domingo, 8 de mayo de 2016

OPINIÓN | ¿Por qué GIRLS?

La jovencita se dispone a tuitear algo después de haberse enterado de que su ex-novio es homosexual. No tiene muy claro qué poner pero sabe perfectamente que algo tiene que tuitear. Escribe y borra. Escribe y borra. Y, finalmente, se decide por un “All adventurous women do”. Sus seguidores (recordemos que estamos hablando de Twitter) no sabrán a qué se refiere, pero a ella escribir esa frase le ha ayudado a seguir adelante, a enfrentarse a su nueva realidad y, sobre todo, a desahogarse. Una vez tuiteada su inteligible frase, se pone a bailar Dancing On My Own. Y el episodio se termina.

Esa chica que acabamos de ver es la voz de una generación. Una generación en la que las redes sociales sirven para mucho más que para enseñar a tus amigos – fotos mediante - lo bien que te lo pasas o la cantidad de planes que tienes. Internet se ha convertido en una cuestionable vía de escape a la que casi todos los ahora veinteañeros han acudido alguna vez en su desquiciada adolescencia para romper con su frustación. Por eso, en el mismo momento en el que Hannah decide escribir ese ambiguo “All adventurous women do”, caí rendido ante GIRLS: una serie que no sólo dice ser la voz de una generación, sino que demuestra que lo es.

● Creador: Lena Dunham
● Género: Comedia. Drama.
● Reparto: Lena Dunham, Allison Williams, Jemima Kirke, Zosia Mamet, Adam Driver, Alex Karpovsky.
● Duración: 3 temporadas [2012 - Presente]
● País de Origen: EEUU

Como todos sabemos, hoy en día las producciones de la pequeña pantalla han pasado a ocupar una importante parte del tiempo libre de las vidas de millones de jóvenes. Tanto es así que, el otro día, y mientras tomaba una copa, tuve una conversación interesantísima con mis amigos acerca del fenómeno. Se tocaron muchos temas: que si Breaking Bad es la mejor serie de televisión de la historia, que si el final de Lost fue un despropósito, que si Los Soprano, que si American Horror Story… que si GIRLS. “No es tan buena” – se dijo haciendo referencia al bombazo de Lena Dunham poco antes de que se repitiesen las razones que yo ya había escuchado en tantas otras ocasiones y en tantos otros círculos amistosos.

No es tan buena”.

En menos de 10 horas, y nada más levantarme tras unas escasas horas de sueño, me puse a escribir. No sabía el qué. Pero sabía que quería escribir algo. Al fin y al cabo, “All adventurous bloggers do”.


Normalmente, cuando a alguien no le gusta una serie de televisión, deja de verla. No tenemos el tiempo suficiente como para ver series que no nos interesan porque, ni queremos aburrirnos, ni podemos prescindir del tiempo que invertimos en ellas (porque, consecuentemente, lo perdemos para ver otras). Sin embargo, esto no pasa con GIRLS. Hay gente que odia la obra de Lena Dunham y que, contra todo pronóstico, la sigue viendo. O les encanta odiarla y criticarla, o les apasiona y se niegan a reconocerlo.

Tras dos aclamadísimas primeras temporadas, y habiendo estrenado recientemente la quinta, Lena Dunham volvió a la pequeña pantalla hace ya unos años con una tercera temporada que, a pesar de recibir críticas por unos ya "agotados" espectadores, seguía llena de aciertos.Y es que, aunque todas sus entregas cuenten con una calificación en Rotten Tomatoes que brilla por su excelencia, muchos argumentaron que uno de los grandes defectos de la serie era que la protagonista no dejaba de aparecer en (o sin) ropa interior. Se decía que era desagradable, que "no venía a cuento". Y esto me cabreaba. Me cabreaba porque, además de que me molestaba que se "hubiesen dado cuenta" tres años después de su estreno, nunca había oído a alguien de mi edad entonar ese pretencioso “¿qué necesidad hay de ver a la protagonista desnuda?”. Porque señores, cuando ese comentario emerge de la boca de un ya corrompido veinteañero que, por si no fuera poco, lleva Juego de Tronos al día, refleja lo machistas y superficiales que somos.


Esa gente que se queja al ver a una chica con sobrepeso desnuda en pantalla, no se quejaba tanto cuando veía los montes de Venus de las prostitutas de Poniente, los pechos de las bailarinas del club de Los Soprano, las “románticas” obscenidades de True Blood, o el crudo, políticamente incorrecto y retorcido erotismo de American Horror Story. Esa gente no se quejaba cuando las que salían eran actrices agraciadas con buenas curvas o fornidos actores haciendo frontales. Así que, señores, necesidad no hay, pero si de verdad se critica la serie argumentando que los desnudos “no proceden”, considero que entonces convendría que se fuese consecuente y que se plantease el abandono del 60% de series de televisión que se siguen. Porque, seamos honestos, hoy en día es difícil seguir una serie en la que no haya desnudos. Y menos aún si estamos hablando de la HBO.

Otro gran sector de los que parece que ven la serie sólo para criticarla, defienden que se le da demasiada importancia al personaje de Hannah. Este comentario – que es, claramente, más comprensible que el anterior – no deja de ser ingenuo. Puede que la serie se llame GIRLS, pero desde el minuto número uno la protagonista de esta historia fue Hannah Horvath: una chica socialmente inútil, egocéntrica y narcisista que vive frustrada y que, sin embargo, es - necesariamente - la estrella de una serie que, y esto lo reconozco, brilla más cuando está rodeada de sus “co-stars”, que son igual de repugnantes que ella y que, por eso mismo, tanto nos gustan.


Por lo tanto, no hay que ser contradictorio a la hora de hablar de GIRLS. Considero que, o bien se tiene una concepción muy errónea de lo que es, o bien los que la ven para poder criticarla se aferran a argumentos tan ridículos como la desnudez de la protagonista o su importancia en la serie. Porque, señores, GIRLS sigue siendo GIRLS. La esencia de esta exitosa producción - que se avecina a su conclusión - sigue siendo exactamente la misma: las tramas han evolucionado, pero las promesas que se nos hicieron en su estreno se han mantenido. Y eso no es fácil.

Yo en GIRLS veo una producción televisiva que, simplemente, pretende reflejar lo ridícula y penosa que puede ser la evolución de la condición de veinteañero a la de “adulto hecho y derecho”. Con exageraciones, abusos de alcohol y de comida, desempleo, sexo, traumas, ignorancia, inseguridades, complejos… Con todo lo que cualquier veinteañero puede encontrarse en sus deliciosos y alocados veinte años. Por eso mismo GIRLS es la voz de una generación. No sabemos de cuál exactamente, pero lo es. Porque, lo queramos o no, todos tenemos algo de GIRLS. Absolutamente todos. Y por eso es buena. Por eso seguimos viéndola. Y por eso se la sigue criticando: para no reconocer lo evidente. Porque, señores, normalmente cuando la gente se acuesta con su pareja lo hace sin ropa interior.

Y, normalmente, nuestra pareja no parece una estrella de Hollywood.

Tuiteen.

Jerry.
Poster vía IMP Awards
Imágenes vía HBO

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