lunes, 2 de abril de 2012

Jerry Jones y el Cine Maldito: Perfiles Cinéfilos



Hace unos días, el tweet de una amiga mía me hizo reflexionar mucho acerca de las diferentes perspectivas con las que el público contempla el cine… Y esto es un milagro en mi persona porque me cuesta muchísimo creer que el cine pueda ser entendido de distintas maneras.

Resulta que me es muy complicado porque, como muchos de vosotros ya sabréis, soy una persona cinematográficamente intolerante y me supone un esfuerzo sobrehumano ponerme en la piel de otros en cuanto a películas se refiere: si a mí me gusta cierto filme y esos “otros” dicen “vaya mierda de película”, inevitablemente se desatan dentro de mí una serie de reacciones catabólicas que provocan una sobredosis de ardores corporales cuyo resultado final es el despertar de conductas cinematográficamente asesinas.

Por otro lado, si otro espectador refleja la misma ilusión que yo por una película determinada, entonces ocurre todo lo contrario y mi alegría le da cuerda de forma incontrolada a mi lengua y cuerdas vocales para convertirme en un cinéfilo con una verborrea que roza lo políticamente insoportable. Sí, no será la primera vez que me he hecho amigo de alguien por el simple y curioso desencadenante de tener en común el amor (sí, “amor”) por un filme.

En fin, volviendo a mi reflexión: ese tweet me hizo ver que existen muchos perfiles dentro del público de un cine así que he decidido compartirlo con vosotros [ojo al dato: algunos nombres son absolutamente ridículos, pero no pasa nada: soy Jerry y esto es Jerry Jones y El Cine Maldito: aquí todo vale]


Los Infantiles
Todos hemos sido niños, y todos, ya creciditos, nos hemos dado cuenta de cómo una película que concebíamos como perfecta es un verdadero bodrio. ¿Por qué pasa esto? Pues por el simple hecho de que el público infantil es poco exigente y sólo busca entretenimiento facilón que combine animaciones bonitas con colores saltones, música acompañante (aunque las nuevas generaciones ya no se saben de memoria las canciones de Disney), personajes adorables y admirables e historias de princesas y príncipes, animales con problemas, batallas de guerreros o la simple y muy recurrida lucha del “bien contra el mal”. Bendita niñez.


El Explosivo Adolescente
Los adolescentes del género masculino sienten extrema emoción cuando van al cine a ver películas de acción. Lo único que les impresiona es una buena pirueta, un movimiento de karate alucinante o una explosión esperpéntica. Sin embargo, e irónicamente, son muy exigentes: sólo aprueban las películas de acción que son más o menos realistas. De no serlo, éstos recurren al mítico “Buf, ¡qué falso es eso!” para poder comentar después del visionado del filme algo así como “No me ha gustado nada: era súper falsa”.

Además, la acción no es el único promotor de su visita al cine: les gusta el cine de terror moderno (no el que gente normal como tú o como yo concebimos) basado en sangre, vísceras y mutilaciones… Y, bueno, también les puede sacar de un botellón una película con chicas protagonistas bien dotadas y con curvas considerables. Malditas hormonas.

La Soñadora Adolescente
Pobre soñadora. Creedme cuando os afirmo que no queréis formar parte de este desdichado perfil cinéfilo. Las adolescentes de hoy en día (y supongo que también las de toda la vida) valoran la calidad de un filme según la dosis romántica o dramática de la misma. Si una película no alcanza unos niveles melodramáticos considerables, entonces no quieren saber nada más de ella. Además, buscan películas con desenlaces perfectos o absolutamente trágicos: no les vale un término medio. Están en la edad del pavo, aquella en la que todo es muy radical, y esta actitud se extrapola también a su concepción de un filme de calidad. No buscan reflexionar con el cine: buscan el aprender a encontrar al chico perfecto que, en realidad, no existe.

El Ennoviado
El ennoviado es un calzonazos que sólo va al cine a ver Malditas Comedias Románticas para hacer ver a su novia lo sentimentalmente tolerante que es. Sin embargo, la pura verdad es que el susodicho se muere del aburrimiento al ver películas como Crepúsculo. No hay más que decir.


La Fashion Week Ennoviada/El Fashion Week Ennoviado
La palabra para definir a este perfil es “irritante”. Sólo van al cine porque es el típico plan de novios y desean ser tan modernos y “chicks” como sus amigos/as. Se meterán en la sala, se darán la mano, simularán una actitud de lo más cinéfila y, enseguida, comenzarán con el ritual de intercambio de saliva. Es así. ¿Su sitio favorito? La última fila, concretamente en la esquina superior izquierda o derecha de la sala (prueba irrefutable de que no les gusta ir al cine: ¿¿Quién en su sano juicio escoge esas butacas para ver una película??).

