Jueves Criticón: La Venganza de los Sith

Ya tengo los pelos de punta. Conforme se va acercando la hora a la que mañana estaré sentado en el cine dispuesto a ver El Despertar de la Fuerza (¡menos de 24 horas!), siento cómo una extraña fuerza invade las cuatro paredes que guardan mi casa. Da la sensación de que lo único que se ve en la televisión del salón son los especiales de la saga emitidos por Movistar+, que la música que emerge de todo reproductor móvil no es otra que la de John Williams, y que no hay ni una mísera conversación en la que no se haga referencia a las palabras “Star” ó “Wars”.

Se huele la exaltación. Se palpan los nervios. Se intuye el hype. El momento ha llegado y todos, absolutamente todos, sabemos que algo grande está despertando: tanto las ganas de los fanáticos de la saga por volver a esa galaxia muy, muy lejana, como la curiosidad de tantos otros agnósticos que sienten una curiosa fascinación por el fervor con el que se está acogiendo este fenómeno.

Porque, señores, estamos ante un maldito evento histórico.

● Año: 2005

● Director: George Lucas

● Cast: Ewan McGregor, Natalie Portman, Hayden Christensen, Ian McDiarmid, Samuel L. Jackson, Christopher Lee, Anthony Daniels, Kenny Baker, Frank Oz…

● Música: John Williams

● Nominaciones a los Óscar: Mejor Maquillaje (Nominada)

● Duración: 140min

Muchos de nosotros pertenecemos a esa afortunada generación que creció de la mano de Lucas gracias a los VHS de la trilogía original que sus padres guardaban en los armarios del salón, que pudo experimentar el renacer de una saga que, a pesar de la polémica que suscitó, en su momento - por la inocencia y la nostalgia que le abrazaban al ver trasladado a la gran pantalla el universo que había visitado desde el salón de su casa - le pareció perfecta... Pertenecemos a esa privilegiada generación que no sólo llegó a conocer los ya anticuados VHS de la trilogía original y que presenció – como un fanático más – el resurgir de la saga en el cine, sino que además tendrá la oportunidad de acompañar, una vez más, a los héroes que marcaron su infancia: Luke Skywalker, Han Solo, Leia Organa y, por supuestísimo, Chewbacca, R2-D2, C3-PO y Darth Vader.

Sí, señores. Partamos de la base de que los verdaderos protagonistas de esta aventura dividida en seis episodios son los de la trilogía original, hecho que convierte a las precuelas en meros retroalimentadores del hype y principales responsables de que el universo de la saga se expandiese por todo tipo de formatos. Porque la trilogía original creó el mito, las precuelas le dieron de comer, y las nuevas entregas – si la Fuerza quiere – lo harán florecer de nuevo.

A pesar de que La Venganza de los Sith sea la entrega más acertada de las precuelas, sus imperfecciones siguen siendo muchas. De nuevo estamos ante un filme en el que los caminos que recorre la historia no son acertados, privando así al espectador de la posibilidad de aferrarse a la nostalgia para sentir, y en el que, además, la credibilidad de los personajes decae hasta tal punto, que sólo resulta convincente la actuación del único que está enteramente diseñado por ordenador.

De esta forma, el misticismo que giraba en torno al personaje del Maestro Windu se desmorona por culpa de una de las derrotas más torpes de toda la saga, el General Grievous, cuyo potencial era abrumador, al final del día es un villano totalmente desaprovechado, la degradación a la que sometieron al personaje de Amidala – por mucha analogía que se quisiese hacer con respecto al declive de la República – es ofensiva, y, encima, el componente dramático de la ejecución de la famosa Orden 66 es ínfimo y sólo conmueve - durante una milésima de segundo - gracias a unos desprotegidos aprendices padawan. Una lástima.

Por lo tanto, y teniendo en cuenta lo que hacía especiales a las originales, podría concluirse que las dos trilogías que integran la saga de Star Wars se distinguen en gran parte por las grandes meteduras de pata que cometió Lucas: donde una se consolidaba como un clásico del Séptimo Arte gracias a su historia y planteamiento, sus apasionantes personajes y sus memorables banda sonora y efectos visuales, la otra adquirió importancia por lo que su desarrollo significa en sí mismo, la inyección de popularidad que aportó a los efectos generados por ordenador, y la fantástica influencia que supuso para el desarrollo de un universo extendido en otras plataformas.

Para todo lo demás, las precuelas no funcionan. Al menos no lo hacen para un fanático que, aunque siga derritiéndose con ellas, ya no es un crío de diez años.

●Te gustará si: disfrutas de la música de John Williams, quieres presenciar la galaxia en todo su esplendor visual, o si te mueres de ganas por descubrir qué fue de la República, los Caballeros Jedi, los hermanos Skywalker y Darth Vader.

● No te gustará si: vas a dejar aparcada la nostalgia y subjetividad que todos llevamos dentro.

Jerry

Póster de IMP Awards