Supongo que poca gente estará
en desacuerdo conmigo cuando diga que me parece muy desafortunado pensar que,
durante la producción de El Caso Bourne (Doug
Liman, 2002), se llegaron a poner sobre la mesa los nombres de Tom Cruise, Brad
Pitt, Sylvester Stallone, Russell Crowe y Arnold Schwarzenegger para
interpretar el papel de David Webb. No puedo ni imaginarme cuál habría sido el
resultado de esta historia si el pasadísimo Stallone – por escoger un nombre
cualquiera - hubiese ocupado el trono que ahora pertenece a Matt Damon, así
como tampoco consigo sacar de mi cabeza la idea de que, de no ser por cierta
otra persona apellidada Greengrass, la saga Bourne muy probablemente se habría
echado a perder.
Y es que, a pesar de su indiscutible
éxito en taquilla, la producción de la trilogía original no dejó de estar salpicada
por escándalos. Partiendo de la base de que el dúo Greengrass-Gilroy nunca
estuvo muy de acuerdo con respecto a la metodología que se debía emplear para
sacar adelante una película, no fue hasta que el mismísimo Damon tachase de
“basura” al primer – y único – borrador que Gilroy presentó como guión para la
aclamada El Ultimatum de Bourne (Paul
Greengrass, 2007) cuando quedó muy claro cuál debía de ser el ambiente en las
oficinas de Universal. Por lo tanto, y teniendo en cuenta que hace unos años
existió una infame película llamada El Legado de
Bourne (Tony Gilroy, 2011), no es de extrañar
que el responsable del guión de Rogue
One: A Star Wars Story, no tuviese un hueco en la recientemente estrenada Jason Bourne.
● Año: 2016
●
Director:
Paul Greengrass
●
Cast:
Matt Damon, Alicia Vikander, Vincent Cassel, Tommy Lee Jones, Julia Stiles, Riz
Ahmed…
●
Dirección Fotografía:
Barry Ackroyd
●
Banda Sonora:
John Powell, David Buckley
●
Duración:
110min
Aunque digan que al enemigo es
mejor tenerle cerca, Greengrass – repitiendo como director y gozando del visto
bueno de un Damon que ahora también ejerce como productor – decidió zambullirse una vez
más en las aventuras de Jason Bourne con su editor fetiche como guionista, la
incondicional compañía de su querido Matt, y con – cómo no – John Powell tras
la batuta. Pero sin Gilroy. Y aunque en un principio todo parecía sonreírle, los críticos esta vez no se mostraron muy entusiasmados con el resultado de lo que parecía ser un
equipo rompedor.
Jason
Bourne,
que funciona como cuarta entrega de la saga (porque no, no vamos a hablar de El Legado), decide explorar los
antecedentes del joven espía empleando la fórmula a la que todos ya estamos
acostumbrados: luchas cuerpo a cuerpo y persecuciones al volante de gran calidad, banda sonora de infarto, guión rápido y ágil, manejo de
la cámara exquisito, y un protagonista que es de lo más carismático en cuanto a cine de
espionaje se refiere. Es decir, todo lo que Bourne siempre ha llevado implícito.
Sin embargo, hay que reconocer
que la semilla que plantó Gilroy en El
Caso, y sobre la que despotricó Damon en El Ultimátum, se echa mucho de menos dentro de ese mejunje de ingredientes infalibles que, ahora, quizás no sean tan innovadores como antaño. Y es que, aunque la historia que cuenta esta nueva entrega no es
para nada desastrosa, sí es cierto que la llamémosla “chispa” que ensalzaba a
las predecesoras no está presente en esta cinta. Porque, por mucho contexto contemporáneo
que se introduzca y por mucho entusiasmo que despierte la Heather Lee de Alicia
Vikander, la historia familiar de David Webb, simplemente no interesa. O por lo menos no tanto como antes.
Y eso con Gilroy no pasaba.
Y eso con Gilroy no pasaba.
A pesar de todo, hay que
reconocer que Jason Bourne, cerrada
con una nueva versión de la fantástica Extreme
Ways de Moby, consiguió alcanzar las expectativas de un fan incondicional
como yo que, aunque no demasiado motivado por el guión con el que decidieron
resucitar a este icono del cine de espías, lo único que echó de menos
fue la presencia del fantástico personaje de Pamela Landy (Joan Allen): un
icono de las dos entregas de Greengrass que, por motivos que desconozco, quedó
apartada de la producción a pesar de que Nicky Parsons sí hiciese una fugaz aparición que, lógicamente, no consigue que nos olvidemos de Landy.
Por lo tanto, y visto el resultado, quizás haya
llegado el momento de echar el cierre a la saga. Porque, a pesar de lo
muchísimo que se disfruta el último acto en Las Vegas, y por mucho que Extreme Ways consiga dibujar una pícara
sonrisa en la cara de todo espectador, da la impresión de que la saga Bourne tiene que descansar.
Parece cansada, ¿verdad, Pamela?
Parece cansada, ¿verdad, Pamela?
●Te
gustará si: eres un incondicional fan de la saga, aprecias el trabajo que lleva a cabo Greengrass detrás de la cámara, o si simplemente quieres ver una película de acción de mucha calidad.
●
No te gustará si: crees que vas a presenciar el mejor retorno de Bourne a la gran pantalla o un filme tan explosivo e innovador como lo fueron El Caso, El Mito y El Ultimátum.
Jerry
Imágenes
vía Screenrant
Póster
de IMP Awards
Hola! Tengo ganas de verla y espero hacerlo pronto. Gracias por la crítica.
ResponderEliminarUn saludo!
¡Ya me contarás qué te parece!
EliminarUn film de acción con gran calidad sí señor, y además, entretenidísima de principio a fin. Para mí, igualada con el Mito y supera a las otras dos.
ResponderEliminarSaludos!!
¡Muy de acuerdo! Aunque a mí El Mito y El Ultimátum me sorprendieron más... Muchas gracias por dejar un comentario por aquí, Logan. ¡Un saludo!
EliminarNo hay de qué!! Sigue así de bien, Jerry!! :)
EliminarHola Jerry!
ResponderEliminarCoincido contigo, esta entrega no está a la altura de la trilogía original. Le falta algo, no sé... sinceramente, creo que este afán que existe actualmente de retomar sagas que ya estaban terminadas se les está yendo un poco de las manos. En este caso el resultado no es desastroso, yo pasé un buen rato, la película tiene un buen hilo argumental que todavía consigue sorprendernos en cierto modo... pero sí está claro que el nivel no es el mismo. Hubo momentos en los que me sobrepasó tantas escenas de persecuciones en coche, moto... aunque bueno, quizás es que yo ahora estoy más vieja y ahora las tolero peor jaja
Ah, y también me esperaba más protagonismo de Nicky Parsons, eso fue una pequeña decepción para mí. De todas formas, Vikander sí está a la altura del papel femenino de la saga. Cada vez me gusta más esa actriz, desde que la vi por primera vez en Ex Machina (peliculón por cierto, imagino que la habrás visto!) nunca deja de sorprenderme.
Un saludo! :)