● Los Miembros del Club del Libro.
Este grupo de cinéfilos consigue que mi cabeza explote. Está integrado por ese grupo de personas que bajo ningún concepto van a dar el visto bueno a una película basada en un libro: “No me ha gustado nada: es muchísimo mejor el libro”. Da igual que la película sea buena, que su BSO sea hilarante o que las actuaciones brillen por su calidad… Les da igual: ellos se limitan a comprobar si todas las páginas del libro en cuestión están reflejadas en la película o si hay algo que los realizadores del filme se hayan inventado.

Este grupo de personas son especialmente irritantes si son fans de la saga Harry Potter (y ojo: yo soy un grandísimo fan de esta saga) porque, aparte de que la mayoría no saben que todas las películas estaban supervisadas por J.K. Rowling (que daba el visto bueno a todas y cada una de ellas), no son capaces de entender que la adaptación al cine de un libro no puede ser perfecta. Es técnicamente imposible.  Además,  para mí es enriquecedor: contribuye a abordar la misma historia de una forma totalmente distinta. Nadie se quejó del fragmentazo del libro que Peter Jackson se saltó en El Retorno del Rey, ¿por qué Harry Potter sí recibe críticas? ¡Es imposible adaptar al pie de la letra un libro a la gran pantalla!, ¡Asumidlo!


El Polifágico
Este perfil cinematográfico se reduce a aquel espectador que simplemente va al cine para darse una buena comilona. Sin embargo, este perfil es peculiar con respecto a los otros porque tiene subtipos:
- Polifágico relativo: aquel que va al cine para comprarse unas buenas palomitas y un refresco. Para él, parte de la magia de ir al cine es  comer palomitas.
- Polifágico propiamente dicho: aquel individuo que se lleva su lata de Coca-Cola, sus patatas fritas Lays al Punto de Sal y su bolsa cargada del Menú Big Mac de MacDonalds con doble ración de patatas. Aparte de polifágicos perdidos, lo que son es unos cerdos poco considerados que dejan una peste en la sala muy perjudicial para el correcto visionado del filme.
- Polifágico americano: a este tipo le dedicaré algún día un artículo único en Jerry Jones y el Cine Maldito, es inabarcable en pocas líneas.


El Mensajero
Estos personajes son extremadamente peculiares. Ya pueden ver una vulgar comedia, una película de animación o un filme de una invasión extraterrestre, que siempre van a intentar sacar una mensaje oculto o una profunda carga moral en la misma. Son personajes psicológicamente inestables, del estilo de aquellos que creen que Disney quiere pervertir las mentes de losmás pequeños. Y advierto que es mejor mantenerse alejado de ellos: pueden llegar a dar vergüenza ajena con sus reflexiones.

El Fun Cinema Party N’ Go
Maleducados. Críos malcriados que se dedican a ir al cine para festejar el permiso que sus padres les han dado para “salir con sus amigotes” sin tener en cuenta que en esa misma sala hay gente seria que quiere ver una película. Fiesta y más fiesta, gritos y risas poco controladas que sólo buscan hacerse escuchar. Palomitas volando y ruidos. Molestos e irritantes ruidos. Se levantan y se mueven por la sala sin vergüenza alguna. Graban la película. Se meten en otras salas para experimentar cómo se siente uno ante esa “adrenalínica” situación. Monstruos salidos de alcantarillas que insultan a quien les dice que guarden silencio. Bestias indomables que deberían ser controladas por los acomodadores. Un momento, ¿ya no hay acomodadores? Pues olvídate de poder ver la película si coincides con ellos.

El Renegado
Una vez oí afirmar a un adulto hecho y derecho que a él le gustaba el cine pero que “hoy en día no hacen películas buenas”. Y es que, sorprendentemente, hay gente que piensa que las películas actuales no son buenas por el simple hecho de que pertenecen a otra era de la historia del cine. Esta afirmación es ridículamente conservadora, y refleja poco “amor” hacia la industria del cine por estar basada en el simple argumento de que el estilo de las películas de hoy en día difiere mucho de las de antaño: los efectos especiales, la concepción de glamour cinematográfico, el estilo de las historias, el color…  Sin embargo, ahí tenemos The Artist. ¿Lo véis? Afirmación simple y vergonzosa: hoy en día sí que hay películas con el espíritu de antaño, siendo el reflejo más obvio de todos la recién premiada como Mejor Película en los Premios Oscar de la Academia.

