viernes, 13 de octubre de 2017

CRITICA | Blade Runner 2049


Aunque las comparaciones son odiosas, todos las hacemos y disfrutamos con ellas. Nos encanta decir que la primera parte de una saga era mejor que la segunda, que no entendemos por qué se ha revisitado un clásico que ya era perfecto o que la película original le da "mil vueltas" al reboot. Somos así, y no podemos evitarlo. Sin embargo, no me pareció un disparate que Warner Bros. decidiese traer de vuelta el universo de Blade Runner (Ridley Scott, 1982). Ya sea para introducir el clásico a una nueva generación de espectadores, para nutrir de nostalgia a los amantes de la original, o - seamos francos - para hacer caja, que los replicantes nos volviesen a visitar me parecía una jugada bastante astuta. Jugada que, eso sí, quedaría expuesta a eso que no se debe de hacer, pero que tanto nos gusta: comparar.

Al salir de la proyección de Blade Runner 2049 (Denis Villeneuve, 2017), todo el mundo decía lo mismo. Y pese a no pertenecer a ese colectivo de espectadores a los que les gusta dictar sentencia al salir de la sala o inundar los pasillos del cine con sus eruditas opiniones, tengo que reconocer que, en esta ocasión, tuve que dar la razón al enemigo. Porque - y me armo de valor para decirlo - Blade Runner 2049, pese a sus indiscutibles virtudes, es lenta, soporífera y - digámoslo - pretenciosa.

Aunque Denis Villeneuve (Arrival) era el cineasta más indicado para traer de vuelta el clásico de Ridley Scott, se tendría que reconocer sin vergüenza alguna que un filme como Blade Runner no iba a tener el mismo efecto en el año 2017 que en 1982. Hay que asumir que en estos treinta y cinco años han pasado muchas cosas y se han estrenado muchísimas películas, por lo que defender - a día de hoy - que Blade Runner 2049 es revolucionaria o una maravilla no deja de ser el simple reflejo de una nostalgia que aparentemente muy pocos - Carlos Boyero aparte - quieren reconocer. Porque no, Blade Runner 2049 no es la mejor película de lo que llevamos de año. Blade Runner 2049 no es innovadora para el género. Blade Runner 2049 es una muy decente película de ciencia ficción que, a pesar de contar con un apartado visual abrumador, peca de ambiciosa por querer convertirse en la leyenda que jamás será. 

Y es que la idea, trama o reflexión sobre la que insiste - desesperada y tediosamente - el nuevo trabajo de Villeneuve no sorprende porque ya no estamos en los años ochenta. El público de hoy en día está curtido en ciencia ficción, acostumbrado a historias de robots humanizados, y sobrealimentado con películas de futuros distópicos. Por eso mismo, por mucha exquisitez estética que haya - aplauso para el próximamente oscarizado Roger Deakins - y por mucha nostalgia que inspiren sus planos, Blade Runner 2049 en realidad tendría que haber funcionado como la simple continuación de las andanzas de Deckar. Nada más. Y para conseguirlo no hacía falta crear a una bestia perezosa a la que le cuesta avanzar y dar ritmo a la historia; no hacía falta relegar a Deckar al último acto de esta odisea; ni siquiera era necesario aburrir al espectador hasta tal punto que, alcanzado el clímax de su historia, todo da igual porque lo único en lo que uno piensa es en volver a casa para ponerse la cinta de 1982 y olvidarse de este bonito despliegue visual. No hacía ninguna falta porque, para eso, ya están los montajes de los directores.

Por lo tanto, no es de extrañar que a Blade Runner 2049 le esté costando rendir en la taquilla mundial. Es más, probablemente, esta producción de casi 200 millones de dólares no consiga rentabilizarse en su paso por los cines. Blade Runner 2049, pese a su innegable maestría visual y su muy acertado reparto (especial mención a la cada día más admirable Ana de Armas), se va a convertir en una de esas raras películas que, a diferencia de su predecesora, ni atraerá a nuevas generaciones al clásico, ni generarán conversaciones de aquí a unos años. Sólo se ganará lo que a todos nos encanta: comparaciones.


Jerry
Imagen vía Collider

2 comentarios:

  1. Hola! Tengo ganas de verla pero antes quiero volver a ver la primera que hace siglos que no la veo! Gracias por la crítica.

    Un saludo!

    ResponderEliminar
  2. Sí que es verdad que la película es un poco lenta, con 2 horas de duración hubiera estado de sobra... pero a pesar de eso, a mí me encantó. Obviamente no supera a la original, pero creo que es una digna sucesora. Quizás no haya tenido más tirón porque mucha gente no ha visto la versión de los 80 y todo esto les suena a chino. Por lo menos esa fue la sensación que tuve cuando comentaba con algunos amigos si iban a verla o no... ("¿Blade Runner? ¿Qué es eso?")

    Saludos Jerry!

    ResponderEliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...