viernes, 16 de diciembre de 2016

Viernes Criticón | Rogue One: A Star Wars Story


Lo queramos o no, estamos viviendo un momento histórico, y la mayoría de los que ayer por la noche fuimos al cine a ver Rogue One: A Star Wars Story lo sabemos bien. Lo sabemos tan bien que muchos de nosotros compramos palomitas con el único propósito de conseguir el cubo metálico inspirado en la película. Lo tenemos tan interiorizado, tan adherido a todas y cada una de las células que componen nuestro cuerpo, que hay quienes, al ver salir a la masa de espectadores de una sala en la que acababa de ser proyectado lo nuevo de este grandioso universo cinematográfico, nos llevábamos las manos a las orejas para evitar que ni el más mínimo detalle de la trama consiguiese arruinar lo que en poco tiempo presenciaríamos. Tenemos tantas ganas de vivir esto con la intensidad que merece que, cada vez que su musicalmente arrebatador tráiler era proyectado en una sala, bajábamos la vista y disfrutábamos de los sonidos de los cazas TIE y las melodías de Williams mientras nuestros ojos permanecían ciegos a lo que Gareth Edwards ha construido: una precuela digna de Star Wars.

Año: 2016
Director: Gareth Edwards 
Reparto: Felicity Jones, Diego Luna, Ben Mendelsohn, Donnie Yen, Mads Mikkelsen, Alan Tudyk, Riz Ahmed, Jiang Wen, Forest Whitaker…
Guión: John Knoll, Gary Whitta
Dirección Fotografía: Greig Fraser
Banda Sonora: Michael Giacchino
● Nominaciones a los Oscar: Mejor Sonido (Nominada), Mejor Efectos Especiales (Nominada)
Duración: 133min.

Como venía diciendo, estamos viviendo un momento histórico. Si el año pasado pudimos ser testigos de uno de los eventos más emocionantes de nuestra corta historia cinematográfica por la prolongación del legado Skywalker en El Despertar de la Fuerza (J.J.Abrams, 2015), el 2016 ha sido el año seleccionado para extender el universo creado por George Lucas hasta el mismísimo borde exterior, un suceso de valor incalculable si tenemos en cuenta que la decisión que tomó Disney - tras hacerse con Lucasfilm - de estrenar una película al año sobre aquella galaxia muy, muy lejana, podría tener fecha de caducidad.

Es inevitable pensar que la mecha que ahora arde con tanta vitalidad, con el tiempo quizás termine apagándose… Porque, a día de hoy, la emoción, el hype, la nostalgia y nuestra más visceral subjetividad son las dueñas de nuestros juicios y actos, algo que no tiene por qué mantenerse con el tiempo. Por lo tanto, por eso de que ahora sentimos una descarada sed de retroalimentación emocional, las posibilidades de disfrutar de esta experiencia son tan elevadas que sólo un loco desperdiciaría la ocasión para sentir un escalofrío al escuchar al público chistar nervioso ante la aparición del logo de Lucasfilm o al presenciar el rugido de ese gran aplauso que da por cerrada la proyección de la película.


Así, Rogue One: A Star Wars Story, a pesar de que cuenta una historia que a muchos no les parecerá atractiva (mientras que otros la tacharán de revolucionaria), hace que aquella galaxia que tanto deslumbró en el pasado recupere la vitalidad que se perdió con las precuelas. Gracias a nuevos - y apasionantes - personajes y planetas de los que jamás habíamos oído hablar, a compositores con ganas de adaptar su estilo a la melodía original, a directores con ganas de innovar y compañías sedientas por hacer caja, a un diseño de producción más rudimentario, auténtico y enérgico, y a un abordaje de la historia más oscuro y pasional, la película dirigida por Gareth Edwards sirve como recordatorio de la grandeza de este universo, como puente entre las nuevas y viejas generaciones, y como escopetazo de salida para todos aquellos que – sorprendentemente – aún no han decidido iniciarse en lo que muy probablemente podría llamarse “el culto Star Wars”.


Y es que, a pesar de que la producción de la película se vio envuelta en un aura de escurridizo misterio por eso de que, una vez rodada y repasada, se decidió volver a filmar gran parte de sus escenas, el resultado final de Rogue One es fantástico. Porque, aunque esta explosiva aventura espacial tenga sus fallos (que, honestamente, después de haberla visto una sola vez no soy capaz de identificar), la expansión que se hace de su universo está tan llena de guiños a sus predecesoras y de tanto material nuevo, que cualquiera puede enamorarse de ella. 

Absolutamente cualquiera.


●Te gustará si: quieres zambullirte en una galaxia que, pese a resultar extremadamente familiar, parece que acaba de ser descubierta.

● No te gustará si: eres de esos que rechazan cualquier tipo de producto que lleve las palabras “Star Wars” en su portada.


Jerry
Imágenes vía Screenrant & Slashfilm
Póster de IMP Awards

8 comentarios:

  1. Hola! Tengo muchas ganas de verla, espero que me guste!

    Un saludo!

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  2. Yo la vi y si me gustó, más que nada el saber el "como" se había realizado ciertos echos que en Star Wars A New Hope quedaban a la imaginación, del cómo la rebelión había conseguido los planos etc. Los personajes bien logrados, convencen. A esperar hasta el próximo año.

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  3. A mí también me ha gustado bastante! Quizás no me emocionó tanto como sí lo hizo el Episodio VII, pero disfruté muchísimo con la historia, con todos los guiños y demás detalles... así da gusto ir al cine! Aunque eso si, yo no tuve la suerte de ir a uno en el que dieran un cubo de palomitas especial, qué rabia... jaja
    Saludos Jerry, y felices fiestas!!

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    1. ¡Yo con su últimos cinco minutos me pongo de los nervios! ¡Qué experiencia!

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  4. Pues la verdad es que de todas las películas de la saga es la que más me ha gustado , quizá por ser la menos Star Wars de todas. A punto de no verla por lo floja que me pareció "El despertar de la fuerza", pero al final me animé y me llevé una agradable sorpresa.
    La más realista y oscura de todas a mi parecer (para ser Star Wars y para más inri bajo el sello de Disney).

    Saludos!

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    1. Tienes toda la razón con eso de que "es la menos Star Wars de todas", precisamente por eso yo creo que a mucha gente le ha gustado más que el Episodio VII. ¡Un saludo, Cristina!

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