lunes, 29 de julio de 2019

CLASICOS DISNEY | Fantasia (1940)


Si no me equivoco, Walt Disney nunca fue un entendido de la música clásica. Por lo tanto, no deja de ser sorprendente que escogiese un proyecto tan musical - y complejo - como Fantasia para encabezar la lista de sus primeros largometrajes. Es más, no sólo resulta sorprendente, sino arriesgado y pretencioso, pues que una cinta como ésta - calificada por muchos como la película experimental más grande jamás producida - corriese a cargo de alguien tan poco entendido de Bach, Tchaikovsky y compañía, podía parecer precisamente eso: pretencioso.

Independientemente de lo que se pueda pensar sobre su ideación y producción, Fantasía fue un auténtico triunfo para el género de la animación. Además de que amplió la capacidad de expresión del género, a ella se le atribuyen logros tan diversos como ser la primera contribución al campo de la animación documental (el segmento de The Rite of Spring se utilizaba regularmente en las escuelas de Estados Unidos como lección educativa), el primer largometraje en ser proyectado en la sala de un cine con sonido estereofónico (un logro que a día de hoy puede no parecer importante, pero que en los años 40 revolucionaría la industria) y, además, la perfecta excusa para modernizar el diseño de Mickey Mouse a una forma mucho más amigable y similar a la actual.

Sin embargo, si el desarrollo de Fantasia no fue todo lo pretencioso que uno puede pensar, eso se debe a que no fue sólo Walt el responsable de desarrollar la idea. Todo surgió después de que Disney y el reputado conductor de orquesta Leopold Stokowsky decidiesen trabajar juntos para dar forma al proyecto llamado El Aprendiz de Brujo que, en un primer momento, fue concebido como cortometraje independiente. Eventualmente, y viendo que la logística para desarrollarlo era muy compleja como para aprovecharla en un solo corto, Disney, Stokowsky y Deems Taylor - famoso crítico musical - terminaron dando forma a Fantasía: un conjunto de obras audiovisuales que combinarían el arte de lo visual con piezas de música clásica como nunca antes se había visto.

Así nació uno de los clásicos de la compañía más distinguidos de todos. Y es que, aunque el entusiasmo del público por Fantasia - y el mío en concreto - no es comparable al de otros títulos mucho más amigables, el tercer largometraje de la compañía ha dejado una indiscutible huella en la historia de la compañía - y del cine en general - como pocas otras.

NOTA CURIOSA: el segmento Pastoral Symphony de la versión original de 1940 contaba con la presencia de dos pequeñas asistentes - una de ellas conocida como Sunflower - que ayudaban a las centauros a prepararse para la llegada de sus pretendientes. Resulta que estas asistentes, cuyo papel no era otro que el de servir (pulir las pezuñas de las centauros, organizar la llegada de Baco, etc), tenían la piel oscura, los labios grandes y el pelo negro rizado organizado en coletas. Sabiendo que esto resultaba ofensivo para la población negra, en las versiones de 1969 en adelante estas secuencias fueron omitidas, para ya en 1990 volver a ser incluidas sin - eso sí - la presencia de las asistentes.

Jerry
Imagen vía Oh My Disney

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