Antes de decir nada, quiero
pedir disculpas por la sequía de actualizaciones que Malditas Críticas de Cine ha sufrido desde hace ya unas semanas. Si
sirve como justificante, las prioridades académicas (llamadas “exámenes finales”)
se han dedicado a consumir todo rato que podría haber dedicado a lo que más me
gusta hacer: ir al cine.
A pesar de lo complicado que
resultaba hacer una pequeña escapada al cine, llegó un momento en el que no
pude soportar las ganas de sentarme en mi adorada fila siete. Por ello, y sin pensármelo dos veces, me
escapé con mi insustituible y constante compañera, a ver algo. Lo que fuese.
Si os soy totalmente sincero,
me apetecía ver Nymphoniac (lo
nuevo de Lars Von Trier), pero lo pensé durante un rato y decidí no hacerlo
porque supuse que me dejaría bastante impactado y con unas ganas horribles de escribir una detalladísima crítica sobre ella (algo que, durante esas fechas, no podía permitirme). Así que opté por la polémica La Vida Secreta de Walter Mitty, lo nuevo de Ben Stiller.
● Año: 2013
● Director: Ben Stiller
● Cast:
Ben Stiller, Kristen Wiig, Shirley MacLaine, Sean Penn, Adam Scott, Kathryn
Hahn…
●
Música:
Theodore Shapiro
●
Duración:
114min
El trailer de La Vida Secreta de Walter Mitty ha sido, sin lugar a dudas, uno de los mejores que he visto en todo el año. No sólo deja muy claro cuál va a ser la esencia de la película y nos anticipa la espectacular fotografía y la sobresaliente música con la que iba a contar, sino que además despertaba en el espectador una necesidad casi irresistible de acudir de inmediato a la taquilla con la intención de comprar entradas para su estreno.
Eso es lo que deberían hacer los trailers. Al verlos, no sólo deberían entrarnos ganas de ver el filme en cuestión, sino que, además, siempre tendrían que hacer justicia a lo que la película va a ofrecer… Y La Vida Secreta de Walter Mitty es exactamente lo que su avance publicitario adelantaba: una divertida y delirante odisea protagonizada por un retraído cuarentón que debe buscar una fotografía perdida. "Odisea, delirante, divertida y cuarentón". No necesitamos saber más.
Cuando la nueva película de
Ben Stiller arranca, a uno le parece que ya sabe todo sobre ella.
El trailer era muy bueno, pero, inevitablemente, da la sensación de que desvelaba demasiado contenido sobre la historia de Mitty… Sin embargo, conforme va avanzando la trama, el espectador va asombrándose
más y más por lo increíblemente peculiar que es, lo visualmente poderosa que resulta,
y por lo divertido que es Ben Stiller.
Sí, señores, La Vida Secreta de Walter Mitty tiene
muchos defectos que podrían ser duramente criticados, pero el buen humor que
contagia, la sonrisa que dibuja en tu cara, y las ganas de dejar de soñar y empezar
a vivir lo soñado, se multiplican por siete al verla. Me cuesta mucho decir
esto, pero La Vida Secreta de Walter
Mitty es una película tierna, muy disfrutable, y muy, muy bonita.
Es tan bonita y tan inocente,
que cuando termina, después de un tímido clímax que atraviesa las impenetrables
y frívolas mentes de los espectadores gracias a lo fascinante que es Walter y
lo encantadora que es la evolución de su personaje a lo largo de la aventura, todos
los que estábamos sentados en la sala 10 de mi querido Cinesa Manoteras, nos
quedamos petrificados en las butacas mientras un escalofriante y adecuadísimo
tema de Jose Gonzalez llamado Stay Alive
terminaba de sumirnos en un estado de felicidad que sólo podía ser explicado
por lo increíblemente eficaz que había sido este disparate de historia.
Ben Stiller se queda con
nosotros. Ben Stiller nos engaña y nos presenta una comedia romántica que
termina siendo la edulcorada pero extremadamente satisfactoria historia sobre el tardío despertar de una
vida, de una imposible aventura centrada en un soso pero enternecedor cuarentón
que nos enseña a ser quienes somos y que nos anima a vivir de verdad, a disfrutar cada momento y a exprimir la vida al
máximo.
La
Vida Secreta de Walter Mitty es un ejemplo más de cómo una
película no tiene por qué ser técnica u objetivamente perfecta para conseguir un resultado
merecedor de la más válida de las alabanzas. Es un ejemplo más de que el cine no tiene que ser perfecto para generar la más valiosa de las satisfacciones: esa que aparece cuando menos te lo esperas.
●Te
gustará si:
disfrutas de esas películas que te sumen en un estado de satisfacción y
felicidad inexplicable, o de los largometrajes que cuentan con una perfecta música
acompañada de una acertadísima fotografía.
●
No te gustará si:
eres muy exigente y los pocos fallos que puedas encontrarle a la película te
parecen imperdonables.
Jerry
No hay comentarios:
Publicar un comentario