Con la “vuelta a la rutina” (o al “cole”) todos nos ponemos un poco dramáticos y, ante eso, nos sentimos más atraídos hacia películas de ese género. Sí, a muchos de nosotros nos pasa. Ocurre exactamente lo mismo cuando uno está triste y decide ponerse música deprimente para hundirse más aun en la miseria. Pues señores, si estáis en esa situación y os apetece ver una película dramática, no os podéis perder Réquiem por un Sueño, una película que te dejará sin aliento…
● Año: 2000.
● Director: Darren Aronofsky.
● Cast: Ellen Burstyn, Jared Leto, Jennifer Connelly, Marlon Wayans.
● Música: Clint Mansell.
● Nominación Oscar: Mejor Actriz (Ellen Burstyn).
● Duración: 102min.
Alguien que lea el título claramente sacará conclusiones acerca de los giros que dará la película. ¿Por qué? Pues porque todos sabemos que un réquiem es una pieza musical que se canta en misas de difuntos y, si la película se llama Réquiem por un Sueño, podremos intuir que el dichoso réquiem se producirá como resultado de un sueño u objetivo de alguno de los personajes de la cinta. Es decir, esta película acabará mal.
No he puesto una “alerta:SPOILER” porque todos sabemos leer y, la verdad, el título es bastante explícito. Además, para los más cinéfilos, el apellido Aronofsky es sinónimo de tragedia. ¿O no? A este famoso director ya le conocemos por títulos más recientes como The Wrestler y Black Swan, dos películas que nos muestran a unos personajes extremos, con destinos vitales terribles y que tienen una vida desdichada.
Réquiem por un Sueño no va a ser para menos. Se trata de una adaptación al cine de una novela que cuenta con una historia impactante que describe cómo los sueños, ambiciones y vidas de distintos drogadictos se ven reducidos a cenizas por el consumo de drogas (tales como anfetaminas o cocaína). Y es que, no sólo la historia es una terrorífica joya capaz de hacerte sentir verdaderamente mal, sino que la forma en la que las páginas del libro han sido traducidas a la gran pantalla es absolutamente magistral.
La historia cuenta cómo un drogadicto llamado Harry (Jared Leto) decide reunir, con la ayuda de su novia (Jennifer Connelly) y un amigo, mucho dinero a través de la venta de droga para poder abrir un negocio y tener así una vida mejor. Por otra parte, Sara (una increíble Ellen Burstyn que interpreta a la madre de Harry) es una adicta a la televisión que recibe la noticia de que podrá aparecer en su programa de televisión favorito, lo que le lleva a una obsesión por adelgazar que le conducirá al consumo de drogas y finalmente a un destino trágico.
Como podemos ver, la trama principal de la película es la adicción (ya sea a sustancias estupefacientes o a cosas tan comunes como la caja tonta) y, además, la ambición. A raíz de esto, el filme puede hacer que nos preguntemos cosas como: ¿Hasta qué extremos podemos llegar por algo que consideramos un “sueño” o por algo que simplemente resulta ser un capricho? ¿Cómo nos dejamos influenciar por lo que parece ser lo “más valorado” por la sociedad? ¿El fin justifica los medios?.
Queremos comentar que nos resulta curioso que el título de la película haga referencia a una pieza musical que a más de uno pueda ponerle la piel de gallina y que, además, la banda sonora de este largometraje sea considerada como una de las más inquietantes de todas las vistas y oídas. Clint Mansell, en esa épica y brutal escena final (o cuasi-final), consigue que más de uno sienta un horror interno que, a mí personalmente, me obligó a tener que dejar de mirar lo que estaba sucediendo en la película. Es brutalidad pura y dura, y todo lo demás son tonterías.
Esta tan trepidante banda sonora, junto con las peculiares escenas en las que los protagonistas consumen droga, el buen desarrollo de la historia y las grandes actuaciones hacen que esta película en un primer momento te haga pegarte a la pantalla. Sin embargo, cuando todo se empieza a complicar y los protagonistas comienzan a recorrer los oscuros caminos de la desesperación como consecuencia del llamado “mono”, esta película se convierte en una verdadera pesadilla que hace daño a la vista mostrándote con todo detalle hasta dónde son capaces de llegar los protagonistas para, ya no cumplir sus sueños, sino conseguir más droga.
No sería justo infravalorar esta película por la realidad de lo que muestra pero sí hay que advertir que tiene una serie de escenas que provocan miedo, tristeza y odio en estado puro. Muestra la degeneración de la persona por la droga, el abuso de los camellos hacia sus clientes, los precios que están dispuestos a pagar los adictos para frenar la situación de “mono”, las consecuencias tanto físicas como psíquicas del consumo, la pérdida de principios y convicciones…
Así que si quieres saber lo que es la droga, lo que hace, lo que destruye, y en lo que te convierte, no te pierdas esta película. Pero, ojo, estate preparado para no sólo disfrutar de un cine de extrema calidad, sino para pasarlo verdaderamente mal.
"Aparatosa, irregular, pero fascinante nueva obra de Aronofsky" (Javier Ocaña: Cinemanía)
Increíble este peliculón, grandísima actuación de Ellen Burstyn, quizás algo sobrevalorada sobre todo por la magnífica BSO (para mí de las mejores de la historia del cine) pero que todo el mundo debería ver para sufrir en sus carnes la cruda realidad.
ResponderEliminarY como siempre, crítica a la altura de la película ;)
¡Muchas gracias Numantino90!
ResponderEliminarEstamos de acuerdo, esta película es un clarísimo "must-see" (como dirían los americanos).
Un saludo!
La primera vez que vi esta pelicula me encanto, porque pocos son los directos que se atreven a retratar de forma tan veridica como el ser humano puede caer tan bajo con tal de seguir consumiendo auqello que lo acaba por dentro.
ResponderEliminarEsta pelicula como tu lo comentas, te hace sentir, rabia, coraje, tristesa, en horabuena por el director, puedo confesar que Requiem por un sueño es de mis peliculas favoritas