sábado, 11 de abril de 2015

El Ego de David Fincher


Conforme avanza este ciclo en MCDC, más seguro me siento al decir que David Fincher es mi director de cine favorito. A pesar de que muchos de vosotros consideréis innecesario tener seguridad para contestar a la aparentemente simple pregunta que dice "¿quién es tu director de cine favorito?", durante mucho tiempo he sido incapaz de dar una respuesta sin por lo menos citar a cinco directores distintos, cuyos nombres nunca coincidían con las posteriores ocasiones en las que me enfrentaba a la misma pregunta. Sin embargo, creo que ha llegado el momento de tener una constante. Ha llegado el momento de que toda la vergüenza que sentía como cinéfilo al no saber qué contestar, desaparezca. 

Puede que Fincher sea más o menos soportable. Puede ser un soberbio, un egocéntrico y un sabelotodo. Pero es que puede serlo. Puede ser un sabelotodo porque, año tras año, demuestra que sabe todo lo que hay que saber para dirigir una película. Puede repetir todas las tomas que le de la gana porque da buenas razones para hacerlo. Puede ser egocéntrico porque, además de que la academia le retroalimenta por la agridulce indiferencia hacia su trabajo, dice verdades como puños.

Señores, estamos ante un director cuya carrera ha tenido tan pocos patinazos que, o la fortuna le acompaña por algún misterioso acuerdo con el diablo, o de verdad sabe lo que hace y, por eso, todo lo que dice debería ser tenido muy en cuenta.

Todo.



Jerry

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