Es curioso cómo la concepción
que el espectador tiene sobre el cine de terror va cambiando con el paso del tiempo.
Cuando somos pequeños, este tipo de películas espanta porque son las
responsables de que se tengan problemas para conciliar el sueño. Cuando
crecemos y empezamos a hacer planes con nuestros amigos, se convierten en ese
extraño ritual que nos reúne a todos en grupo por eso de que “pasar miedo en
compañía mola”, mientras que, cuando
ya alcanzamos una edad, las películas de terror o nos encantan, o las detestamos.
Es así. No conozco a nadie que
vaya a ver una película de terror “porque sí”. Todos aquellos que acuden
religiosamente a las salas para ver filmes como The Witch son individuos que sienten especial debilidad por un
género que, aunque llegó a caer muy bajo, desde hace unos años está resurgiendo
de sus cenizas. Unas cenizas que comenzaron a desaparecer con las fantásticas
cintas de James Wan y que, a día de hoy, y gracias al indiscutible éxito de The Babadook (Jennifer Kent, 2014), está
empezando a salpicar al cine indie.
● Año: 2015
●
Director:
Robert Eggers
●
Cast:
Anya Taylor-Joy, Ralph Ineson, Kate Dickie, Harvey Scrimshaw, Ellie Grainger,
Lucas Dawson.
●
Dirección Fotografía:
Jarin Blaschke
●
Banda Sonora:
Mark Korven
●
Duración:
93min
Sería injusto no comenzar esta
entrada arremetiendo contra el gran pecado que Expediente Warren: El Caso Enfield (James Wan, 2016) comete contra
el género. La película, que a mí personalmente me satisfizo, no deja de ser uno
de los productos menos originales de su director. Con unos firmes cimientos
sobre los que construir la historia (recordemos la cinta previa de 2013), Wan
ha creado una película técnicamente brillante que, sin embargo, y a pesar de su
notable esfuerzo por documentar los eventos basándose en el material recogido
allá por los años setenta, no termina de ser todo lo original que pudiera por
la cantidad de elementos que toma prestados de trabajos propios como Insidious (2010), la misma Expediente Warren (2013), de éxitos
recientes como The Babadook (Jennifer
Kent, 2014) y de, por supuesto, clásicos como El Exorcista (William Friedkin, 1973).
Es en ese preciso detalle en
el que The Witch sale ganando. La
ópera prima de Robert Eggers, un joven americano que en el festival de Sundance
recibió el premio al Mejor Director, no sólo es temáticamente innovadora por lo
poco habitual que es - a día de hoy – ver largometrajes que se tomen en serio
el tema de la brujería, sino que además el estilo con el que Eggers ha construido
este largometraje es magnífico. Y su carrera no ha hecho más que empezar.
Impregnando los fotogramas de
un siniestro y perturbador tono grisáceo, Eggers (que también ejerce como autor
del guión) nos cuenta la historia de una familia de Nueva Inglaterra que es
expulsada de la comunidad cristiana a la que pertenecía. Estableciendo su hogar
en la frontera de un denso bosque, esta familia, integrada por un matrimonio y
cinco hijos, a pesar de querer empezar una vida nueva guiada por su
incondicional fe en Dios, será testigo de cómo la paz que buscaba resulta
inalcanzable tras la extraña desaparición de uno de sus vástagos; un evento que
acarreará la creciente sospecha de que el mal que anida en el bosque se está
abriendo paso entre los muros de su humilde morada.
Gracias a una ambientación
consistente, un diseño de producción envidiable, unas actuaciones de infarto y
al empleo de un inglés antiguo que fluye de las bocas de los personajes con una
naturalidad pasmosa, The Witch,
castigada en las salas por su condición de película indie, es una de las películas de terror más interesantes de los
últimos años. Y si esto es así es porque, gracias a la oportuna ignorancia del
principiante, Eggers ha derrochado originalidad, personalidad y entusiasmo sobre
un guión que se sitúa en una categoría más allá de lo puramente comercial.
Por lo tanto, el debut de
Eggers como director es un triunfo en toda regla. Su ópera prima funciona tanto
como película de terror, como drama de época, respira sin ataduras, y su trama
fluye con el ritmo que ella misma se plantea, retando así al espectador a
enamorarse de su naturalidad o a enemistarse con una obra que dista mucho de los
productos tan mediocres a los que estamos acostumbrados.
Marca Sundance, señores
●Te
gustará si:
disfrutas del cine indie, de
películas de terror poco convencionales, o de todo filme con un apartado
técnico apabullante.
●
No te gustará si:
crees que vas a ver una de esas películas de miedo que tanto te gusta ver con
tus amigotes.
Jerry
Imágenes
vía Wired
Póster
de IMP Awards
Hola! Esta película tiene pinta de ser de miedo y no de asco así que no la descarto Es que últimamente las películas de miedo no me dan miedo me dan asco, jajaja!
ResponderEliminarUn saludo!