Pocas veces vuelvo a ver una
película que en su primer visionado me decepcionó. Sin embargo, decidí darle
una segunda oportunidad a Babel por
eso de que muchísimos críticos alabaron esta tercera parte de la trilogía
compuesta por Amores Perros y 21 Gramos, y porque – seamos honestos –
necesitaba ver alguna película de potente carga emocional para continuar con el
Ciclo de la Autodestrucción.
Tras este segundo visionado,
una vez más volví a darme cuenta de lo extremadamente importante que es ver una
película en su debido momento, bajo unas condiciones ambientales específicas y
con una decidida iniciativa, porque, de lo contrario, el resultado puede ser
nefasto.
En esas circunstancias me
senté en el sofá del salón, metí el DVD en el reproductor y, como si alguien me
hubiese sumido en un intensísimo estado de hipnosis, contemplé – con incrédulos
ojos – uno de los mejores dramas que jamás he visto.
● Año: 2006
●
Director:
Alejandro González Iñárritu
● Cast:
Brad Pitt, Cate Blanchett, Rinko Kikuchi, Adriana Barraza, Gael García Bernal,
Koji Yakusho, Elle Fanning, Nathan Gamble, Mohamed Akhzam…
●
Música:
Gustavo Santaolalla
●
Nominaciones a los Óscar: Mejor Película (Nominada), Mejor Actriz (Adriana
Barraza, Rinko Kikuchi - Nominadas), Mejor Director (Nominada), Mejor Guión
Original (Nominada), Mejor Edición (Nominada), Mejor Banda Sonora Original
(Ganadora)
●
Duración:
130min.
Mientras que la oscarizada película de Haggis abría una brecha en la sociedad estadounidense para indagar en el más frívolo racismo y la más inhumana violencia, Babel opta por hacer una excelentísima reflexión sobre la comunicación centrándose en tres continentes del globo. Por ello, y como podéis ver, aún tenía pendiente madurar y convertirme en Jerry, porque lo único que tenían en común estas dos películas era que ambas contaban con varias líneas temáticas que, tarde o temprano, terminarían colisionando entre sí.
Todos conocemos la historia
bíblica de la torre de Babel: esa edificación que pretendía llegar al cielo y
que despertó la ira de un Dios que, como escarmiento, decidió imponer sobre los
habitantes de la Tierra diferentes lenguas para que así no pudiesen completar
su obra, ¿no? Pues Babel hace
exactamente lo mismo; nos sumerge en cuatro historias conectadas entre sí en
las que las lenguas (o incluso la capacidad de hablar) y las diferencias
culturales de los hombres, terminarán sumiendo en una caótica espiral de
desafortunados eventos a una jovencita japonesa, una madre mejicana, dos críos
marroquíes y una pareja de turistas americanos.
Con estos personajes (extremadamente
reales gracias a unas actuaciones soberbias), que se mueven al compás de una
intensísima banda sonora (ganadora del Óscar) y que protagonizan una historia visualmente
espectacular, Babel fue capaz de
inducirme en un estado de hipnosis sublime. Me senté en el sofá y no me moví en
toda la película; mis ojos se quedaron abiertos de par en par durante toda su
duración, y, al terminar, no fui capaz de expulsar el DVD. Sólo quería llorar
de emoción por el espectáculo que acaba de presenciar; un espectáculo digno de
la construcción de una torre de Babel para alcanzar el cielo de las estrellas.
Una vez más, Iñárritu dio en
el clavo con un drama cargado de esperanza, injusticia, incomprensión,
inocencia y valentía, en el que la historia – temporalmente desfasada – fascina
y destruye a partes iguales.
Imprescindible.
●Te
gustará si:
eres un fiel seguidor de los dramas cinematográficos.
●
No te gustará si:
aún no has encontrado el momento perfecto para sentarte a ver esta obra de
arte.
Jerry
Jerry he puesto un comentario en Críticas de Series
ResponderEliminarJajaja, ya lo he visto! Te contesto esta noche, en cuanto encuentre un rato libre entre tanto estudio!
Eliminar