Martes Criticón | Comanchería

Reconozco que este año, como todos los anteriores, el tiempo se me ha echado encima. A pesar de que desde que los nominados a los premios Oscar fueron anunciados he hecho todo lo posible por ponerme al día con cada una de las películas aspirantes, entre que en el trabajo me tienen hasta arriba y hay muchas cosas que preparar para los meses que se avecinan, no me ha sido posible dedicar todo el tiempo que me gustaría al evento cinematográfico del año. Y así me va: a escasos veinte días de la gala y con aún mucha tarea por hacer.

Sin embargo, de entre todo lo que tengo pendiente, hay un título que no quería que se me escapase: Comanchería (a.k.a: Hell or High Water), uno de esos filmes que sorprende y que, bajo ningún concepto, se le puede pasar a un cinéfilo.

● Año: 2016

● Director: David Mackenzie

● Reparto: Chris Pine, Ben Foster, Jeff Bridges, Gil Birmingham

● Guión: Taylor Sheridan

● Dirección Fotografía: Giles Nuttgens

● Banda Sonora: Nick Cave & Warren Ellis

● Nominaciones a los Óscar: Mejor Película (Nominada), Mejor Actor Secundario (Jeff Bridges, Nominado), Mejor Guión Original (Nominada), Mejor Edición (Nominada)

● Duración: 102min

A pesar de que es más que probable que el próximo veintiséis de Febrero lo nuevo de David Mackenzie se vuelva a casa con las manos vacías, la película centrada en dos hermanos (Chris Pine y Ben Foster) que, tras la muerte de su madre, deciden tomarse la ley por su mano y robar a los mismos bancos que les están amenazando con expropiarles un rancho en el que se ha encontrado petróleo, es una de las mejores películas del año.

Si bien es cierto que la tranquilidad con la que el filme se toma el desarrollo de su historia podría aburrir a más de un espectador, el estilo con el que David Mackenzie ha llevado a la gran pantalla el trabajo de Taylor Sheridan es arrebatador. Y es que la pareja integrada por Mackenzie y Sheridan, responsable del guión de la fabulosa Sicario (Denis Villeneuve, 2015) y de la aún en producción Soldado (Stefano Sollima), ha conseguido que a mí, un cinéfilo cualquiera que reniega de los westerns y de todo género que se le parezca, Comanchería me abra los ojos hacia un estilo de cine con el que no estaba familiarizado y del que, para más inri, renegaba.

Pero es que en Hell or High Water no sólo conocemos más de cerca la cuna de los cowboys, esa estirpe prácticamente extinta que tanto juego daba en las películas de hace unos años... En Hell or High Water visitamos una región de Estados Unidos que, además de tener la ya pasada de moda cultura vaquera, ha sido castigada por la muy reciente crisis económica a pesar de que en su aire flotan partículas de petróleo. 

Crisis, petróleo, indios y vaqueros: eso es Comanchería, una esquina marginal de los Estados Unidos poblada por los mordaces, rudos y caballerosos vaqueros del oeste de Texas. Desde dos hermanos justicieros - interpretados por los inmensos Pine y Foster -hasta los Rangers encargados de darles caza - encabezados por Jeff Bridges, nominado al Oscar, y el comanche Gil Birmingham -: todos ellos personajes apasionantes de un mundo crudo y olvidado, en el que sol convierte en infierno las calles bañadas por la arena del desierto, tan inclemente como esas merecidas cuatro nominaciones que, sin embargo, serán justificadamente arrebatadas por - entre otras - La La Land (Damien Chazelle, 2016).

Por lo tanto, no. No os perdáis Comanchería, porque aunque esta extraña joya pueda irse de vacío en aquella gala, sin duda alguna estamos ante una de las películas más redondas de todas las que aspiran a la estatuilla. Por su ambientación, sus personajes, su historia, su música y su desarrollo.

En definitiva, por todo.

●Te gustará si: eres un amante del western y quieres saber dónde .

● No te gustará si: no acostumbras a llevar a tu paciencia contigo cuando entras en la sala de un cine. 

Jerry
Imágenes vía Lionsgate
Poster vía IMP Awards