Mis amigos me tienen ya caladísimo.
Cuando le comenté a uno de ellos, antes de que comprásemos las entradas para
ver Tomorrowland, que el día anterior
había ido al cine a ver It Follows,
él inmediatamente comentó, mientras su novia se reía y me pedía que no volviese
a ir solo al cine porque le daba mucha pena, que estaba seguro de que no había visto la
nueva cinta de Disney porque sabía que él habría querido ir a verla. Y es
cierto.
Aunque parezca una estupidez,
tengo que pensármelo mucho antes de ir al cine solo. A pesar de que
disfrute de la experiencia de ir por mi cuenta sin tener que depender
de nadie, nunca está de más contar con alguna compañía. Por
eso aquel domingo fui a ver It Follows,
un filme que dudaba mucho que mis amigos quisiesen ir a ver, y al día siguiente, que sabía que mis amigos irían al cine, Tomorrowland. Y esas cosas.
● Año: 2014
●
Director:
David Robert Mitchell
●
Cast:
Maika Monroe, Keir Gilchrist, Daniel Zovatto, Jake Weary, Olivia Luccardi, Lili
Sepe…
●
Música:
Disasterpeace
●
Duración:
100min
“No piensa. No siente. No se
rinde”. Con esa premisa, y un más que decente tráiler, la cinta
estadounidense de terror llamada It
Follows consiguió intrigarme lo suficiente como para arrastrarme al cine un
domingo por la tarde con la única compañía de mi sombra y mis ganas de pasar
una calurosa y soleada tarde de primavera en una fresca y oscura sala de mi
segunda casa.
Reconozco que, a pesar de no
haber leído nada sobre el segundo largometraje de David Robert Mitchell, sí
sabía que los críticos lo habían alabado y que, supuestamente, su originalidad
brillaba tanto que hasta había sido comparado con la apasionante La Cabaña del Bosque. Por lo tanto, las
expectativas estaban muy altas. Porque lo de Drew Goddard estaba a otro nivel.
Los críticos no se
equivocaban. Aunque el epicentro de la trama de esta película gire en torno a
una idea bastante similar a la que – hace ya tiempo – Gore Verbinski nos
introdujo adaptando el clásico japonés de The
Ring, las connotaciones que la cinta de Mitchell lleva implícitas la sitúa
a un nivel bastante superior que aquel en el que se encuentra el vídeo de Samara. En It Follows, Mitchell
(que también es el guionista) nos presenta una inquietante
maldición que persigue y atormenta a sus víctimas y que, curiosamente, se
adquiere de la manera más sencilla que os podáis imaginar: manteniendo relaciones
sexuales.
Utilizando esta clarísima
metáfora a lo tormentosas que pueden llegar a ser las enfermedades de
transmisión sexual, It Follows mete
el dedo en la llaga de la banalidad que hoy en día gobierna al sexo y en la del
instinto más primitivo y salvaje que puede despertar en los individuos que se
sienten desprotegidos en actividades tan íntimas como ésta. Así, It Follows se convierte en una
interesante herramienta de denuncia cuyo mensaje es tan claro que hasta
resultaría ofensivo no plantearse si de verdad está bien
ejercitar ese libertinaje sexual que tan extendido está entre las generaciones
más jóvenes de nuestra sociedad. Porque, aunque no lo parezca, los errores que se
cometen a esas edades te acaban persiguiendo el resto de tu vida: lo harán poco
a poco, porque son lentos y se camuflan, pero te terminarán alcanzando. “Es lento, pero no estúpido”.
Haciendo un uso apasionante
del sonido y de la música – que, por cierto, me recuerda muchísimo al estilo
retro del trabajo de Cliff Martinez para Sólo Dios Perdona - It Follows se
convierte de inmediato en uno de esos clásicos de terror instantáneos que,
además, funciona perfectamente como una grandísima y perturbadora película indie.
Dadle
tiempo.
●Te
gustará si:
te gusta el cine indie o quieres ver una película de terror poco convencional.
●
No te gustará si:
eres de los que no aguantan filmes en los que las explicaciones sobre la trama
brillan por su ausencia.
Jerry
Hola! Últimamente las películas de terror me decepcionan porque no me dan miedo, me dan asco.
ResponderEliminarGracias por la crítica.
Un saludo!