Habiendo visto todas las
entregas anteriores de la saga mutante, resultaría poco lógico no terminar de
hacerlo viendo el polémico último episodio de la saga que Bryan Singer comenzó
allá por el año 2003 y del que yo mismo, a pesar de haber ido al cine a verlo, no tengo ni un mísero recuerdo.
Por esa intrigante
indiferencia y por lo poco halagadoras que resultaban ser las críticas a esta
tercera entrega de la serie, me armé con una resistente coraza de tolerancia,
adopté una actitud cuanto menos permeable y decidí adentrarme en el mundo que
Brett Ratner – director cuya carrera destaca por la cantidad de videos musicales
que llenan las líneas de su currículum – había preparado para los espectadores.
● Año: 2006
●
Director:
Brett Ratner
●
Cast:
Patrick Stewart, Hugh Jackman, Ian McKellen, Halle Berry, Anna Paquin, Famke
Janssen, James Marsden, Rebecca Romijn-Stamos, Alan Cumming, Brian Cox, Bruce
Davison, Kelsey Grammer, Shawn Ashmore, Ellen Page, Daniel Cudmore, Ben Foster…
●
Música:
John Powell
●
Duración:
104min
Si partimos de la base de que
los personajes principales estaban ya más que trabajados por dos entregas
anteriores, entiendo que la conclusión a esta saga podía tomarse los lujos de
prescindir de presentar en detalle a los viejos conocidos y de trabajarse poco
a nuevas y desconocidas caras cuya repercusión sobre el conjunto de la
franquicia iba a ser bastante poco importante.
Sin embargo, un amplio colectivo de los espectadores no opinaba lo mismo e incluso criticó la
elección de Brett Ratner como director de La
Decisión Final a pesar de saber que el queridísimo Singer decidió abandonar
la saga para dedicarse a la nefasta Superman
Returns, llevándose ya de paso no sólo los enamorados corazones de los fans,
sino también al personaje de Cíclope (James Marsden). Si a esta lista de
desgracias le añadimos la decisión de Alan Cumming (el Rondador Nocturno de X-Men 2) de evaporarse de la franquicia
por no querer soportar ni una vez más las arduas horas de maquillaje a las que tenía que
someterse para dar vida a su personaje, entonces creo que deberíamos dar
un respiro al Sr. Ratner y a todos los que participaron en la realización de
una película maldita que, sin embargo, no es, ni muchísimo menos, esa mediocre
cinta que muchos refieren.
El único problema que le veo a la
trama de este nuevo filme es que, tal y como ocurrió con su predecesora, es bastante
previsible. En La Decisión Final los
mutantes de Charles Xavier deberán hacer frente a los dirigidos por Magneto (la
llamada “Hermandad”) por su hostil actitud ante el descubrimiento de una
supuesta “cura” que suprime todos los “defectos” provocados por la mutación X. Ante
esto, y coincidiendo con un escalofriante descubrimiento por parte de Cíclope,
el profesor X deberá valerse de sus acólitos habituales y de su mayor valentía para
dar la cara ante la que probablemente sea la hora más oscura hasta ahora
presenciada para sus ideales.
Acompañada de la banda sonora
original más épica hasta ahora vista en la saga (labor del conocidísimo John Powell)
y de unos efectos especiales que – por lo menos en el Blu-Ray – son espectaculares, X-Men
3: La Decisión Final funciona como una satisfactoria conclusión a una saga cinematográfica que, para mi
gusto, ha resultado ser muy irregular (y eso que no voy a diseccionar los
spin-offs centrados en Lobezno) pero que con Días del Futuro Pasado llega a convertirse en una de las más
famosas por ese cross-over tan
espectacular entre la vieja generación y la nueva.
En definitiva, no sé si fue culpa
de la coraza de tolerancia o de la actitud permeable, pero lo que tengo claro
es que X-Men: La Decisión Final me pareció
una conclusión lo suficientemente satisfactoria como para no olvidarme nunca
más de su historia y como para no arrepentirme de habérmela comprado en formato
Blu-Ray.
Como siempre, voy a
contracorriente.
●Te
gustará si:
quieres disfrutar de una película de acción y aventuras decente, con muy buenos
efectos especiales, una banda sonora épica y con la única aspiración de
entretener al espectador.
●
No te gustará si:
esperas una abrumadora emotividad o un desarrollo de personajes tan pleno como
el de las entregas anteriores.
Jerry
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