sábado, 14 de febrero de 2015

Sábado Criticón: Cincuenta Sombras de Grey

Había leído muchas cosas sobre la polémica Cincuenta Sombras de Grey: que si era un bodrio, que si en realidad no era tan terrible como se predecía, que ir a verla al cine era una forma indirecta de defender la violencia de género, que se trataba de una edulcorada película pornográfica camuflada en la corriente cartelera… De todo. 

Pues, oye, todas esas tonterías al final consiguieron llevarme al cine el día de su estreno. Y, sinceramente, no sé qué es peor: si haber ido al cine el día de su estreno, haber contribuido a esa rastrera e inocente publicidad que arrastra a curiosos como yo a la gran pantalla, o haber filmado una película así de patética. Porque sí, señores, Cincuenta Sombras es patética: no sólo por lo que es en sí misma, sino también por lo que los espectadores hacemos de ella.

Y quien dice espectadores, dice fauna. Fauna digna de un documental de National Geographic.

● Año: 2015
● Director: Sam Taylor-Johnson
● Cast: Dakota Johnson, Jamie Dornan, Eloise Mumford, Marcia Gay Harden
● Música: Danny Elfman
● Duración: 125min


Ayer el templo cinéfilo era un zoológico. Nunca había visto las incomodísimas butacas VIP tan ocupadas. Nunca había contemplado a gente brindar con copas de plástico lo que parecía un champán caro antes de la ordinaria proyección de una película. Hacía mucho tiempo que no escuchaba a tanta gente chistar impacientemente cuando el rótulo de Universal era proyectado en pantalla anunciando el principio del bodrio de los bodrios. Jamás había visto a tanta gente reír con las estupideces que un misógino y ridículo Christian Grey soltaba por su aparentemente atormentada boca. En definitiva, creo que nunca había estado en una sala de cine en la que hubiese tan poca clase por metro cuadrado.

Porque, para clase, la mía y la de mi acompañante. La mía porque, con un par de narices, osé ir al cine cincuenta minutos antes para toparme con la cruda realidad de que sólo quedaban asientos en los laterales de una sala en la que – fácilmente – cabían 200 personas. Y la de mi acompañante porque no pudo hacer otra cosa que reir cuando, tras un inocente comentario que rechazaba la fila 3 por eso de que “no quería comerse la pantalla”, la señorita que nos vendía las entradas entonó un “el que se va a comer otra cosa va a ser el protagonista”.

Clase, señores.


Pero bueno, queridas y delicadas flores del campo que esperáis encontrar una versión pornográfica de la bochornosa historia E.L. James, siento deciros que para mí lo más pornográfico que me pasó el pasado 13 de Febrero fue ir a comprar calzoncillos con mi madre a El Corte Inglés. La única vez que me ruboricé aquel día fue cuando mi madre gritó mi nombre para que contemplase un estante de espectaculares calzoncillos mientras un dependiente clavaba sus ojos en mi nuca. Unos ojos que vigilaron mi inseguridad a la hora de escoger trozos de tela con rayas, cuadrados o lisos. Eso es mucho más pornográfico. Incluso más pornográfico que recibir emails de sex shops que te preguntan, muy educadamente, si estarías dispuesto a poner publicidad de su tienda en la eventual entrada sobre Cincuenta Sombras de Grey. Mucho más.

Así que no, queridas flores sadomasoquistas, la cinta de Sam Taylor-Johnson no es ni pornográfica, ni erótica, ni romántica. Ya podéis llorar, porque en realidad se trata de una bazofia que tiene como protagonistas a dos personalidades que no se las cree ni la autora de la novela. Por muy guapos y lucidos que aparezcan en todos y cada uno de los fotogramas de esta película, nadie cuerdo soportará a esa pesadísima Dakota Johnson que ni siquiera sabe cómo morder un lápiz sin que quede muy claro que es una exigencia del guión para mantener contentas a esas flores que “leen mucho” (rectifico: que leen mucha mierda*). Nadie se va a creer que el Sr. Grey está atormentado por cincuenta ridículas sombras que, como dijo mi fiel acompañante, sólo están ahí para dar título al relato más patético que he contemplado en la gran pantalla.

Así que, ya os vale, querido público. Ya vale de dar una publicidad que no procede a una cinta que está más vacía que mi estómago después de vomitar plumas de pavo real. Ya vale de celebrar la llegada a los cines de una historia tan patética como la de este dúo amo-sumisa. Ya vale de querer encontrar un cuento de hadas hasta en el pozo más hondo de la ridiculez literaria, moral y cinematográfica. Ya vale de juzgar las películas por la apariencia física de sus actores, por lo cochinas que sean sus actividades sexuales, o por la fidelidad del guión con respecto a la novela que lo inspiró. Creo que ya es hora de que pasemos página y empecemos a contemplar el Séptimo Arte por lo que es o por lo que cada uno quiere que sea. Pero no por lo que la sociedad desea. Tengamos un mínimo de clase, de decencia y de buen gusto. Por favor.


La única ventaja que le veo a esta cinta es que generará una afluencia considerable a las salas de toda España, algo que desgraciadamente arrastra consigo la peor de las consecuencias: la generación de más basura. Basura que, en caso de contar con una segunda parte, perderá un espectador curioso más.

