Ya ha llegado el momento en el
que – por fin – dejaré de comentar las películas nominadas este año a los
premios Oscar. Ha sido un proceso muy largo que me ha quitado mucho tiempo pero del que no me arrepiento para nada,
porque el tener por primera vez un juicio firme, basado en todas las opiniones
que he forjado con cada uno de los filmes que he visto, es algo más que
satisfactorio.
Tras haberme emocionado con la
original Her, temblado con la
brillante Gravity, enfurecido con la
pretenciosa 12 Años de Esclavitud,
alucinado con la dramática Agosto, y –
entre otras muchas - reído con la infravalorada La Gran Estafa Americana, puedo por fin decir que ya he visto el
filme que ha llevado a McConaughey y Leto a la posición de prestigio que se
merecían.
Por fin puedo decir que las
estatuillas de Mejor Actor y Mejor Actor de Reparto, están en las
manos que de verdad se lo merecen.
● Año: 2013
●
Director:
Jean-Marc Vallée
●
Cast:
Matthew McConaughey, Jared Leto, Jennifer Garner…
●
Nominaciones a los Óscar: Mejor Película (Nominada), Mejor Actor
(Ganador – Matthew McConaughey), Mejor Actor de Reparto (Ganador – Jared Leto),
Mejor Guión Original (Nominada), Mejor Maquillaje (Ganadora), Mejor Edición
(Nominada).
●
Duración:
116min.
La noche en la que volví al
cine después de dos eternas semanas en las que, por dificultades cronológicas,
no pisé una sala, sabía perfectamente que la película que iba a ver no se iba a
convertir en una de mis favoritas. En cierto modo, al comprar las entradas para
ver Dallas Buyers Club inmediatamente
supe - sin haber leído nada sobre ella salvo la sobresaliente puntuación que Rotten Tomatoes le daba – que esta
historia sobre la lucha contra la infección del VIH iba a gustarme sobre todo
por las interpretaciones con las que contaba.
Y así fue. El filme, nominado
a la estatuilla de Mejor Película, no
es el mejor de este año (y 12 Años de
Esclavitud tampoco), es la – en cierto modo caricaturizada y seguramente
exagerada – historia real de cómo un enfermo de SIDA decide luchar contra la
aparentemente malísima FDA (Food and Drug Administration) y empezar
una guerra cuyo único fin es el de ofrecer a los enfermos de dicha dolencia un
tratamiento alternativo al comercializado que, además, es menos dañino y más
eficaz para el control de la sintomatología.
En esta dura historia, que no
refleja ni por asomo lo devastadora que es esta patología, entran
dos interpretaciones tan sumamente brillantes que, sin exagerar lo más mínimo,
pueden ser suficiente razón como para ponerse las gafas de sol durante la
proyección del filme si uno no quiere quedar cegado por ellas.
Por un lado está McConaughey,
un maestro de la actuación que ha pasado de hacer películas estúpidas a
interpretar – en un mísero año – unos papeles complicadísimos que comprenden al
asesino de Mud, el intrépido agente
de True Detective y el arrebatador bróker de El Lobo de Wall Street. Si a esta lista se le añade el personaje de cowboy
enfermo de VIH, entonces creo que queda bastante claro que el actor del año era
McConaughey y no el eternamente olvidado DiCaprio. Las cosas como son, señores.
Y, bueno, por otro lado
tenemos al irreconocible cantante de 30
Seconds To Mars: un alucinante Jared Leto (de mechas californianas) que
interpreta al enternecedor homosexual que consigue que el mencionado cowboy
cierre con un firme portazo la puerta de la homofobia para abrir la de la
humanidad y la amistad.
Con estas dos grandes
interpretaciones, una correctísima Jennifer Garner que, sin embargo, queda en
un comprensible segundo plano, una historia lo suficientemente
interesante, emotiva, esperanzadora y sensibilizadora, y un más que cuestionable
ataque – fundamentado o no fundamentado (ahí no me meto porque carezco de la
información oportuna para darle un nombre que esté justificado) – a la FDA, la nueva película Jean Marc Vallée
se ha coronado como una de las pocas que este año harán historia.
Porque, Dallas Buyers Club no sólo ha ganado el Oscar más barato de la
historia del Séptimo Arte (Mejor
Maquillaje), sino que además ha declarado a Leto como un esporádico actor
que cuando ejerce como tal lo hace para destacar, y que – por si no fuera ya mucho
– ha empezado una reacción en cadena que espero que no se acabe nunca: la
conversión de McConaughey de mediocre actor de comedias románticas a un actor
que, a partir de ahora, no hará más que sorprender.
●Te
gustará si:
disfrutas de las películas que cuentan con grandes actuaciones.
●
No te gustará si:
McConaughey y Leto no son de tu agrado.
Jerry
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