A pesar de que Cult - la nueva temporada de American Horror Story - no está recibiendo una acogida tan calurosa como la de Roanoke, hay que reconocer que el trabajo de Ryan Murphy en el mundo de la pequeña pantalla siempre se merece una buena conversación. Recordemos que su presentación al público sólo fue discretamente exitosa (Popular (1999), aquella serie de temática adolescente que todos los nacidos en los 80 y 90 conocemos), y que no fue hasta Nip/Tick: A Golpe de Bisturí (2003) y Glee (2009) que su apellido empezó a ganar peso en la industria. A día de hoy, el nombre de Murphy puede verse en los créditos de series como la ya mencionada American Horror Story (2011), la galardonada American Crime Story (2016) y la novedosa Feud (2017): una nueva antología que en cada una de sus temporadas ahondará en la relación de enemistad entre distintas celebridades.
A pesar de que centrar el pistoletazo de salida de Feud en la relación entre dos estrellas de Hollywood como Bette Davis y Joan Crawford dota a la producción de FX de cierto carisma ya de por sí, la primera entrega de la serie no sería lo mismo sin sus dos actrices principales: Susan Sarandon y Jessica Lange. La primera de ellas, una de esas estrellas a las que todos conocemos ya sea por su carrera en el mundo del cine o su incansable activismo; y la segunda, una actriz de las de antaño que no sólo ha resurgido de las cenizas a las que las nuevas generaciones aparentemente le habrían sentenciado con su incursión en la pequeña pantalla, sino que además fue la responsable de que la primera no se llevase el Oscar en el año 1994.
Partiendo de esta morbosa base, del glamour que desprende todo producto basado en el viejo Hollywood y de la apasionante enemistad que unió a Davis y Crawford desde el rodaje de ¿Qué pasó con Baby Jane? (Robert Aldrich, 1962), Feud: Bette and Joan apuntaba maneras ya antes de emitirse. Sin embargo, si no hubiese sido por la impecable labor de sus protagonistas (ambas nominadas al premio Emmy), de la admirable labor de sus secundarios (tanto Davis, como Hoffman, Molina y Tucci también están nominados en la categoría de secundarios), de una ambientación grotesca pero posiblemente realista, y de una historia que envenena al cinéfilo - sea o no sea de los que ven cine clásico - con episodios adictivos y fascinantes, la nueva apuesta de Murphy ha vuelto a ser un éxito.
Esto no sólo se puede afirmar por las nominaciones que ha recogido la serie de cara a la entrega de los Premios Emmy, sino a que, además, Murphy ha aprovechado la temporada para, nutriéndose de la relación enfermiza que unió a las dos divas de la gran pantalla, hacer una dura crítica de la industria (que aún hoy mantiene una actitud hasta cierto punto tirana y machista) y reinvindicar el papel de la mujer en ella habiéndose asegurado de que el 50% de los episodios estuviesen dirigidos por una mujer.
¿Casualidad? No lo creo.
Feud: Bette and Joan está disponible en HBO España.
Jerry
Imagen vía Screenrant
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