Que sólo sea porque todos sabemos que para criticar algo, hay que conocerlo. Pero no voy a pasar dos veces por esta soporífera y penosa experiencia. Sólo en esta ocasión soportaré que la gente se vuelva loca chistando por el comienzo de una película. Sólo en esta ocasión me resistiré a decir nada cuando oiga a alguien presumir de que sabe que “se han saltado muchas cosas del libro” porque se lo ha leído una o dos veces. Sólo en esta ocasión me quedaré en la sala pese a ver como una panda de retrasados brinda con champán por estar el día del estreno en las butacas VIP. Sólo en esta ocasión no chistaré al escuchar las penosas risas de un público que tiene prolapsos uterinos por ver abdominales en la gran pantalla.

Sólo en esta ocasión estaré rodeado de gente con tan poca clase. Una gente que, sin duda alguna, no sólo se merece una película como Cincuenta Sombras de Grey, sino un final como ese “Anastasia. Christian” tan sumamente patético.

Dasvidanya.

●Te gustará si: no tienes buen gusto.

● No te gustará si: te gusta el Séptimo Arte.

Jerry

12 comentarios:

  1. Caray!! No pensaba ir a verla,Jerry, pero después de tu crítica menos todavía!!

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  2. No una ni dos ni tres, si no tres veces utilizas la palabra cinta para no decir película. Debes saber un montón de cine.

    Qué clase.

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    1. Querido Anónimo, no presumo de saber de cine. Es más, mis conocimientos sobre el Séptimo Arte son bastante escasos si tenemos en cuenta que mi profesión no se acerca lo más mínimo al territorio audiovisual. Si siguieses este blog con regularidad sabrías que simplemente doy mi opinión sobre lo que veo, y que, en mis escasos ratos libres, intento aprender más de lo que es mi pasión. Y sí, digo "cinta" porque me gusta llamar a las películas "cinta", llámame nostálgico. Además, que no sea de tu agrado no significa que tenga menos clase. Y por cierto, no creo que tú, Anónimo, seas quién para echarme en cara que use incorrectamente la palabra "cinta", sobre todo si tenemos en cuenta que en tu brevísimo comentario no tienes un error de redacción y gramática española, sino cuatro. Repásate el uso de las comas, el uso de "sino" y la diferencia entre "deber" y "deber de". Un saludo.

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    2. ¡¡Llamad a la buambulancia!!

      No digo que uses mal la palabra cinta, digo que la usas un montón y es un coñazo leer tu "crítica". También eres muy pesado con lo de Séptimo Arte.

      Besitos, nostálgico,

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    3. Queridísimo anónimo: Yo que tu no criticaría la forma y las palabras que utiliza Jerry para escribir por tres razones: 1. Porque tu no sabes escribir en español 2.Porque las críticas de jerry son espectaculares y más me gustaría a mi escribir así 3. Porque una persona como él no puede perder el tiempo leyendo las bazofias que tu escribes anónimo.
      Besitos nostálgico anónimo y búscate un hobbie

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    4. Muchísimas gracias por tu comentario, Batman Joker. Me alegra mucho ver que mis modestas críticas gustan a lectores como tú. De todas formas, reconozco que a veces me busco comentarios muuuy negativos... Ya sabes que hay ocasiones en las que me faltan demasiados pelos en la lengua. ¡Un abrazo!

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  3. Pura bazofia que la gente se mete porque no es capaz de ver más allá de sus narices xD recientemente vi Whisplash y uf! Eso si es porno cinéfilo musical que te deja con ganas de más.

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  4. Si, claro... tan mala y tan bazofia que estabas el día de su estreno haciendo fila para verla. Andá hombre! Que se te ve el plumero en todo momento. Todos sabemos de que va la película, todos. Yo me leí tres páginas del libro, me aburrió y no creo que vea la película hasta un largo tiempo más...y es que si no me gustó el libro, menos me va a gustar la película! Ahora, de que la veré...seguro! Por las escenas calientes más que nada, para ver si están a la altura.

    Pero ese soy yo, si tu la fuiste a ver, perfecto! Pero no vengas con el discurso de la bazofia para tratar de desmarcarte de donde estabas. Es poco creíble, solo eso. Con todo respeto, espero no te molestes.

    Saludos!
    Esteban

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    1. Por supuesto que sabía a lo que iba. Lo que me diferenciaba de otros de los ahí presentes es que yo no iba con ánimo de "disfrutar" de la película, ni quería comprobar si "era fiel al libro" (básicamente porque no lo he leído), ni presumía de estar en el estreno brindando con champán. Ahí es donde hago la diferencia y ahí es donde me "desmarco", así que si te soy sincero no se dónde se me ve el plumero, porque, si has leído la crítica con detalle, me río de mí mismo y me llamo "patético": por ir al estreno y por haber contribuido a hacer publicidad de la película. Otra cosa muy distinta es mi actitud dentro de la sala, que fue muy diferente a la de la gran mayoría de aparentes "fans" de la novela. Y ahí es donde pongo la línea que me diferenció de muchos espectadores. Y si "vengo con el discurso de bazofia" es porque he visto la película y, sí, me pareció una bazofia. Creo que justamente por haberla visto puedo decir que la película es precisamente una auténtica basura sin que nadie pueda objetar nada. Habría comprendido que se me hubiese echado en cara mi actitud si antes de haberla visto hubiese utilizado ese calificativo. Pero no ha sido así, porque ya la he visto y ya puedo tener una opinión sobre ella. Que te parezca más o menos creíble ya depende de ti. Y no te preocupes, que estas cosas no me ofenden. Si así fuese, hace mucho tiempo que habría dejado de dar mi opinión en internet para ahorrarme disgustos. Un saludo

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  5. Leo tu crítica y no me sorprende nada.
    https://teresapl.wordpress.com/2015/02/18/cincuenta-topicazos-de-grey/

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    1. ¡¡Probablemente sea incluso peor de lo que te imaginas, Teresa!! Jajaja

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