Soy perfectamente consciente
de que os prometí la crítica de El Amanecer del Planeta de los Simios hace ya mucho tiempo, pero la
semana pasada estuve de viaje, me fue imposible ponerme a ello y, desde que he
vuelto, sólo he encontrado un brevísimo momento de inspiración que me
permitiese comenzar a esbozar un poco lo que os quiero comentar del nuevo
trabajo de Matt Reeves.
Sin embargo, el destino me
odia. El mismo día que experimenté ese puntual brote de deliciosa verborrea y
fuga de ideas criticonas, tuve que acudir a mi imperdonable cita semanal con Cinesa para no convertirme en una bomba
de relojería cinéfila frustrada. Y el resultado fue nefasto, porque tengo que
seguir retrasando la entrada de la cinta primate por culpa de los
dragones de Cómo Entrenar a tu Dragón 2,
que han ganado el asalto y me han conquistado.
● Año: 2014
●
Director:
Dean DeBlois
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Cast:
Jay Baruchel, Cate Blanchett, Gerard Butler, Craig Ferguson, America Ferrera,
Jonah Hill, T.J. Miller, Djimon Hounson, Kristen Wiig, Kit Harington…
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Música:
John Powell & Jónsi
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Duración:
102min.
Empezando con una agradecida
introducción muy similar a la de su predecesora, Cómo Entrenar a tu Dragón 2 nos presenta a un cambiadísimo Hipo
que, de forma inesperada, recibe la terrorífica noticia de que algún día - en
un futuro cercano - tendrá que tomar las riendas de Isla Mema y ejercer el
papel de jefe de la aldea vikinga. Sin embargo, el joven aventurero no quiere
bajo ningún concepto heredar el trono de su padre y, en un arrebato de sed
exploratoria, decide salir de marcha con su enternecedor dragón Desdentado para terminar descubriendo la
potencial amenaza de un cazadragones llamado Drago.
Tras unas irregulares idas, venidas,
encuentros y desencuentros, Hipo conocerá un misterioso “ladrón de dragones”
que le ayudará, no sólo a enfrentarse a la responsabilidad que su padre quiere
depositar en él y a la guerra que se cierne sobre su aldea, sino a comprender
mejor su pasado y la repentina muerte de su madre. ¿Intrigados?
A pesar de que parezca que la
trama de la nueva película de Dreamworks está cogida por los pelos por esa
sobreexplotada tendencia – muy típica de las secuelas - de dar a conocer los
antecedentes familiares del protagonista en la segunda parte de la saga, Cómo Entrenar a tu Dragón 2 no cae en el
error de dejar de ser quien su predecesora fue. Dean DeBlois (eterno
responsable de las andanzas del Stitch
de la factoría Disney) mantiene ese evidente – y desenfadado - toque cómico, y lo
compagina con una grandiosa historia que, sin dejar de tener un importante
componente trágico, se comporta como una oda a la importancia de la familia, la
fuerza de la amistad, el valor del perdón, la necesidad de madurar y el afrontamiento
de la adversa realidad con valentía.
Encima, todo esto nace de una tormenta apasionante de aventuras ambientadas en un fantástico
mundo de divertidos vikingos y lleno de sorprendentes dragones con personalidades
tan únicas y características tan específicas, que deberían resultar envidiables
para otros profesionales de la industria. Y es que, Cómo Entrenar a tu Dragón 2 no hace más que reflejar el duro - y detallado - trabajo al que probablemente se tuvo que someter el equipo del filme para dar
vida a una de esas “pelis” con la que los niños se encariñan, y con la que los adultos ven rejuvenecer sus corazones cuasi-geriátricos acostumbrados a ver productos mediocres o demasiado infantiles.
Dreamworks, poco después de su evidente despiste posterior a la necesaria culminación de la saga
Shrek, ha dado con su mina de oro al
reunir a unos personajes y una historia sensacional en un largometraje que,
además, brilla muchísimo por su banda sonora.
John Powell (responsable de,
entre otras, la frenética y explosiva banda sonora de la trilogía Bourne) y Jónsi (cantante del islandés
grupo de música Sigur Ros) han
resultado ser una más que efectiva pareja de la que la compañía no se debería
despegar. En esta ocasión, no sólo se mantiene la calidad musical que ya se
había fijado en su primera entrega, sino que además, y con una influencia mucho
más evidente del cantante islandés, las aventuras de Hipo y Desendentado resultan mucho más
trepidantes: la emoción inunda la sala del cine con una facilidad y una fuerza
tan abrumadora que raro será aquel espectador que no note piloerección o que no
escuche al vecino de atrás sorberse los – todo sea dicho - mocos por el impulso
tan inevitable de echarse a llorar en repetidos momentos de la película. Por
esto, y por todo lo que he dicho, no sólo auguro una nominación a los Oscar por
Mejor Película de Animación (evidente) sino también otra por Mejor Banda Sonora
Original. Dos nominaciones que, a día de hoy (y contemplando el panorama), se
merecen ganar con creces.
Al salir de la sala (de la que
tuve que huir para no implotar de emoción al escuchar ese increíble Where No One Goes de Jónsi acompañando a unos excelentes
créditos finales), me preguntaron si me había gustado más la segunda entrega
con respecto a la de hace unos años. Y contesté que mucho más, porque, señores,
pese a lo que puedan decir las malditas críticas de cine, Cómo Entrenar a tu Dragón 2 es una pasada que alza la calidad de la
saga a unos niveles sobresalientes.
Que tiemble Pixar, porque si Dreamworks se deja ya de tanta payasada maloliente como Madagascar y se centra en apuestas más
parecidas a esta, la lucha por el podio de ambas compañías va a estar muy, pero
que muy, reñido… Y todos sabemos que, en el juego de podios, o ganas o mueres.
Por cierto, la sala estaba bastante
llena para ser Agosto en Madrid. Y sólo había un crío. Todo lo demás eran
adultos. Superen la vergüenza, porque parece que no sabéis nada.
Jon
Snows.
●Te
gustará si:
quieres ver una sensacional película de animación llena de mensaje, de
diversión y acompañada por una música que es espectacular.
●
No te gustará si:
eres de esos adultos que, pase lo que pase, considera que las películas de
animación sólo están destinadas a los más pequeños.
Jerry
Muy buena la crítica. Pásate por mi blog donde tambien tengo algunas.
ResponderEliminarUn saludo
http://peliculasenestreno1.blogspot.com/
¡Muchas gracias! Un saludo
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