martes, 11 de octubre de 2016

Martes Criticón | Un Monstruo Viene a Verme

No termino de entender por qué, pero desde el momento en el que vi el tráiler de Un Monstruo Viene a Verme, supe que lo nuevo de Juan Antonio Bayona iba a ser algo especial. Algo tan especial que sería capaz de arrastrarme a la sala de un cine el mismo fin de semana de su estreno y que conseguiría emocionarme desde sus primeros minutos, bañados por una formidable introducción en forma de créditos iniciales.

Y es que, aunque en las series de televisión este tipo de créditos haya pasado a ser un requisito casi obligado para su buena recepción, pocas son las películas que – a día de hoy – cuentan con una primera secuencia que introduzca como es debido a los que formaron parte de ella. Existe una triste tendencia, sólo ignorada por algunos títulos de la Marvel, de ir directos al grano y obviar uno de los momentos más mágicos de una película… Un momento idóneo para que sus realizadores exploten su creatividad y dejen cimentado el camino que los espectadores van a recorrer.

Un momento muy simple que, en definitiva, puede ganarse toda la atención del público.



● Año: 2016
● Director: Juan Antonio Bayona
● Cast: Lewis MacDougall, Sigourney Weaver, Felicity Jones, Toby Kebell, Liam Neeson.
● Dirección Fotografía: Oscar Faura
● Banda Sonora: Fernando Velázquez
● Duración: 108min


De esta forma, rompiendo con las costumbres de hoy en día, los primeros minutos de Un Monstruo Viene a Verme están dedicados al arte de hacer cine. Mientras Fernando Velázquez deleita nuestros oídos con un aperitivo de las fantásticas partituras que nos acompañarán durante el resto de la proyección, Bayona ofrece una inesperada danza de curiosas acuarelas que introducen - con una efectividad asombrosa - su nuevo trabajo: un drama familiar en el que un crío de trece años tendrá que lidiar – monstruo mediante – con la terrible enfermedad de su madre.

Ese chico se llama Conor O’Malley, un tipo reservado, soñador y con sangre de artista, que está sumido en un torbellino de complejas emociones que no es capaz de comprender y que nacen del devastador estado de su madre, el desarraigo de su padre, y la crueldad de unos compañeros de clase que tampoco son capaces de procesar el daño que están infringiendo sobre un alma tan frágil como la de Conor. Un alma que recurre a “su amigo el monstruo” para escapar de una realidad que, desgraciadamente, le viene demasiado grande.



En este dramático contexto, tratado con una delicadeza exquisita, Bayona no sólo ha aprovechado para dar vida al que es su más emocionante y sentimental trabajo hasta la fecha, sino también para demostrar que hay veces en las que dejar escapar la creatividad combinando la imagen real con la animación puede originar una película tan grandiosa como para que en Estados Unidos se haya decidido retrasar su estreno para acercarlo aun más a la temporada de los Oscar.


Porque sí: Un Monstruo Viene a Verme apesta a Oscar. Bayona, ayudado por un reparto estelar y un grupo de profesionales aparentemente extraordinario, ha cerrado la trilogía sobre la muerte y la maternidad con una clase envidiable. Y si digo esto no es sólo porque el apartado técnico del filme sea sobresaliente, sino porque su humanidad desborda. Si con El Orfanato el corazón se encogía y con Lo Imposible se ablandaba, con Un Monstruo Viene a Verme se encoge, se retuerce, se ablanda y llora por una familia que está angustiada por lo injusta que es la realidad que le ha tocado vivir. Una realidad que se entrega al espectador a través de los inocentes – y muy acertados - ojos de un crío que no entiende lo que ocurre y que, consecuentemente, hace del sufrimiento una emoción mucho más desgarradora.


Recuerdo que, durante la proyección de la película, hubo un momento en el que el público rió por lo que estaba viendo. Conor había hecho una presunta travesura y varios espectadores decidieron desahogarse con una carcajada aparentemente justificada. Sin embargo, conforme pasaban los segundos de esa misma escena, todos y cada uno de los que habían reído se fueron dando cuenta de la terrorífica realidad que esa supuesta travesura reflejaba. 

La realidad de un simple crío que era demasiado mayor para ser un niño, y demasiado joven para ser un hombre.


●Te gustará si: disfrutas del buen cine y de esas películas llenas de ternura pero ávidas por arrancarte una más que justificada lágrima.

● No te gustará si: has tenido que lidiar con la enfermedad de un ser querido recientemente.


Jerry
Imágenes & Póster vía Universal

4 comentarios:

  1. Hola! Tengo muchas ganas de verla! Muchas gracias por la crítica!

    Un saludo!

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  2. Mi hermano..... me has convencido para ir a verla...... tiene mucho tiempo que espero una película así, y teniendo este director "Lo imposible" detras de el, definitivamente me lanzo a verla.
    Saludos!!

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    Respuestas
    1. ¡Jose Francisco! Qué alegría volver a verte por aquí. ¡No dudes en contarme qué te parece la película cuando la veas! ¡Un saludo!

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