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miércoles, 29 de diciembre de 2021

SERIES | MIDNIGHT MASS

Con la llegada de fin de año a muchos nos gusta echar la vista atrás y repasar los libros, películas, series o canciones que han ocupado nuestro tiempo libre para decidir cuáles son los que han merecido más la pena. Puede que haya a quienes esto les parezca una tontería, pero a mí personalmente me encanta hacerlo. Al fin y al cabo, casi siempre las series o películas que veo las termino asociando a un momento determinado, a alguien en particular o a alguna anécdota o conversación concreta, así que recordarlo siempre me reconforta. Igual que el infame wrapped anual de Spotify. Y aunque desde hace dos años el tiempo que tengo para ir al cine - o para sentarme delante del ordenador y contaros las poco profesionales opiniones que tengo de todo lo que veo - es muy pequeño por lo difícil que me está resultando compaginar responsabilidades con aficiones, no quería dejar de publicar una pequeña entrada antes de que terminase el año para hablaros de una de esas series que, al revisar el historial del 2021, me parece que destaca con respecto al resto. Así que os voy a contar por qué Midnight Mass (Mike Flanagan, 2021) me parece de lo mejorcito que he visto este año.

miércoles, 4 de julio de 2012

Escena de la Semana: A Dos Metros Bajo Tierra

Sí, sí, sí. Como os habréis dado cuenta, estoy dispuesto a venderos la serie "A Dos Metros Bajo Tierra" cueste lo que cueste: ya sea por la crítica de la misma, por sus créditos iniciales o por su BSO.

Si aún no conocéis la trama de la serie, os la resumo con pocas palabras: una familia americana residente en Los Angeles tiene como negocio familiar una funeraria, que, encima, es su propia casa. Os podréis imaginar que de un ambiente tan tétrico como ese las posibilidades de que los personajes sean fascinantes son muy elevadas. Y, creedme, así es.

Aunque puede que en ocasiones esta historia resulte excesivamente desoladora y autodestructiva, "A Dos Metros Bajo Tierra" es una de las mejores series de televisión que he visto en mi vida (y su final sobrepasa los límites de la perfección) porque, para empezar, sabe compaginar perfectamente la esencia de la muerte con situaciones tan divertidas como las que os ofrezco aquí.

Yo, en un principio, me enamoré de ella por sus créditos iniciales, y posteriormente por sus personajes, su BSO y la profundidad de la trama. Sin embargo, me di cuenta de que esta serie iba a ser totalmente compatible con mis gustos en las escenas, ambas de la primera temporada, que os ofrezco abajo: pura originalidad y arte televisivo.

Que las disfrutéis.




Jerry

miércoles, 23 de mayo de 2012

Escena de la Semana (II): Lost



Echando la vista atrás al año 2010 me veo sentado en el sofá del llamado "cuarto de estar" a las 08:00 de la mañana gritando a mis hermanos pequeños para que saliesen de la habitación y me dejasen ver la televisión en paz.

No suelo gritar así por así a mis hermanos (a no ser que verdaderamente se lo merezcan) pero es que ese día, a esa misma hora, estaba ocurriendo algo mágico en ese cuarto. Algo mágico pero extremadamente triste: LOST terminaba... La serie que me había mantenido pegado a la pantalla y obsesionado durante nada más y nada menos que seis años, ponía un punto y final a su historia.

Sí, hace dos años terminó una serie de televisión que para mí ha sido, y será, la mejor serie de todos los tiempos. Y ya no sólo hablando de forma subjetiva, sino también objetiva: nunca antes una serie de televisión había tenido semejante impacto en el mundo entero. 

Pensaréis: "Menuda estupidez". Pero no lo es. Nunca antes, en la historia de la televisión, un episodio de una serie había sido emitido de forma internacional al mismo tiempo: EEUU, Canadá, Reino Unido, Italia, España, Portugal, Israel y Turquía pudieron disfrutar de un Season Finale épico al mismo tiempo, sin spoilers.

