miércoles, 12 de octubre de 2016

OPINION | El Desastre de 'El Codigo Da Vinci'


A pesar de que El Código Da Vinci (Ron Howard, 2006) consiguió recaudar la indecente cantidad de 758 millones de dólares durante su paso por los cines de todo el mundo, la primera adaptación a la gran pantalla de las novelas de Dan Brown siempre será recordada como uno de los peores trabajos del mismo cineasta que recibió la estatuilla a Mejor Director por Una Mente Maravillosa (2001).

Con El Código Da Vinci, Ron Howard - director de cine de cierta valía y padre de la célebre Bryce Dallas Howard - decidió embarcarse en la difícil tarea de adaptar uno de los fenómenos literarios más exitosos y polémicos de los últimos años; un fenómeno que, como consecuencia de las declaraciones que hacía sobre la Iglesia Católica y el Opus Dei, había estado salpicado por un escándalo que muy bien podría no haber sido trascendente si todos hubiésemos asumido que Dan Brown no escribió una novela histórica, sino una de ficción.

Sin embargo, la producción de esta primera aventura de Robert Langdon también fue conflictiva. Así como no se permitió el rodaje de la misma en algunas de las localizaciones clave de la trama (como la iglesia de Saint Suplice ó la Abadía de Westminster), no fueron pocas las concentraciones en contra de su adaptación o los llamamientos por parte de personalidades de la Iglesia para someter a esta película a un boicot una vez estrenada.

Y así como me parece un disparate que se le de tanto juego a una mísera novela como es El Código Da Vinci, también me asombra lo desastrosa que terminó siendo la cinta de Howard: una película mal elaborada, con diálogos que rozaban lo ridículo, una edición de sonido pobre, una explotación nefasta de su banda sonora y un reparto que, o bien no recibió buen feedback por parte del director (¿qué le pasaba a Audrey Tatou?), o bien estaba en contra de que la película fuese un éxito. Porque, aunque la historia de cómo la Iglesia había ocultado durante siglos la verdadera identidad de María Magdalena y el significado del Santo Grial es verdaderamente intrigante, la realización de la misma fue nefasta.

Por lo tanto, todos aquellos que se estén preparando para el estreno de lo nuevo de Ron Howard, un director por el que - todo sea dicho - siento simpatía, os ruego prescindáis de El Código Da Vinci: un filme que sólo brilla por su banda sonora original y por la presencia de Ian McKellen, el único personaje convincente de una historia que muy bien podría haber sido un éxito tanto de taquilla, como de crítica.


Jerry F
Imagen vía Wikia

1 comentario:

  1. Hola! La película no está mal pero me gustó más el libro y además en la película cambiaron completamente el final cosa que me enfureció!

    Un saludo!

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