viernes, 3 de julio de 2015

Viernes Criticón: Espías

La jornada cinematográfica que he tenido esta semana ha sido muy triste. Cuando llegué a mi segunda casa dispuesto a ver la nueva película del director de la desternillante La Boda de Mi Mejor Amiga (también conocida como Bridesmaids), me llevé una fuerte decepción al saber que la promoción más acertada de los cines Cinesa iba a desaparecer: al comprar las entradas ya no entregarán un cupón de descuento para la próxima vez que acudas a sus salas.

Ante esto, y viendo que también habían omitido la posibilidad de canjear los puntos Cinesa por un 2x1 en el Menú de palomitas y bebida gigante (sí, señores, a veces me lo pido porque soy una maldita máquina de comer), entré en la sala cabizbajo, triste y decaído, dándole vueltas al tormentoso pensamiento de que a partir de ahora tendría que gastarme una riñonada al mes por las múltiples visitas que hago al cine cada treinta días, y arrastrando los pies como si perteneciesen a una morsa transportadora de un rancio recipiente de palomitas de tamaño mediano que estaba acompañado por una bebida tamaño Polly-Fucking-Pocket. Ése era yo. Qué desdicha.



● Año: 2015
● Director: Paul Feig
● Cast: Melissa McCarthy, Jason Statham, Rose Byrne, Miranda Hart, Bobby Cannavale, Allison Janney, Jude Law…
● Música: Theodore Shapiro
● Duración: 120min.


En realidad, en el trayecto de la recepción a la puerta de la Sala 5 aprendí a ver el lado bueno de las cosas y pensé que justo la sesión de cine en la que me iba a meter sería la más acertada por eso de que una comedia de Paul Feig seguro que iba a ser capaz de hacerme explotar de risa durante 120 minutos. Sin embargo, y muy en contra de todas y cada una de las críticas que he leído sobre esta alocada película de espías, conforme fue avanzando la misión que se le había encomendado al personaje de McCarthy, me fui hundiendo más y más en la butaca, intentando no mirar a mis laterales, donde se encontraban dos amigos míos a los que había arrastrado a la sala prometiéndoles una comedia muy divertida.

Resulta que, contra todo pronóstico, Espías no es - para nada - ni una de las mejores comedias de este año, ni una potente película de autocrítica y mofa hacia el género de espionaje. Puede que su banda sonora – bastante resultona, por cierto – tenga toques semejantes a las partituras de filmes como los de James Bond, Jason Bourne, Los Increíbles o incluso Terminator (sí, sí: os lo prometo), pero ahí se queda. Todo lo demás es una poco resultona mezcla de humor facilón y absurdo, personajes predecibles o demasiado arquetípicos, y una sobreextendida trama protagonizada por una simpática mujer que, todo hay que decirlo, es graciosa porque es gorda.


Por mucho que os guste Melissa McCarthy y por mucha gracia que os puedan hacer las monerías ejecutadas por una buena actriz con unos kilos de más, el humor de Espías es de lo más patético que he visto este año. Es evidente que tenemos que partir de la base de que no soy un gran fan de las comedias en general, pero tengo sentido del humor y sé reírme cuando hay que reírse. Y en Espías, que prometía no dejar descansar al espectador entre carcajada y carcajada, lo único que encontré fue un humor sumamente infantilón que no era capaz de ensalzar la calidad de una película que sólo brilla por McCarthy.

Sin embargo, aquí es donde entra en escena Kingsman. La pasión que la película de Vaughn despertó en mi cinéfila mente quizás sea la responsable de que Espías me haya parecido muy mediocre. Así como los caballerosos espías británicos se valían de un humor absurdo que, paradójicamente, se enfocaba de una manera sumamente original y que le aportaba a la cinta una indiscutible clase, las andanzas de esta novata espía, su insoportable compañera y una Rose Byrne echada a perder, dan tanta vergüenza ajena que no entiendo cómo aguanté a que apareciesen los créditos finales.


A pesar de todo, Espías no va a entrar en mi lista negra de comedias patéticas porque, para bien o para mal, es lo que es y, precisamente por eso, que no me haya gustado no me va a quitar el sueño. Es verdad que entré en la sala buscando una comedia divertida que, además, fuese original, y, para mi desgracia, me encontré una película de entretenida acción que contaba con un humor que no termina de encajar conmigo y que no era todo lo original que podría haber sido. Pero no por eso le voy a poner una vela negra a Feig.

Por ahora.

●Te gustará si: quieres ver una corriente comedia de acción.

● No te gustará si: no soportas el humor infantilón.

Jerry

Imágenes vía Collider.
Póster de IMP Awards.

1 comentario:

  1. Hola! Parece entretenida pero yo al menos no creo que la vea en el cine!

    Un saludo!

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