domingo, 29 de septiembre de 2013

Anatomía de Grey: El Arranque de la Décima Temporada

Desde que terminaron Lost y Mujeres Desesperadas, sólo ha habido una serie que ha seguido generando dentro de mi persona gran nostalgia por la cantidad de años que llevo viéndola: Anatomía de Grey.

Muchos piensan que es un culebrón televisivo sólo apto para las más sensibles y menstruadas mujeres. Sin embargo, cuando llevas casi nueve años de tu vida siguiendo las andanzas de sus personajes, creedme que os olvidáis de todo ese componente amoroso que – en serio – es eclipsado por muchísimas otras cosas.

Por ello, creo oportuno hacer una pequeña entrada seriéfila para comentarla aprovechando el estreno de los dos primeros episodios de su 10ª temporada.

Creador: Shonda Rhimes
Género: Drama
Reparto: Ellen Pompeo, Sandra Oh, Justin Chambers, Chandra Wilson, James Pickens Jr., Patrick Dempsey, Sara Ramirez, Kevin McKidd, Jessica Chapshaw, Sarah Drew, Jesse Williams…
Duración: 10 Temporadas (2005-2013)
País de Origen: EEUU


Pocas series llegan a las diez temporadas. A día de hoy, me atrevería a decir que ninguna. Ni siquiera Los Sorprano, ni Lost, ni Breaking Bad, ni Gossip Girl, ni The Wire, ni Cómo Conocí a Vuestra Madre, ni Sexo en Nueva York… y eso que todas ellas eran series rentables (que no por ello buenas), con una audiencia relativamente constante y con un potencial mejor o peor explotado pero, por lo menos, resultón.

Además, muy pocas series se atreven a hacer lo que se está haciendo con Grey’s… y es que Shonda Rhimes, como ya dije en mi opinión sobre la novena temporada, parece que optó por un drama catastrofista desde hace ya unos años; convirtiendo así al Grey & Sloan Memorial Hospital (antes llamado Seattle Grace Mercy West) en un lugar hostil en el que las desgracias amorosas se filtran por un colador de catástrofes absolutas llenas de sangre, muerte, chutes de adrenalina y lágrimas.

[Si ahora mismo Shonda volviese a incluir los créditos iniciales de la serie al principio de cada episodio, esas escenas ya no estarían pobladas de elementos pertenecientes a románticas citas, sino que gran parte de esos objetos deberían ser reemplazados por fuego, pistolas, tumbas y ropa color negro] He dicho.


Y es que, lo que más me gusta de Grey’s Anatomy es que los personajes que tanto nos han dicho durante tantos años, con los que tan identificados nos llegamos a sentir amorosamente hablando (recordemos que empecé a ver esta serie con la terrorífica edad de catorce añitos, ¿vale? Perdonadme la vida), y con los que hemos reído hasta más no poder, ahora mismo se encuentran en una especie de Juegos del Hambre que podrían costarles la vida. Por ello, el precio que debemos pagar al ver esta americanada, es una de las más estúpidas, justificadas y orgullosas lágrimas que os podáis imaginar. Una lágrima que, a lo largo de los años, ha desarrollado una soltura para emerger de su correspondiente conducto que da verdadero miedo.

Pero no sólo lloramos con esta serie. También reímos con esa adorable Bailey, la frívola Yang y el sinvergüenza de Karev, nos sorprendemos con episodios perfectos que – aunque mucha gente discrepe – rozan una perfección artística que parecía bastante superior al supuesto nivel al que las críticas reducen esta serie, y, en definitiva, disfrutamos con una serie con la que es muy fácil evadirse, empatizar, o, simplemente, pasar un buen rato (en ocasiones a costa de lágrimas).

Para concluir esta entrada, simplemente decir que los dos primeros episodios de la décima temporada de esta interminable serie, pese a no ser excesivamente "poderosos", son exactamente como cualquier fan podría esperar. Para mí gusto hay demasiado amor en el ambiente (Shonda, no aumentes más la dosis amorosa de esta historia, por favor...), pero todo se ve compaginado por la presencia de esos personajes que, temporada tras temporada, se han ido haciendo un hueco en nuestras cabecitas (lástima que uno de los personajes principales - no diré quién - haya dicho que ésta es su última temporada en Grey's), y por la continuación de una historia que, por lo menos yo, no quiero que acabe.

Eso sí, que Shonda mate a Jackson Avery de una vez, por favor.

Y de paso a su madre uróloga.

Que no hay quien les soporte.

Jerry.

1 comentario:

  1. Totalmente deacuerdo a mí me sigue gustando :) ¿Qué te está pareciendo la décima temporada? Ayer homenajeé esta serie en mi blog. Os la dejo por si tenéis curiosidad ;)

    http://seriesanatomy.blogspot.com.es/2014/02/post-numero-100-greys-anatomy.html

    Saludos!

    ResponderEliminar

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...