Black Mirror: The National Anthem

Como muchos sabréis, soy un adicto a los trailers y, normalmente, cuando veo alguno que me gusta mucho, en un santiamén estoy buscando más información acerca del mismo o directamente consiguiendo la película o serie que promociona para verla cuanto antes.

Algo así me pasó con American Horror Story: vi el póster de la misma y enseguida me enganché a la serie… y esta vez ha pasado más o menos lo mismo con una novedosa, peculiar y terrorífica serie británica llamada Black Mirror.

● Creador: Charlie Brooker

● Género: Drama, Thriller

● Reparto: Rory Kinnear, Lindsay Duncan, Tom Goodman-Hill, Donald Sumpter, Lydia Wilson, Allen Leech, Anna Wilson-Joes.

● Duración: 3 Episodios, 1 Temporada (2012 - ¿?).

● País de Origen: Reino Unido.

Black Mirror no es una serie de terror corriente… No es una historia de fantasmas ni de un asesino en serie… Y, a pesar de que no haya sustos o de que no nos provoque un ciego terror a la oscuridad, el mensaje que encierra es terrorífico. Y, ya no sólo el mensaje, sino la reflexión a la que invita: una reflexión que hace que se nos pongan los pelos de punta.

● Trama

Esta serie está integrada por tres someros episodios: The National Anthem (El Himno Nacional), 15 Million Merits (15 Millones de Méritos) y The Entire Story of You (La Historia Completa de ti), que no tienen relación entre ellos. El guión no tiene continuidad de uno a otro, la ambientación es distinta, el reparto no se repite y el “core” de cada uno difiere de forma notable.

Hoy voy a tratar única y exclusivamente la primera entrega (The National Anthem); un episodio de 40 minutos aproximadamente que nos describe la crítica situación del gobierno británico (y más concretamente del Primer Ministro) ante el secuestro de la joven princesa Susan y de cómo consiguen, o no, su rescate.

- Aclaración.

Os estaréis preguntando: ¿Cómo pueden 40 minutos de intrigante temática policíaca invitar a la reflexión?

Pues bien, la clave de este fenómeno televisivo no es el rescate de la joven princesa, ni la reacción del gobierno ante semejante evento… La clave está en cómo indaga y saca a relucir temas absolutamente olvidados, pero tremendamente actuales, y también en cómo se nos muestra que la sociedad en la que hoy vivimos es, probable y desgraciadamente, un corral lleno de animales salvajes.

Lo realmente importante lo componen los personajes, que son imágenes especulares de habitantes del mundo de hoy en día: como tú, como yo y como nuestro vecino.  Cada una de las personas que sale en el episodio, cada opinión, cada actitud, cada mueca, cada gesto… Cada movimiento o cada palabra de cada personaje que sale en este episodio representa a, probablemente, miles de personas. A miles de actitudes y perfiles “humanos”.

● Conclusión Personal

¿Quién soy yo? ¿Qué es la sociedad? ¿Qué es lo normal? ¿Hasta qué punto la televisión es real? ¿Dónde pongo el límite entre el espectáculo y la realidad? ¿Es internet un arma de doble filo? ¿La desgracia de otros debería ser comentada por todos? ¿Hasta qué punto es importante la opinión de “los demás”?

¿En qué nos estamos convirtiendo?

Todas esas preguntas se quedan cortas… Podría seguir formulando muchas más que se me ocurrieron al terminar de ver ese episodio; un episodio que critica de forma directa al mundo de la comunicación y al irónico efecto que hacen la televisión, las redes sociales y la opinión pública sobre la población.

- Aspectos Negativos

Lo único negativo que se me puede ocurrir de este episodio es que, desgraciadamente, mucha gente reirá con él. Mucha gente conseguirá encontrar un lado cómico a esta trágica y degradante historia de nuestra era que no hace más que reflejar cómo la sociedad, ante una propuesta absolutamente inhumana, responde con una reunión en un bar, con unas risas, o con un simple “Estamos ante un evento histórico”.

- Aspectos Positivos

Todo. A pesar de la crudeza de la trama, de lo increíble (pero al mismo tiempo posible) de la propuesta y de lo desagradable que pueda resultar, este episodio se merece un sobresaliente en toda regla.

Y todo esto lo digo sin tener en cuenta actuaciones, ni  banda sonora, ni nada de nada… La trama y el post-visionado son dos razones absolutamente suficientes para coronar a esta primera entrega de Black Mirror.

- Balance Global

No quiero repetir más veces lo que ya he dicho una y otra vez. Lo resumo con un simple “The National Anthem es un producto para el público maduro que invita a la reflexión y que  es absolutamente sobresaliente”.

Y es que la trama del episodio nos ofrece un experimento, un reto, una prueba de fuego a la que se ve sometida una población ficticia… Y de lo que no nos damos cuenta es que somos nosotros mismos los que, al ver The National Anthem, nos estamos poniendo a prueba.

Pues eso, ¿En qué nos estamos convirtiendo? 

● Lo que MÁS me gusta: lo arriesgada que es la propuesta, lo efectiva que resulta, la reflexión a la que invita y, sobre todo, la pura verdad que lleva implícita.

● Lo que MENOS me gusta: desgraciadamente, mucha gente no apreciará el trasfondo que tiene. Mucha gente reirá ante lo supuestamente ridículo de lo que se nos presenta… Todo ello sin darse cuenta de que esta entrega de Black Mirror refleja una sociedad decadente que, poco a poco, se acerca a lo salvaje e inhumano, a lo primitivo y a lo insano.

Jerry.