Todo comenzó con un enfado de
lo más comprensible.
Yo salí de la sala del cine
entusiasmado, llegué a mi habitación de un hotel de esos de carretera que
tantas veces hemos visto en las películas americanas, y, sumiéndome en un
estado de aislamiento social bastante destacable, comencé a navegar por
internet para ver qué decían los malditos críticos del peliculón que yo acababa
de ver. Las críticas no me gustaron, ardieron las llamas del infierno, y decidí
hacer un blog de cine para poder hacer desangrar a las críticas, los
comentarios poco oportunos y las conductas acinéfilas que tantos disgustos, y
conflictos sociales que no llegan a ser bélicos porque algún pato no quiere, me
han ocasionado.
Sin embargo, tenía un
problema: no sabía cómo demonios llamar al blog. Y es que parece que lo fácil
en esta vida es tomar la iniciativa para hacer algo; ese armarse de valor,
coger la mochila y entonar con un tono totalmente épico “¡Me voy a Mordor!”. Sin embargo, la problemática vital de
nuestras melodramáticas existencias yace en que esas actitudes o proyectos
tienen que tener un nombre.
Un dichoso y maldito nombre.
Pensaréis: “Menuda estupidez” y, lo siento mucho
lectores, pero de estupidez nada. Uno es verdaderamente ingenioso cuando no
necesita serlo (ej: en época de exámenes), en el momento en el que tu corazón
te impulsa para hacer algo, todas tus ingeniosas neuronas deciden entrar en
servicios mínimos y hacer que de tu puño y letra salgan las más absolutas estupideces.
Os preguntaréis que por qué
narices os estoy confesando estas ridículas vivencias… Pues bien, desde hace
bastante tiempo tenía pensado inaugurar una nueva sección en Malditas Críticas de Cine (una más de
las pocas), pero tenía el problema de que no sabía a qué dedicarle la primera
entrada.
Y es que es fácil decidir
hacer una nueva sección para MCDC, lo
que es difícil es, además de darle nombre, encontrar un tema lo suficientemente interesante como para
que la gente se fije en la cantidad de basura que uno escribe en un subjetivo -
y con aspiraciones grandilocuentes - blog dedicado al séptimo arte.
Pues bien, en Triple Centrifugación Cinéfila, voy a
tratar temas muy dispares sobre el cine en general; ya no estamos ante una
sección dedicada a fenómenos paranormales que suceden en la sala de cine, sino a comentarios, confesiones o crueldades que se relacionen
con el cine, a temas que sean tangenciales a este arte, o a otros que sean
relativos al blog (Jerry Jones y el Cine Maldito se me quedaba corta).
Así que, dado que ya doy por inaugurada esta sección, la primera confesión que os voy a hacer es lo penoso que fue escoger el título del blog. Sí, todo se reduce a un mísero y puñetero nombre.
Todo comenzó en la misma habitación del hotel en el que la temperatura había ascendido tanto que mis compañeros estaban sufriendo serias quemaduras de tercer grado fruto de la cantidad de sapos y culebras que estaban brotando a borbotones de mis delicadas cuerdas vocales. Como me di cuenta de que así no llegaba a ningún lado, saqué mi móvil y, me puse a escribir posibles títulos en una de esas aplicaciones que permiten anotar canciones pendientes, películas que uno quiere ver, contraseñas, facturas, gente a la que matar, y todas esas cosas de la vida diaria.
Después de un periodo de
tiempo que no tengo ni idea de cuántos minutos abarcó, ya tenía una lista llena
de nombres que me parecían totalmente adecuados y razonables. Sin embargo, como
no podía escoger, decidí acudir a cierta persona para que me ayudase. Maldito
el día.
Lo que vais a leer ahora es
más bochornoso que el hecho de que tu padre se deshaga de sus problemas
recurriendo al corriente “Te adoro”
para que tú mismo le saques del aprieto. Así que disfrutad.
● Nombre Nº1 de la lista: Yo, yo mismo y el cine.
Como no tenía ni idea de cómo
llamar al blog, decidí recurrir a títulos de otras películas que yo,
eventualmente, adaptaría a mis propósitos blogueros. Sin embargo, lo único que
extraje de esa brillante lluvia de ideas fueron títulos tan penosos como Yo, Yo Mismo y El Cine. ¡Qué típico! ¡Qué
gran despliegue de imaginación!
● Nombre Nº2
de la lista: Jerry y el Cine
Después de estrujarme el
cerebro pensando en títulos de distintos filmes, opté por la más absoluta
complejidad al considerar el título Jerry
y El Cine como una posibilidad. ¿En qué narices estaba pensando? ¿De verdad
pensé que la gente leería un blog con un título tan egocéntrico? Si por lo
menos Jerry fuese algún Jerry famoso – como, digamos, Bruckheimer – pues podría
aceptarlo… Pero, ¿así, sin más? Lo único que me consuela de este título es que
de él extraje el pseudónimo que utilizaría: Jerry (porque no, señores, no me
llamo Jerry).
●
Nombre Nº3 de la lista: Cine: Vida y Obra
Yo no sé qué demonios me creía
al poner este título. No sé si es más penoso el hecho de que extrajese esta
idea del formato que adoptaba un antiguo profesor de lengua del colegio a la
hora de presentarnos a distintos autores de la literatura española, o que me
creyese que realmente sería capaz de sacar jugo a un título que tiene de todo
menos sentido (no sólo cinematográfico, sino también ordinario). “Vida y Obra”
– dice. Qué lamentable. Reíd, os dejo.
●
Nombre Nº4 de la lista: La Otra Cara del Cine
Muchos podréis estar pensando
que qué supuestas caras tiene el cine. Y yo no sabría qué contestaros… Sin
embargo, lo que extraje de este título fue el enfoque principal del blog: la
visión más subjetiva posible del cine. Puede que a veces base mis críticas en
aspectos puramente objetivos, pero eso no quiere decir que no siga sosteniendo
que los críticos inevitablemente centran sus argumentos en numerosas ocasiones
en opiniones personales que, en fin, no tienen más validez que la tuya o la
mía.
●
Nombre Nº5 de la lista: Cinewar
Me voy a abstener a comentar
mucho este título. Sólo diré que era el que más me gustaba y que, cuando se lo
dije a mi “asesora”, no pudo parar de reírse de mí. Aún se sigue riendo.
●
Nombre Nº6 de la lista: Malditas Críticas de Cine
Echando la vista atrás, me doy
cuenta de cómo evolucionamos en poco tiempo; de cómo maduramos y de cómo se
desarrolla nuestro desaprovechado cerebro. ¿Por qué digo esto? Pues porque este
título era el que menos me convencía de todos. Qué ironía.
Así empieza Triple Centrifugación Cinéfila: con la elección del nombre del blog. Imaginaos lo que me cuesta escoger el título y SUBTÍTULO de cada sección.
Y no, ya no pido consejo a mi "asesora".
Y no, ya no pido consejo a mi "asesora".
Jerry
Sin lugar a dudas, has escogido el mejor. Saludos.
ResponderEliminarTotalmente, Ale. No entiendo en qué estaba pensando al plantearme los otros nombres. Un saludo!
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