El Crítico
Todo le parece mal: no hay película que le guste y, si consigue alcanzar sus expectativas, no esperes que te lo vaya a decir. Es orgulloso y está muy satisfecho con su cínica actitud. En cierto modo, es una personalidad complementaria a la personalidad del “Renegado”.

El Conformista
Absolutamente flexible. Da gusto ir al cine con una persona conformista porque, pase lo que pase, va a encontrar algo positivo en la película que hayas visto: puede ser una simple escena, una simple cita o una simple canción. Da igual: pase lo que pase, le gustará la película.

El Incomprendido
Este perfil de espectador es aquel que se caracteriza porque cuando termina la película siempre lanza alguna frase que lleva consigo un “No he entendido…”/”¿Pero entonces…?”/”¿Eso significa que…?”, y un largo etcétera que supone una respuesta del estilo de “Pero vamos a ver, ¿has entendido algo de la película?” Este espectador no entiende absolutamente nada y sus acompañantes no terminan de asumir que no entiende nada. Se le puede meter en una película en chino, que va a extraer lo mismo que de una película en español: sólo incógnitas. No te va a decir “Me ha encantado no-sé-qué-parte”, no. Lo que te va a plantear son sólo preguntas. Ese es su objetivo vital: preguntar. En definitiva, es un incomprendido porque nadie comprende que él no comprende.

Los Cinéfilos Objetivos
Admitamos que hay profesionales de la industria del cine, o de muchas otras, que son cinéfilos hechos y derechos. Sin embargo, su implicación en el cine no sobrepasa la línea de lo personal y, en su lugar, se mantienen en la otra parte de la cinefilia: la mera objetividad. Estos cinéfilos saben mucho de cine, conocen la historia del séptimo arte como la palma de su mano, leen mucho acerca de “cómo hacer buen cine”… pero sus argumentos se basan en aspectos puramente técnicos o políticamente correctos. No hay implicación personal. No hay emociones ni lugar para la opinión personal: sólo profesionalidad impersonal.

Los Cinéfilos Subjetivos
Grupo integrado por una gran mayoría de cinéfilos que, aparte de saber de cine y estar informados de muchos aspectos técnicos del séptimo arte, encuentran en una película algo personal. No sólo ciñen su valoración en los aspectos puramente objetivos (manejo de la cámara, fotografía, calidad de actuación, etc), sino que son honestos y admiten que dentro de cada película hay un componente subjetivo y personal que puede catapultar la percepción de una película. No se dejan llevar por las supuestas críticas de cine objetivas: ellos tienen un gusto propio que saben equilibrar con su conocimiento del séptimo arte.

Yo
Cinéfilo subjetivo en ocasiones polifágico relativo.

Y tú, ¿qué eres?

Jerry

15 comentarios:

  1. Yo creo que me considero conformista infantil. Pocas veces salgo del cine con la sensación de haber perdido el tiempo. Por lo general creo que cada peli tiene su aportación :) Aunque si la película no me gusta me convierto en Incomprendida.

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    1. Pues ser conformista esta muuy bien. ¡¡Me encanta ir al cine con los conformistas!!

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  2. Pues yo tengo un poco de polifágico de cartón GGGGrande de palomitas, de mensajero (porque siempre hay un trasfondo oculto, lo sé) y de incomprendido (sí, me tuvieron que contar el final de Shutter Island).

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    1. Lo de polifágico lo comprendo a la perfección (yo soy igual), y lo de incrompendido quizás (pero no hablemos de esa película en concreto: no me gustó nada). Lo de mensajero se lo dejamos al psiquiatra. jajaja ;)

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  3. ¡Genial clasificación! Nosotros añadiríamos también -te dejamos a ti la decisión del nombre ;)- del que va al cine para ver los tráilers...xDD Pero aparte de eso, suponemos que los tres partiríamos del cinéfilo subjetivo y después, sobre todo según la ocasión, iríamos añadiendo otros perfiles. Porque de eso no hay duda: hay muchos perfiles que se suman, y seguro que hay por ahí el gran freaky que los va mezclando todos según la ocasión y la película! :P

    ¡Saludos! :D

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    1. Jajaja, compañeros de Cinema Lights;
      Estoy totalmente de acuerdo con vosotros. Yo antes tenía mucho de ese perfil: si no llegaba a los trailers de la película, me enfadaba muchísimo porque para mí son fundamentales. Sin embargo, con "YouTube", los trailers no tienen la exclusividad que tenían antes. Eso sí, a pesar de todo, yo sigo con mi pasión incansable por ellos. Planeo actualizar el artículo, asi que cuando lo haga, incluire vuestra propuesta!

      ¡Me alegra que seais cinéfilos subjetivos como yo! Y, desde luego, muchos perfiles se combinan ;)

      Un saludo!

