Debido a problemas de tiempo, me ha sido imposible someter a crítica a una serie que me ha acompañado durante ocho años y que, sinceramente, y a pesar de que me encantaba, no fui capaz de aceptarlo y comentarlo con gente conocida porque el decir que veo una serie llamada Mujeres Desesperadas puede ser malinterpretado ("es una serie de chicas", "es un culebrón", "¿es una serie....X?"). Prejuicios.
Sin embargo, ahora lo digo: Mujeres Desesperadas es, y siempre será, una de las series de TV con la que más me he reído en mi vida (y estoy esperando a que saquen en venta la serie completa para comprármela).
Esta serie de la cadena ABC cuenta las disparatadas aventuras de un grupo de cuatro amigas (y vecinas) habitantes de una pequeña y tranquila calle llamada Wisteria Lane, en Fairview (EEUU).
Las protagonistas (Bree, Gaby, Susan y Linette) ven cómo sus vidas comenzarán a cambiar de forma radical cuando el terrible suicidio de una de sus amigas acontece en el barrio y, con ello, un terrible secreto sale a la luz. A partir de entonces, el tranquilo vecindario pasará a ser un hervidero de desgracias, crímenes, desastres naturales y situaciones siniestras que mantendrán al espectador en vilo durante ocho temporadas.
Y ya no sólo me divertía esa trama oscura ambientada en un barrio tan reluciente... No. Las protagonistas de la historia son absolutamente geniales: amas de casa, solteronas inseguras, esposas infieles, mujeres conservadoras y altamente frívolas, vecinas exhibicionistas... Todas y cada una de las vecinas del barrio tienen algo especial que hace que te enamores de ellas y te rías a carcajadas con todo lo que hacen y dicen.
Si aún no has visto Mujeres Desesperadas, no dejes de hacerlo: es una de esas series que ha dejado huella en la historia de la televisión.
Aquí os dejo la promoción de la octava, y última, temporada.
Que la disfrutéis.
Jerry
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