Sí, LOST puede ser todo lo polémica que queráis, puede gustaros o no, pero que yo sepa nunca antes los fans de una serie se habían reunido en el cine para ver la proyección del último episodio de un show de proporciones épicas.

Desgraciadamente, los que lo vimos en España contamos con un "Especial LOST" en la cadena Cuatro que era de todo menos especial: una panda de evidentes no-followers de la serie se dedicaron a explicar un final que no habían entendido, sumergiendo así en el caos a miles de espectadores que aún estaban en shock post-traumático por haber visto la última escena de una genial serie.

Pero da igual. LOST es, y siempre será, brillante.

Algún día os contaré por qué me lo parece.

[ATENCION: vídeo LLENO DE SPOILERS, si no eres fan de la serie y aún no la has visto, NO lo veas]


Jerry

sábado, 19 de mayo de 2012

Las Series y Mi Implicación


Tengo un serio problema: me implico demasiado.

No con la vida en general, ni con mis amigos, familia, o estudios (que también). No.  Me implico demasiado con las series de televisión.

Ya me pasó con LOST, cuyo final lloré con una euforia y alegría que nunca antes había sentido. Y no porque hubiese acabado, aunque eso me daba muchísima pena, sino porque el final de la serie me pareció excelente.

Sí, el final de LOST me pareció absolutamente brillante porque hizo que me diese cuenta de que para mí la serie, después de seis años de religiosas citas semanales con cada nuevo episodio, era nada más y nada menos que la historia de unos personajes a los que había terminado queriendo muchísimo. Me daba igual la isla, me daban igual muchos de los secretos no revelados (aunque, ojo, para mí revelaban la grandísima mayoría): la base lostiana que había construido durante todos esos años era una base llena de personajes interconectados.


Es inevitable: me implico demasiado y en ocasiones llego a querer demasiado a un personaje ficticio que se limita a mostrarme, a través de una ridícula pantalla, una realidad que no se corresponde con la mía. Es lamentable, es ridículo... Pero así es y no puedo evitarlo.

Sin embargo, os recomiendo fervientemente que no lo hagáis porque, tarde o temprano, os terminará haciendo verdadero mal.

Todo esto lo digo porque recientemente he visto un episodio de una de mis series más queridas y, desgraciadamente, mi personaje favorito ha sido sacrificado.

domingo, 7 de agosto de 2011

¿Series o Películas? (I)

No sólo me considero un fanático de las películas y de la gran pantalla… Soy, además, un auténtico obsesionado de las series de televisión y por ello voy a dedicar este artículo a todas las series de tv, fenómenos de puro entretenimiento entre los jóvenes de la sociedad de hoy en día que, sin embargo, no parecen tener una gran repercusión en el mundo del espectáculo. Además aprovecho para anunciar que, a partir de ahora, ¡Malditas Críticas de Cine! también tendrá una sección dedicada a series.

Todo comenzó hace ya unos años cuando, en verano, descubrí una serie que narraba los problemas, líos y romances de un grupo de chicos de California: un “friki” rico y un matón cuasi-sin familia contra el mundo de las niñas mimadas, los jugadores de waterpolo y… los cómics. ¿No sabéis aún de qué serie estoy hablando?. Sí, señores: The OC.

Gracias a esta serie mi futura pasión por la pequeña pantalla floreció y, desde entonces, no dejo de ver todo tipo de series (siempre y cuando me lo permita mi querida carrera). Me pondría a contaros acerca de todas las series que veo o dejo de ver (y por qué) pero eso ya se irá viendo conforme publique opiniones acerca de distintas series.

