CRITICA | First Man - El Primer Hombre

Por eso de que Damien Chazelle tocó el cielo con La La Land (2016), era de esperar que los millones de espectadores que disfrutaron con el filme protagonizado por Gosling y Stone prestasen especial atención al siguiente trabajo del director. Puede que incluso pensasen que el cineasta, con todos los antecedentes que tiene, volvería a embarcarse en un proyecto musical que siguiese la estela de Whiplash o La Ciudad de las Estrellas. Pero no fue así. Chazelle asumió la dirección del biopic de Neil Armstrong llamado First Man, una película llena de aspiraciones que, desgraciadamente, no alcanzaría la calidad de sus antecesoras.

Teniendo en cuenta que la llegada del hombre a la luna es un hito para la humanidad y una revolución para la ciencia, nadie discute que la historia de First Man sea interesante. Sin embargo, y a pesar de que esta promesa cinematográfica está protagonizada por dos gigantes de la actuación (Gosling y Foy) y dirigida - con una destreza admirable - por uno de los directores más reconocidos del momento, la odisea de Neil Armstrong se queda a medio camino entre gran obra del cine contemporáneo y mediocridad por culpa de una carencia de ritmo que desgasta el valor de la hazaña hasta hacerla polvo.

Y no es que Chazelle tenga la culpa de esto, pues la decisión de focalizar toda la emoción de la trama - primeros planos mediante - en la intimidad de sus protagonistas quizás sea una respuesta a la dificultad que encontraron los guionistas para alimentar la llama que debería despertar cualquier película que relate el primer aterrizaje en la luna, pero es comprensible que muchos espectadores echen la vista atrás y se pregunten cómo Chazelle - maestro de las emociones - ha podido dar a luz a una película con tan poco alma como ésta.

Pero bueno, pesar de todo esto, First Man no deja de ser una película interesante. Porque aunque las proporciones del paso que dio la humanidad con esta proeza sean desorbitadas, fue un hombre el que plantó su minúsculo pie en aquel satélite. Un hombre con una historia y con una familia a la que volver. Un hombre que, sin ninguna garantía de que la misión alcanzase su objetivo, se subió a la nave y dio el paso por todos nosotros. Y que Chazelle haya conseguido transmitir precisamente eso, ya le proporciona a First Man un valor considerable.

Jerry

Imagen vía Collider