Lunes Criticón: Charlie y la Fábrica de Chocolate

Mucha gente habrá comenzado la llamada Operación Bikini para estar guapos y guapas en verano al perder todo lo que engordaron con los polvorones de Navidad, las palomitas del cine, las tartas de cumpleaños, las malditas comedias románticas y todas esas nocivas sustancias tan sumamente apetitosas (salvo, claramente, las malditas comedias románticas). Sin embargo yo soy una persona bastante polifágica y me veo incapaz de guardar un régimen sin alguna chuchería espontánea, chocolate después de comer, galletas entre horas… y películas como Charlie y La Fábrica de Chocolate: un filme explosivamente azucarado.

● Año: 2005

● Director: Tim Burton

● Cast: Johnny Depp, Helena Bonham Carter, Freddie Highmore, David Kelly, Geoffrey Holder, Noah Taylor, Adam Godley, James  Fox, Deep Roy, Christopher Lee…

● Música: Danny Elfman

● Nominaciones a los Óscar: Mejor Vestuario (Nominada).

● Duración: 111 min.

Si me ofreces una película con unos buenos créditos iniciales que encima van acompañados de una melodía bastante peculiar, pero exageradamente eficaz y absorbente, me habrás conquistado en todos los aspectos posibles y habrás conseguido que mis ojos se claven en la pantalla de una forma pegajosa y casi enfermiza.

Tim Burton, grandísimo genio del cine, consigue precisamente eso con los primeros minutos de su novedosa Charlie y La Fábrica de Chocolate; una película basada en la novela de Roald Dahl que narra las aventuras del joven Charlie en la fábrica de caramelos del famosísimo Willy Wonka.

Por si la carga emocional de los primeros minutos del metraje, en los que se nos presenta a un honesto y humilde Charlie que vive con la improbable esperanza de conseguir un billete dorado, no es suficiente para llenar nuestros sólidos corazones de calor humano, Tim Burton opta por introducirnos en un mundo visualmente poderoso (muchísimo más que ese País de las Maravillas en el que se metió una ineficaz Alicia Wasikowska) y lleno de deliciosas melodías fruto de las curiosas bocas de los Oompa Loompas (o, si lo preferís, de un inmenso Danny Elfman) que sí que harán aflorar en nosotros un interés verdaderamente salvaje ante esta sobrecogedora historia.

Y fijaos hasta qué extremo llega la asombrosa mente del director, que si lo que estabas buscando en esta historia no era la ilusión infantil de un acertadísimo Freddie Highmore, también podrás averiguar cómo los jardines de esta deliciosa fábrica no sólo albergan césped dulce o cataratas de chocolate; también cuentan con manzanas envenenadas extremadamente agradecidas para un público que espera también aspectos de lo más siniestros…

Sí, puede que Charlie sea encantador, que sus abuelos representen a todas y cada una de las adorables personalidades típicas de los sabios de la tercera edad,  que los padres sean el prototipo de progenitores desparramadores de amor… Pero, cuidado, los otros niños presentes en la película son nada más y nada menos que la insolencia, la avaricia, la gula, la repulsión y la maldad hechas carne. Y no todo acaba aquí: la personalidad de nuestro adorado Willy Wonka es extremadamente enigmática y retorcida (¿O acaso una persona normal dejaría a un niño ser deglutido por una máquina chupa-chocolate?), las ardillas son verdaderamente violentas y los Oompa Loompas claramente guardan un secreto detrás de esas enigmáticas canciones...

Efectivamente. Los jardines de Charlie y la Fábrica de Chocolate son todo aquello que un fan de Tim Burton le puede pedir al director. Este filme muestra el equilibrio perfecto entre una alegría infantil, que se ve multiplicada por siete al ser mezclada con ese sobrecogedor colorido, y un ambiente infestado con olor a nueces podridas, veneno en forma de chocolate y muñecos cantores que terminan en llamas.

Visualmente poderosa. Moralmente adecuada. Acústicamente placentera. Y siniestramente agridulce.

Tim Burton me conquistó con esta película.

Totalmente recomendable.

●Te gustará si: te gusta el chocolate o eres un fan de la historia de Roald Dahl y te gustaría verla mezclada con ese no-sé-qué de Tim Burton.

● No te gustará si: tienes mucha hambre y no tienes una buena tableta de chocolate a mano, o si erróneamente te crees demasiado “mayor” para ver una película de temática ¿infantil?

Jerry