Volviendo al tema… Después de casi 8 años durante los cuales mi afición por las series ha ido en aumento, me he dado cuenta de que las series están infravaloradas. ¿Creéis que no lo están? Pues por ejemplo, ¿cómo es que es más común oír hablar de los premios que se le dan a una película y no de los que se le dan a una serie?, ¿cómo es que los actores de una serie nunca son tan conocidos como los de una película?, ¿cómo es que una serie puede causar una dependencia “a querer ver más” mucho mayor para el espectador que una película pero, al mismo tiempo, las series no terminan de hacerse sonar en el mundo del arte cinematográfico? Bingo.



El Tramposo Episodio Piloto.
Como muchos de vosotros sabréis, toda serie de televisión depende de un “episodio piloto”: un episodio normal y corriente que tiene de media una duración de 50 minutos. Si dicho piloto no gusta a la cadena de televisión (más concretamente a los productores), la serie se queda fuera mientras que si les complace, entonces éste será utilizado como primer episodio. Pero, ¡ojo!, la cosa no se queda ahí. Los productores no son los peores enemigos de una serie de TV: ese papel está reservado a la audiencia.

Aunque una cadena acceda a poner en marcha un proyecto, es el público el que dará el último voto: ¿Que no tiene mucha audiencia? Se cancela. ¿Que sí? Continúa… normalmente hasta que la audiencia diga “basta”.

Por ello, el primer episodio de una serie tiene que resultar lo suficientemente creativo como para convencer a la cadena de que puede desarrollar una historia aceptable y, además, debe resultar lo suficientemente atractivo, coherente y de calidad para que el público le dé el visto bueno. ¿Recordamos la prometedora Flashforward?: esta serie pasó el primer filtro, pero no el segundo… y así acabó.

Cuando hablamos de una película, no hay tantos filtros. La película se hace con un primer filtro. ¿Que no gusta? ¡Pues no ha gustado! Pero la película está hecha, y por ello dará dinero (que será más o menos dependiendo de su éxito). El perjudicado será el director, el actor, o quien sea: pero siempre de forma individual. Las series sufren en su gran totalidad. Por ello, desde mi punto de vista, las series de tv se llevan 1 punto por mayor mérito. Continuemos.

Personajes e Historia.
¿Qué es más difícil?:
a.- Desarrollar una historia en una película de 2 horas.
b.- Desarrollar una historia en una serie de tv que tiene 13 horas por año/temporada.

O vayámonos a otro campo:
a.- Personificar a unos protagonistas en una película de 2 horas.
b.- Personificar a unos protagonistas en una serie de tv.

Yo, en un principio, optaría por la respuesta “a” en ambas cuestiones. Esto se podría deber a que es más difícil plasmar unos personajes en 2 horas que en 13 porque quizás “no se dispone de suficiente tiempo” para profundizar en ellos. Además,, una historia de 2 horas es más difícil de contar que una que tiene bajo el brazo 13 horas al año.

Pero, ¿no sería más difícil mantener el atractivo de la personalidad, comportamiento y ocurrencias de un personaje durante un periodo de tiempo más largo? ¡El público se puede cansar de un personaje! Por ejemplo: tener a uno con el típico perfil de Jim Carrey durante 2 horas no le hace daño a nadie… ¿Pero durante 13 horas al año podríamos aguantar su excentricismo y sus muecas?. Lo dudo. (Anotación: he dicho Jim Carrey porque ayer vi Dumb and Dumber y… en fin; agota).

Además, una historia que tiene una duración mayor a 2 horas tiene el peligro de salirse de su camino, estropearse y decaer con mayor facilidad. Por ello, creo que las series van ganando en cuanto a dificultad para triunfar.

Estas son varias de las pocas cosas que creo que se deberían tener más en cuenta porque para mí está claro que el éxito de una serie es más complicado que el de una película. Con todo esto no estoy diciendo que una película es por ello peor que una serie. ¡Para nada!. El objetivo de la reflexión es ver cómo las series están infravaloradas. Parecen cosas diferentes ya que ambas están hechas para distintas situaciones y distinto público, pero ¡en realidad son formas distintas de hacer lo mismo!. Toda serie es una película larga, o toda película es una serie corta…

Jerry



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