Una de las revelaciones televisivas
más curiosas e innovadoras del año pasado fue Once Upon a Time (Érase una Vez); una serie nacida de dos de los
guionistas de Lost cuyo eje principal
– tal y como el título da a entender – gira en torno a los cuentos de hadas –
o, simplemente, infantiles - de personajes tan míticos como Blancanieves,
Pinocho, los 101 Dálmatas y muchos más.
Haciendo justicia a esa
aureola infantil que suele rodear a estas historias, Once Upon a Time también cuenta con un componente casi excesivo de
ese “amor verdadero” tan pegajoso que, sin embargo, se ve atenuado por la
innovación que los realizadores de la serie aportan a los viejos clásicos que
todos pensábamos que conocíamos bien…
● Creador: Edward
Kitsis & Adam Horowitz
● Género: Drama,
Aventuras, Fantasía
● Reparto: Ginnifer
Goodwin, Lana Parrilla, Jennifer Morrison, Josh Dalas, Eion Bailey, Jared S. Gilmore,
Emilie de Ravin, Robert Carlile…
●
Duración: 2 temporadas [2011
- Presente]
●
País de Origen: EEUU
En esta segunda temporada, y
después de [alerta: SPOILER de la Primera Temporada] que el Sr. Gold desatase
la magia en Storybrooke, nuestros personajes van a verse en una situación del
todo curiosa: por una parte, todos y cada uno de los habitantes de El Bosque Encantado recuperarán la
memoria y volverán a ser su antiguo “yo mágico” y, por otra, todos ellos
tendrán que afrontar la ira de una Reina Mala (fantástica Lana Parrilla)
sedienta de venganza y los intrigantes planes de un impredecible Rumplestinsky.
A pesar de que
pareciese que ya habíamos conocido a suficientes protagonistas de cuentos,
debemos sorprendernos ante la aparición de una multitud de nuevos personajes
mágicos como gigantes, espectros, la Bella Durmiente, Mulán, el príncipe Felipe,
el Capitán Garfio y muchos más.
Esta segunda temporada, que
parte con un comienzo bastante prometedor, pronto se desinfla y puede hacer que
más de un espectador decida dejar de seguir las aventuras de Emma Swann y
compañía debido a, o bien el escaso convencimiento que suscitan, o bien a que,
simplemente, no interesa. Y es que hay algo de Once
Upon a Time que se pierde durante los primeros episodios.
Yo, personalmente, le di un
respiro a la serie pero, eventualmente, recuperé el ritmo y terminé viendo esta
segunda parte para poder afirmar ahora mismo que, a pesar de que ya nada es tan
innovador como en la primera temporada, la segunda recupera la suficiente
magia como para hacer que nuestras mentes decidan volar hacia ese Storybrooke
que, pronto, se va a llenar de problemas imprevisibles y del todo intrigantes.
Viajes entre mundos a través
de portales, introducción de nuevos personajes, revelaciones de secretos
extremadamente jugosos… Érase Una Vez
viene cargada de mágicos eventos que, aunque no consigan llegar a la cima a la
que llegó su primera temporada, se quedan en un limbo bastante agradecido que
cumplirá las expectativas generadas por fans de la serie lo suficiente como
para que el estudio haya decidido, no sólo renovarla para una tercera
temporada, sino tomar prestada su esencia y su éxito para comenzar un spin-off llamado Once Upon a Time in Wonderland (Érase Una Vez en el País de las
Maravillas).
Con ese bondadoso mensaje ya
establecido en la primera temporada, un encantador abuso de las palabras “amor" y "familia" (que le dan un toque muy familiar y accesible para todos los públicos), más magia que nunca, y nuevas historias abiertas, la segunda
temporada de Once Upon a Time debe
ser vista por todo amante de la primera.
● Lo que MÁS me
gusta: las vueltas de tuerca que los guionistas meten a cuentos tan
conocidos como Peter Pan para dejar
al espectador totalmente intrigado, la excelente banda sonora y la magia y
familiaridad que la primera temporada ya dejó patente.
● Lo que MENOS me
gusta: que la trama tarde tanto en despegar y que, desgraciadamente, la
innovación ya se nos vendiese en la primera temporada.
Jerry
Pobre copia del comic Fábulas, de Bill Willingham.
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