Ya hemos podido ver cómo en
África ocurren tragedias tanto con diamantes de sangre (en países como Sierra Leona) como con las diferencias entre etnias (en Ruanda). Sin embargo, lo que
aún no hemos visto es cómo la escasa llegada de fármacos, el consumo
de los mismos en mal estado y su experimentación en estos países, componen una durísima crisis constante en África.
El
Jardinero Fiel
es un filme de Fernando Meirelles (Ciudad
de Dios, A Ciegas) basado en la
novela homónima de John Le Carré, cuya trama gira en torno a una intrincada
conspiración empresarial por parte de compañías farmacéuticas en el país de
Nigeria, donde, sin escrúpulo alguno y basando sus acciones en el supuesto “bien posterior”, se llevan a cabo
ensayos ilegales de un fármaco denominado Dypraxa.
A pesar de que dicho nombre (Dypraxa) no haga referencia a un farmaco real, de que todos los personajes del
filme sean ficticios y de que la acción suceda en Kenia, la novela de John Le
Carré está inspirada en unos eventos que tuvieron lugar en el año 1996 en
Nigeria; donde una multinacional estadounidense (Pfizer: una “eminencia” en
investigación biomédica) aprovechó una epidemia de meningitis para experimentar
en cerca de 200 niños con fármacos en desarrollo que ocasionaron ceguera,
sordera, malformaciones y muerte en muchos de
los pobres críos.
● Año:
2005
● Director: Fernando Meirelles
● Cast: Ralph Fiennes, Rachel Weisz, Hubert Koundé,
Danny Huston, Bill Nighy…
● Música: Alberto Iglesias
● Nominaciones a los Óscar: Mejor
Guión Adaptado (Nominada), Mejor BSO (Nominada), Mejor Edición (Nominada), Mejor
Actriz de Reparto (Weisz-Ganadora).
● Duración: 129min.
Fernando Meirelles es un
director de origen brasileño que me cautivó con el manejo de la cámara en Ciudad de Dios: ese ritmo frenético e
intensidad visual no lo había visto antes en mi vida y me pareció un estilo
que, hasta ahora, considero muy personal de Meirelles y, además, muy efectivo.
Fue mi asombro ante la
historia, y la forma de contarla, de Ciudad
de Dios lo que me llevó a ver El
Jardinero Fiel, un filme en el que el protagonista, llamado Justin (Ralph Fiennes), es un
benévolo diplomático británico casado con una joven activista llamada Tessa (Rachel Weisz) que,
tras fallecer, deja un legado de intrigas y misterios que harán que Justin se
sumerja en una red de corrupción farmacéutica de la que acabará sabiendo
demasiado.
A pesar de que la película
goce de ese toque Meirelles que tantísimo me gusta, de que la historia sea muy
intrigante y de que las actuaciones sean dignas de los actores que las
protagonizan, El Jardinero Fiel no terminó pareciéndome tan sumamente prometedora como me la habían
pintado.
La trama es inquietante pero
carece de tantas intrigas como uno se pueda imaginar. Además, el famoso fármaco Dypraxa puede terminar perdiendo interés
debido a la aún-más-intrigante persona de Tessa: es extraño, pero
para mí terminó siendo más interesante la protagonista interpretada por Rachel
Weisz que los propios ensayos de los fármacos en mujeres embarazadas. Una pena.
A pesar de esa pequeña pérdida
de potencia concienciadora, esta
película resulta muy útil para, aparte de aprender de un grandísimo director de
cine que sabe cómo manejar una cámara y reflejar ese África lleno de corrupción
y, a su vez, de curiosísima y tan diferente cultura, también sirve para
apreciar como la vida en África es mil veces más dura que en los países
desarrollados por el simple y tristísimo hecho de que los fármacos que les
llegan pueden no estar en perfectas condiciones y de que dicho aporte depende
de países extranjeros que, como ocurrió en Nigeria, pueden anteponer sus
intereses económicos a unos principios humanos fundamentales.
Os recomiendo mucho la
película porque sé que es una gran película. Sin embargo, a mí hubo algo que no
me terminó de aventurar a otorgarle un sobresaliente como nota final.
●Te
gustará si:
buscas una historia de intriga basada en multinacionales sin escrúpulos o si
quieres ver una historia ficticia de una absoluta realidad.
●
No te gustará si:
las tramas complicadas (y presentadas en desorden) no te convencen.
Jerry
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