miércoles, 18 de agosto de 2021

DOCUMENTALES | Waking Sleeping Beauty (2009)


A finales de los años setenta y principios de los ochenta, la compañía fundada en 1923 por Walt Disney sufría una de las mayores crisis de su historia. A pesar de haber tocado la cima del éxito con los largometrajes de la ahora llamada "Edad de Oro", el enfoque de sus clásicos animados cambió y los resultados de la compañía fueron de mal en peor, tocando fondo con Taron y El Caldero Mágico (Ted Berman & Richard Rich, 1985). Fue durante estos años, en los que la animación veía peligrar su longevidad por un muy aplaudido live action y unos parques temáticos revolucionarios, donde se dieron una serie de movimientos de personal en la compañía que, eventualmente, salvaron el legado de Walt por la llegada del llamado "Renacimiento Disney": una odisea que Don Hahn - productor de clásicos como, entre otros, El Jorobado de Notre Dame (Gary Trousdale & Kirk Wise, 1996) - decidió contar en el fantástico documental titulado Waking Sleeping Beauty (Don Hahn, 2009)

A pesar de que por aquel entonces el departamento de animación contaba con los ahora legendarios Tim Burton, John Lasseter, Ron Clements y Glen Keane, sus ganas por hacer cine no fueron suficientes para que Disney levantase cabeza. La tensión entre los mandamases de la compañía, el éxodo de gran parte del equipo de los animadores a la futura competencia y una serie de proyectos con finales no muy felices, fueron los que motivaron una de las peores crisis de Disney hasta la fecha. Sin embargo, eventualmente la armonía volvería a llamar a su puerta. Con la llegada de - entre otros - Howard Ashman y Alan Menken, la casa del ratón recuperaría la gloria de antaño y protagonizaría una revitalización del género que, eventualmente, desembocaría en proyectos tan icónicos como La Sirenita (Ron Clements & John Musker, 1989), La Bella y la Bestia (Gary Trousdale & Kirk Wise, 1991), Aladdín (Ron Clements & John Musker, 1992) y El Rey León (Roger Allers & Rob Minkoff, 1994).

Estos dos jóvenes americanos - Ashman y Menken -, celebridades en Broadway y antiguos compañeros de trabajo, trajeron consigo la influencia de los musicales a los nuevos clásicos e hicieron - junto con el esfuerzo de todos los animadores y demás trabajadores de la compañía - que el imperio de Mickey volviese a centrar sus esfuerzos en la que había sido su piedra angular. No en vano, los títulos del llamado 'Renacimiento' gozan de un protagonismo especial entre el colectivo fan y, además, fueron la causa de alguno de los méritos más valiosos para Disney, como aquella primera - e histórica - ocasión en la que una película de animación - en este caso La Bella y la Bestia - recibió una nominación al Oscar en la categoría de Mejor Película.

Waking Sleeping Beauty es, efectivamente, la historia de un despertar. La historia de cómo, tras haber caído en un pozo sin aparente fondo, Disney volvió a surgir de sus cenizas con más fuerza y energía de la que jamás nos podríamos haber imaginado. Y sólo ha sido gracias a Don Hahn que esta historia, casi cuarenta años después, sigue viva y al alcance de todo curioso dispuesto a conocer un poco más sobre los antecedentes de la que, efectivamente, merece ser llamada "la fábrica de los sueños".

No se la pierdan.



Jerry
Imagen vía D23

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