamente incomprensible, aterradora e imprevisible), pero la fascinación que uno siente al ver la última escena de Enemy no termina de alcanzar el nivel de Lynch… Con Lynch la fascinación, una vez aparecía, lo hacía para quedarse independientemente de si al final uno encontraba o no la llave que le abriría los ojos al significado de la película, pero con Enemy, muy a mi pesar, esa fascinación fruto de su frenético desenlace no hace más que apagarse si uno no analiza con detenimiento la película.

Pero, aún así, que cunda el pánico, porque Enemy es uno de esos filmes al que todo espectador debe ir preparado: preparado para un caos argumental tan sumamente exquisito que su complejidad puede pasar desapercibida hasta el momento en el que uno la deja reposar en su cabeza lo suficiente como para poder replantearse lo que ha visto. Algo que, a mí personalmente, me va a conducir de nuevo a una pantalla para contemplar dicha complejidad desde otra perspectiva mientras que, para otros muchos espectadores, sólo será equivalente a un inapropiado “vaya basura de película”.

●Te gustará si: quieres ver uno de esos filmes que exigen una posterior reflexión, un potencial segundo visionado y una búsqueda por internet para comprobar si tu hipótesis se parece o no a la de los demás internautas.

● No te gustará si: no soportas ver películas de ritmo pausado y desenlace imprevisiblemente desconcertante.

Si os interesa leer algunas de las posibles explicaciones de Enemy, haced CLICK AQUÍ.

Jerry