Cuando estoy solo en mi casa y tengo la televisión libre para disfrutar de mis series y películas sin indeseables compañías que puedan amargarme el estado de éxtasis en el que casi todo producto audiovisual me sume, lo paso francamente mal.
No tengo del todo claro si ya os lo había comentado, pero para mí elegir algo que ver en la televisión es desesperante. En un primer momento, decido ver algo nuevo: una película que me compré hace tres meses y que aún no he visto, el episodio piloto de una nueva temporada, etc. Sin embargo, cuando ya tengo casi seguro qué es lo que voy a ver, decido que mejor no, que no merece la pena arriesgarse, y, consecuentemente, opto por una serie o película que ya he visto, que se que me gusta y que, por lo tanto, me va a hacer disfrutar.
Pues bien, algo así me pasó hace unas semanas cuando, en vez de empezar la segunda temporada de Halt and Catch Fire, decidí revisitar la fantástica A Dos Metros Bajo Tierra.
● Creador: Alan
Ball.
●
Género: Drama.
● Reparto: Frances
Conroy, Michael C. Hall, Peter Krause, Lauren Ambrose, Rachel Griffiths, Freddy
Rodriguez, Mathew St. Patrick…
●
Duración: 5 temporadas
(2001-2005)
●
País de Origen:
En el último episodio de la
primera temporada de A Dos Metros Bajo
Tierra, un personaje exterioriza su malestar planteándose el porqué de las
muertes. “¿Por qué tiene que morir la gente?” – dice envuelta en lágrimas. Ante
esta pregunta, coronada por todo producto audiovisual como la reina del
melodrama y la vulgaridad en cuanto a guión cinematográfico se refiere, uno de
los protagonistas, sin darle muchas vueltas, le contesta con un sabio y
perfectamente contextualizado “Para hacer la vida importante”. Una respuesta
que llevaba trabajándose trece episodios y que, en esa tardía secuencia, hace
que el espectador se emocione y que sienta
la esencia de la serie en todo su esplendor.
Este famoso drama de
la casa HBO, al que yo siempre me referiré como aquel con mejor conclusión
de la historia de la televisión, introduce al espectador en un mundo
tremendamente especial: el de los Fisher, una familia americana cuyo negocio
es, ni más ni menos, que una funeraria. Por lo tanto, y sin tener que estrujarnos mucho el cerebro, supongo que todos podréis imaginaros cuál será la "esencia" o tema principal de la serie: la muerte, la vida, y todo lo demás. Es decir: todo.
Tras el fallecimiento del cabeza de
familia, viuda y huérfanos tendrán que aprender a salir del paso y a convivir
con la hasta entonces distante realidad que era la muerte. Y es que, aunque en su día
a día todos los protagonistas estuviesen en contacto con ella, la muerte a la que estaban
acostumbrados era distinta: se trataba de un superficial, frívolo y
deshumanizado ritual que estaba asquerosamente monetizado, totalmente
esterilizado y que, paradójicamente, había conseguido convertir las vidas de
los protagonistas en un funeral constante. Un funeral políticamente correcto en
el que nadie osaba perturbar la oculta fragilidad que se escondía bajo las
máscaras de hierro que cubrían sus rostros. Un funeral que, irónicamente, les
termina llegando a ellos, poniendo patas arriba su existencia.
Como muy bien describe esta
ambiciosa y arriesgada creación de Alan Ball, no es hasta que experimentamos la
muerte de alguien querido que nos damos cuenta de lo que de verdad significa o
de la tristeza y horrorosa devastación que puede llegar a inundar nuestro alma. Esto, que no parece muy importante, es un logro increíble que, a día de hoy, sigue permaneciendo como tal porque, aunque para mí Rectify sea la nueva A Dos Metros Bajo Tierra por ese realismo y pulcritud con el que trata el concepto de la vida en general, no hay ninguna serie o película que consiga lo que Alan Ball consiguió.
Todo esto, que ya es lo
suficientemente original como para no perdérselo, alcanza una calidad aun mayor
al estar apoyado por una banda sonora exquisita, una secuencia de créditos iniciales como
ninguna otra que hayáis visto, un sorprendente humor negro, unos diálogos que
quitan el aliento, y unas actuaciones que no seréis capaces de olvidar.
A Dos Metros Bajo Tierra lo tiene todo. Es perfecta. Y prueba de
ello es que el desenlace de este intenso y profundo camino, es de lo más bonito
que he visto en mi corta vida.
Imprescindible.
● Lo que MÁS me
gusta: todo.
● Lo que MENOS me
gusta: que Tracy, una desternillante secundaria, no salga en las posteriores temporadas.
● Dónde la veo: A Dos Metros
Bajo Tierra está disponible en formato DVD.
Jerry
Fotografías vía HBO.com.
Póster de IMP Awards.
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