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    2. jaja, ¡perfecto! Nos añadiremos también a este nuevo perfil, porque aunque, como dices, la exclusividad de los tráilers ha disminuído con internet, no hay nada como estar en la sala de cine y que te empiecen a salir tráilers, ¡es uno de los mejores momentos! :D

      ¡Saludos!

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  4. ¡Enhorabuena por esta entrada tan original! Personalmente, yo añadiría también un nuevo perfil, el de aquél despistado que acude al cine y a cinco minutos de la película dice "¡anda! pero si es subtitulada" (muy común en Festivales de Cine) y el "¡anda! pero si es en blanco y negro" (con The Artist).

    Saludos de alguien que se enfurece cuando la gente va al cine a hablar o a formar escándalo.

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    1. Muchísimas gracias!
      Y, desde luego, estoy totalmente de acuerdo con el perfil que describes. Si hago una actualización, rendiré homenaje a este perfil que me mencionas y que se me había pasado por alto. Más de una vez he oído la historia de algún amigo al que le ha pasado... Un saludo!

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  5. De entrada se me ocurren más perfiles que, de alguna forma iba a utilizar en una actualización titulada "actitudes cinéfilas que no entiendo", pero ya que estamos:

    El comtemporaneus: lo opuesto al renegado. Orgulloso de la epoca que le ha tocado vivir, asegura no conectar con la sensibilidad y forma de contar de los directores de antaño. Pondrá a The Artist como ejemplo moderno de pelicula que sólo pueden "apreciar" los mayores de 50 años y se quedará sin arguementos cuando alguien le recuerde que los verdaderos clásicos siempre resultan frescos y modernos.

    El carátulo: dícese de una (desafortunada) fracción del público que cuando decide ir al cine (esto ocurre si hace mal tiempo, si se aburre mucho o si hay conjunción de marte son saturno)escoge una película, únicamente, basándose en lo llamativa que le resulta una carátula (los tios y tias buenorros que aparezcan tienen su parte de responsabilidad en su decisión). Nunca se queda con los nombres de los actores y ni mucho menos con los títulos. Su concepto de cine es el mismo que el de comida basura: consúmelo ocasionalmente y olvídalo.

    El tragaldabas: tiene por costumbre ir al cine de la misma forma que sale de tapas o de paseo con su perro. El cine forma parte de su rutina. Le gusta ver todas las películas que aparecen en la cartelera, aunque sin tener demasiadas preferencias o expectativas por ninguna. Cada vez que pasa por taquilla, echa un vistazo y piensa "vale, hoy toca esta".

    The Golden Girl Club: está formado por un grupo de jubiladas que tiene por costumbre ir al cine todas las semanas en el día del espectador y que suele abusar del calificativo "bonita" (el único que existe, al parecer). No se documentan previamente y suelen decidir la película que van a ver en la misma cola, basandose en la recomendación de algún conocido, en el resumen que aparece en el propio cine o en el hecho de que es la única que les queda por ver esa semana. Como casi nunca saben dónde se meten, se han dado casos indignadísimos de deserciones masivas de Golden Girl Clubs en películas como La red social, Shame o Tenemos que hablar de Kevin

    ;)

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    1. ¡Madre mía Alhy! ¡Vaya genial aportación! Me encantaría que me pusieses el link a ese artículo tuyo (aunque ahora lo buscare), me ha encantado todo lo que he leído y me parecen perfiles absolutamente acertados. Me alegra que lo hayas compartido aquí en MCDC. Un saludo!!

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  6. Sobre el grupo al que pertenezco yo (que divertido es poner etiquetas para otros y que irritante e indignante resulta aplicarselas a uno mismo) me quedo con la definición de Truffaut que encontre hace poco:

    But the cinephile is … a neurotic! (That’s not a pejorative term.) The Bronte sisters were neurotic, and it’s because they were neurotic that they read all those books and became writers. The famous French advertising slogan that says, ‘When you love life, you go to the movies,’ it’s false! It’s exactly the opposite: when you don’t love life, or when life doesn’t give you satisfaction, you go to the movies."

    — François Truffaut

    Menudo ladrillo te dejo ;)

    Un saludo ***

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    1. Si tu anterior aportación me había encantado, esta lo hace aún más.. La razón es que yo también me identifico muchísimo con esta cita que pones aquí. ¡Me ha encantado! Y de ladrillo nada, ¡estas aportaciones son las que más enriquecen! ;)

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  7. Yo comenté aquí, y se ha borrado :(

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  8. Ah pues no, lo que pasa es que no aparece cuando me meto en la entrada. Jerry Shutter Island mola, no me seas nazi! xD

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