Estamos a un mes de que se
estrene la segunda parte de la nueva trilogía tolkieniana de Peter Jackson: El
Hobbit, La Desolación de Smaug. Ante esto, y queriendo homenajear al que
probablemente sea uno de mis directores de cine favoritos, he decidido que,
hasta el estreno de esta nueva película, en Malditas
Críticas de Cine se va a revisar gran parte de la filmografía de este neozelandés.
Como es lógico y normal,
conviene empezar por la otra saga tolkieniana
que Jackson dirigió hace unos años. Sin embargo, como La Comunidad del Anillo ya fue sometida a crítica en el ciclo de
sagas del año pasado, decidí empezar por Las
Dos Torres; esa épica secuela que anticipaba el oscarizado éxito de la posterior
El Retorno del Rey.
● Año: 2002
●
Director:
Peter Jackson
● Cast:
Elijah Wood, Sean Astin, Andy Serkis, Orlando Bloom, Viggo Mortensen, John
Rhys-Davies, Ian McKellen, Liv Tyler, Cate Blanchett, Bernard Hill, Karl Urban,
Billy Boyd, Dominic Monaghan, Hugo Weaving, Miranda Otto, David Wenham, Brad
Dourif, Sean Bean.
●
Música:
Howard Shore
●
Nominaciones a los Óscar: Mejor Efectos Especiales (Ganadora),
Mejor Edición de Sonido (Ganadora), Mejor Película (Nominada), Mejor Edición
(Nominada), Mejor Dirección Artística (Nominada), Mejor Sonido (Nominada).
●
Duración:
179min (222min versión extendida)
Con la desoladora conclusión
de La Comunidad del Anillo, la odisea
de los hobbits a través de la Tierra Media se ve fragmentada en tres frentes
distintos. Por una parte, Frodo y Sam deberán adentrarse en la oscura frontera
de Mordor con un escurridizo – y bipolar - guía llamado Gollum, los otros dos
medianos (Merry y Pippin) se adentrarán en el frondoso bosque de Fangorn para
conocer a un ser antiquísimo que valorará la posibilidad de acudir a la guerra,
y Aragorn, Legolas y Gimli deberán escuchar la jamás emitida llamada de socorro
del pueblo de Rohan.
Mientras tanto, en Isengard las
tropas de orcos se aglomeran en torno a la venenosa figura de Saruman - el mago
blanco que ha vinculado la Torre de Isengard a la de Barad-Dur - para asestar un
golpe mortífero sobre las tierras de los Rohirrim, a la par que los hombres de
Gondor ven cómo una amenaza proveniente de Mordor, más oscura que la de antaño, se cierne sobre Osgiliath y la Ciudad Blanca.
La
Comunidad del Anillo
era una película de aventuras excelente en la que criaturas asombrosas unían
sus fuerzas para llevar a cabo una dificilísima tarea. En Las Dos Torres, la amenaza presente en el
filme anterior se materializa en un largometraje inquietante, frenético y
extremadamente épico en el que los adorables personajes de la entrega previa
construyen los cimientos de no una, sino tres aventuras que concluyen con uno
de los ataques – protagonizado por los Ents - más emocionante de la saga, uno
de los monólogos más conmovedores que he visto en mi vida, y con el que
probablemente sea el mejor asedio de la historia del cine.
Sí, señores. Todos sabemos que
el plato fuerte de Las Dos Torres
recae sobre ese éxodo desde Édoras hasta la trampa de ratas llamada Abismo de
Helm sobre el que se lanzan cantidades desorbitadas de orcos sedientos de
sangre y marcados con la mano blanca. Ese éxodo que culmina con un asedio
alucinante en el que hombre, enano y elfo sacarán las castañas del fuego de un
pueblo abandonado a su suerte.
Y sí, a estas alturas todos deberíamos
saber que Sam Gamyi es la estrella de esta saga; hecho irrefutable que se hace
más que evidente con ese último monólogo sobre las historias que realmente importan,
el fin de la oscuridad, y la lucha por el bien.
Todos deberíamos saber que
estamos ante la segunda entrega de una saga cinematográfica soberbia, llevada a
la gran pantalla de una forma magistral y coronada, en su tercera película, con
una cantidad totalmente merecida de Premios de la Academia.
●Te
gustará si:
disfrutas de películas bélicas o de aventuras de asombrosa calidad.
●
No te gustará si:
las películas de elfos, enanos, orcos y árboles parlantes te espantan.
Jerry
No hay comentarios:
Publicar un comentario