jueves, 5 de mayo de 2016

Serie de Serias Seriedades | Serios Atracones


Imagínense por un instante que están en uno de esos días en los que el desayuno no es todo lo abundante que debiera, la mañana demasiado ajetreada como para escaparse a tomar un aperitivo, y la tarde tan frenética que sólo tienen tiempo para devorar un sándwich de mala muerte aprisa y corriendo. Imagínense que ese mismo día llegan a sus casas y cenan como reyes. Cenan tanto que veinticuatro horas después, y a pesar de necesitar un Almax y de haber dormido poco por la pesadez y distensión abdominal que han sufrido, están muy orgullosos de sí mismos por el nivel de satisfacción que su estómago ha alcanzado. Pues bien, esa es la sensación que todos sentimos al someternos a un atracón seriéfilo. Es exactamente la misma.



Aún recuerdo cuando, hace unos años, acostumbraba a arremeter contra todos aquellos que empezaban mis series favoritas a destiempo y que, en lugar de esperar semana tras semana a que un nuevo episodio llegase a la red, optaban por darse un buen atracón y ver una temporada de veintitrés episodios en cinco días. Sin ayuno previo y sin anestesia: de golpe, sin experimentar la emoción que suponía llegar a casa del colegio un viernes por la tarde para poder ver los nuevos cuarenta y tres minutos de viejas glorias como Perdidos.

Netflix, además de que va a sumir esa costumbre en el olvido, está poniendo de moda lo que yo hace muy poco tiempo seguía criticando: los banquetes seriéfilos. Y es que hoy en día la práctica de engullir episodios no sólo se da con aquellas series que uno decide ver cuando ya llevan varios años en emisión, sino que además las temporadas de producciones tan nuevas como House of Cards ó Daredevil pasan a estar disponibles - de principio a fin - al mismo tiempo, contribuyendo a que, durante un período máximo de siete días, sus seguidores echen el cerrojo a sus puertas y se olviden de sus amigos, novias, compromisos sociales y mascotas.


Yo ya he caído. Aunque hace muchos años dejé de ver The Walking Dead, en uno de esos días en los que no tenía absolutamente nada que hacer, decidí volver a darle una oportunidad. Y desde entonces no he parado. Me he convertido en esa bestia con polifagia en la que juré no convertirme.

Pero, ojo, no os equivoquéis. Todos los seriéfilos hemos estado ahí. Todos hemos vuelto de quedar con los amigos media hora antes para poder apurar un episodio. Todos hemos sacrificado una hora de sueño por saber algo más sobre el maldito cliffhanger en el que nos dejaron con el último episodio. Todos hemos deseado que llegase la hora de la siesta para dejar de estudiar y, en lugar de dormir, forzar unos minutitos de serie más. Todos nos hemos alegrado de que a nuestra pareja le surjan planes de última hora para poder disfrutar de no uno – sino CUATRO – capítulos más. Todos estamos cortados de la misma madera, así que, eventualmente, todos nos convertiremos en focas. 

O en mother focas.

Jerry
Imágenes vía IMP Awards & Den of Geek.

2 comentarios:

  1. Hola! A mi también me ha pasado eso, no precisamente con The Walking Dead que me tiene aburrida, ya solo la veo para saber como narices termina!

    Un saludo!

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  2. Muy buenas!
    Qué razón tienes. Yo también añoro esos tiempos en los que esperábamos ilusionados a que se emitiera el capítulo de nuestra serie favorita. Era todo un acontecimiento, uno de esos capaces de reunir a toda una familia con el mismo entusiasmo compartido. Y si se trataba de series con capítulos que se emitían una vez a la semana, aunque la espera era durísima, la emoción era mayor... la serie que más recuerdo haber seguido así fue House, creo que fue la única que vi íntegramente de la manera tradicional: por televisión, con sus anuncios y únicamente el día de la semana que tocaba jaja! Quizás por eso siempre será una de mis favoritas... la magia de seguir una serie de esa forma no tiene precio.

    Pero los tiempos cambian y nos obligan a cambiar, ¿no? Casualmente mencionas Perdidos, y justo esa es de las últimas que he estado consumiendo a modo de atracón jaja! No he podido terminarla todavía por culpa de mi carrera, pero estoy segura de que en cuanto la retome no tardaré mucho en llegar al final... me parece que yo también desapareceré de mi entorno social durante unos cuantos días jajaja

    Saludos Jerry!

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