No revisé El Origen del Planeta de los Simios
antes de ir a ver El Amanecer porque
simplemente, entre tanto estudio y tanta tontería, no encontré el momento apropiado
para hacerlo. Sin embargo, en un arrebato de falsa valentía, acudí al cine con
cierta congoja por esa estúpida idea que rondaba mi cabeza que insistía en que
iba a perderme en los detalles que la película del año 2011 había establecido
sobre la historia.
Imaginad cuan grata fue mi
sorpresa cuando, gracias a un ilustrativo resumen de los hechos acontecidos en
la primera entrega y de las repercusiones que estos trajeron consigo, me di
cuenta de que iba a ser casi imposible perderse viendo El Amanecer del Planeta de los Simios porque resulta que, con una mínima cultura
cinematográfica que no vaya más allá de las cuasi-prehistóricas películas de primates o de la bochornosa
cinta de Burton, cualquier espectador será capaz de disfrutar de una película
de aventuras hecha y derecha que funciona como perfecta secuela para el ya
grandioso reboot de la saga.
● Año: 2014
●
Director:
Matt Reeves
●
Cast:
Andy Serkis, Keri Russell, Jason Clarke, Toby Kebbell, Kodi Smit-McPhee, Gary
Oldman…
●
Música:
Michael Giacchino
●
Duración:
131min
El virus ALZ-112 (aka: virus primate) se ha extendido, y la
ciudad de San Francisco, que ya tuvo que hacer frente al desastroso brote de
SIDA allá por 1981, ahora se enfrenta a una nueva infección que ha diezmado a
la población y que ha dejado a los EEUU sumidos en un caos absoluto.
Tras muchos años en los que no
se han avistado los simios revolucionarios que protagonizaron la cruenta
batalla en el famoso puente de la ciudad, un grupo de supervivientes se reúne en una expedición por los frondosos bosques que rodean el centro urbano con el
objetivo de encontrar una fuente de energía que pueda hacer más habitable las
ruinas que ahora llaman ”hogar”. Sin
embargo, este grupo de sujetos, genéticamente inmunes al agente infeccioso,
tropezarán por el camino con el ejército primate de César y, a partir de ese
contacto, la paz entre ambas colectivos penderá de un hilo.
El problema de las películas
que están en boca de todo el mundo y que consiguen ganarse una limitadísima
presencia en el telediario del viernes por la tarde, es que disparan las
expectativas de cinéfilos como yo que confían ciegamente en el paradójico vox populi que tantas otras desgracias
les ha traído en el pasado.
Cuando me senté en la sala de
mi querido Cinesa para ver el nuevo
trabajo de Matt Reeves, durante un tiempo cercano a media hora me pregunté qué
demonios había visto la gente de espectacular en el filme. Poniendo en práctica
mi más desvergonzada y prescindible soberbia, no creo – sinceramente - que los
esporádicos visitantes de los templos cinéfilos se enamoren de la técnica del motion-capture o se revuelvan en la silla al escuchar las partituras de un
Michael Giacchino dispuesto a mezclar las melodías de Perdidos, Los Increíbles
y Super 8 con una descarada facilidad…
No, no lo creo. No creo que todo el mundo que permanece sentado durante los
primeros 30-40 minutos de esta película disfrute de esas cosas. Y, por ello, yo le daba vueltas y vueltas a la misma pregunta: ¿dónde demonios está “el peliculón” que me habían prometido si
por ahora sólo estoy intuyendo esas dos tímidas, y semi-ocultas, virtudes?
Seré sincero: a pesar de que
me encantaba imaginarme a Andy Serkis haciendo los gestos de César, me parecía
imposible verle el atractivo a una película que tardaba en despegar una obscena
cantidad de tiempo y que, encima (y como ya pasó con la reciente Godzilla), pretendía vendernos la presencia de unos actores que, como
posteriormente pude comprobar, sólo aparecerían una ridícula cantidad de tiempo
en pantalla (¿de verdad lo de Gary Oldman no podríamos considerarlo un cameo?).
Pero todo tiene su explicación. Después de ese laborioso – y, hasta cierto punto, molesto – despegue (que, ojo, no deja de ser una necesaria presentación de personajes), se enciende la mecha de un asombroso conflicto entre humanos y simios que va haciendo más evidente el porqué del entusiasmo generalizado hacia un filme que termina siendo, cuanto menos, un gran espectáculo cinematográfico.
Además, no sólo estamos ante una evidente película de acción y aventuras excelente, sino ante una promesa que asegura que la tercera parte de esta trilogía va a alcanzar un nivel de calidad supremo: ya sea por el establecimiento (o no) del llamado “Planeta de los Simios”, por la más que probable evolución de la grandiosa técnica del motion-capture, por el asombroso desarrollo de unos primates protagonistas que, sorprendentemente, tienen más credibilidad que bastantes humanos, o por esa capacidad de avivar la hoguera temática – aparentemente agotada – con un nudo y un desenlace magníficos.
Pero todo tiene su explicación. Después de ese laborioso – y, hasta cierto punto, molesto – despegue (que, ojo, no deja de ser una necesaria presentación de personajes), se enciende la mecha de un asombroso conflicto entre humanos y simios que va haciendo más evidente el porqué del entusiasmo generalizado hacia un filme que termina siendo, cuanto menos, un gran espectáculo cinematográfico.
Además, no sólo estamos ante una evidente película de acción y aventuras excelente, sino ante una promesa que asegura que la tercera parte de esta trilogía va a alcanzar un nivel de calidad supremo: ya sea por el establecimiento (o no) del llamado “Planeta de los Simios”, por la más que probable evolución de la grandiosa técnica del motion-capture, por el asombroso desarrollo de unos primates protagonistas que, sorprendentemente, tienen más credibilidad que bastantes humanos, o por esa capacidad de avivar la hoguera temática – aparentemente agotada – con un nudo y un desenlace magníficos.
No os la perdáis.
●Te
gustará si:
tienes ganas de ver una película cuyos protagonistas son unos simios digitales
que parecen más reales que los espectadores que contemplan sus andanzas en la
sala del cine.
●
No te gustará si:
eres de los opinan que la película te tiene que conquistar en la primera media
hora de metraje.
Jerry
Esta pelicula me pareció sensacional y me encantó, hasta se me saltaron las lagrimitas en una escena. Un beso enorme.
ResponderEliminar¡Me alegro mucho de que te encantase y muchas gracias por compartirlo con nosotros!
EliminarPeliculón, de lo mejor que he visto últimamente en el cine.
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