viernes, 19 de febrero de 2016

Viernes Criticón: Spotlight

La resaca es el principal efecto secundario que sufren los médicos que hacen guardias en la urgencia de un hospital de primer nivel. Esta aflicción, que comienza en el mismo momento en el que el llamado “médico saliente” se quita el pijama con olor a Pseudomona, no sólo es más desagradable que aquella que todos hemos sufrido en algún momento de nuestra adolescencia por un consumo irresponsable de alcohol, sino que además, en vez de calmarse con un Paracetamol y durar unas horas, se cronifica durante dos – o tres - días.

Dadas las circunstancias, y teniendo en cuenta que el lunes estuve de guardia (y que desde entonces no he encontrado las fuerzas para levantarme del sofá), es normal que intente recurrir a mis muy preciados amigos para que me obliguen a salir de casa e ir a ver una película. Pero no lo hacen. Saben que voy al cine solo con bastante frecuencia y les he dejado de dar pena. Así que nada, aquí sigo: a diez días de los Oscar sin haber visto Spotlight, resistiéndome al aparente horror que es La Gran Apuesta, y esperando como agua de Mayo el estreno de – entre otras – Room, Anomalisa y Brooklyn.

Necesito más amigos y menos guardias.

● Año: 2015
● Director: Tom McCarthy
● Cast: Mark Ruffalo, Michael Keaton, Rachel McAdams, Liev Schreiber, John Slattery, Stanley Tucci…
● Dirección Fotografía: Masanobu Takayanagi
● Banda Sonora: Howard Shore
● Nominaciones a los Óscar: Mejor Película (Nominada), Mejor Director (Nominado), Mejor Actor Secundario (Mark Ruffalo - Nominado), Mejor Acriz Secundaria (Rachel McAdams - Nominada), Mejor Guión Original (Nominada), Mejor Edición (Nominada)
● Duración: 129min


Sorprendentemente, terminé reuniendo la energía para ver Spotlight, el aclamado drama que aborda el descubrimiento de una enorme – e inesperada  red de abusos sexuales a niños de la mano del colectivo sacerdotal del estado de Massachusetts. Este hallazgo, fruto de la investigación de un pequeño grupo de periodistas del periódico The Boston Globe, conmocionó al mundo entero y dio paso a que, a día de hoy, se haya fortalecido el control de estas atrocidades en todos los ámbitos de nuestra sociedad.

Curiosamente, y muy en contra de lo que muchos pueden pensar, las reacciones de la mayoría católica con respecto a la cinta de Tom McCarthy no han sido negativas. A pesar de la sanguinaria crítica que Spotlight hace del escaso control y la aparente indiferencia que asumieron altos cargos de la Archidiócesis de Boston, la propia Iglesia, y la opinión pública en general, han aplaudido a la película por su sinceridad y por la importancia de que un crimen como aquel fuese destapado.



Y es que, a pesar de que para mí la calidad de lo nuevo del director de “Win Win (Ganamos Todos)” es bastante inferior a lo que se dice de ella, creo que es indiscutible que un filme de estas características contase con el aplauso del público y, por supuesto, con un hueco dentro de la categoría de “Mejor Película” en la próxima edición de los premios Oscar. Porque sí: desde que “12 Años de Esclavitud” se alzó con el título de lo mejor de 2014, a mí me ha quedado muy claro que las películas que gustan a la Academia están cortadas de cierta madera. Y esa madera es de altísima calidad en Spotlight.

Partiendo de la base de que la temática de este filme es muy atractiva por eso de que ya es historia de los Estados Unidos (y de la religión cristiana en general), Spotlight tiene entre sus filas a gran parte de la artillería pesada de Hollywood: Mark Ruffalo, al que llevo años defendiendo por su indudable talento; Michael Keaton, que ha renacido tras su trabajo en el Birdman de Iñárritu; Stanley Tucci, nominado al Oscar por su trabajo en The Lovely Bones; Howard Shore, responsable de haber puesto música a la Tierra Media; y Tom McCarthy, uno de los principales encargados de haber llevado a buen puerto la historia de Up. Que me expliquen qué podía salir mal.



Sin embargo, y a pesar de que gran parte de sus ingredientes fuesen de la más alta calidad, se nota que el resto de piezas que componen Spotlight no han sabido estar a la altura de sus precedentes. A raíz del poco hincapié que se hace en los aspectos más brutales de los sucesos, la envergadura de la investigación queda oculta mientras los focos del director se dirigen a unos protagonistas que – aunque magníficos – roban tiempo en pantalla a los que de verdad tendrían que haber sido el centro de atención del público: los "supervivientes". La devastación de los centenares de familias afectadas por los abusos queda reducida a dos o tres encuentros para nada bien explotados, dando así más tiempo a unos “personajes secundarios” (recuerden: Ruffalo y McAdams han sido nominados en la categoría de “Mejor Actor/Actriz de Reparto”, no en la de “Mejor Actor/Actriz”) que, a pesar de sus esfuerzos por reflejar el horror de la situación, no dejaban de ser precisamente eso: secundarios.

Por lo tanto, y a pesar de que crea que Spotlight es una digna aspirante al gran trofeo de la noche del veintiocho de Febrero, los sentimientos que despierta lo nuevo de McCarthy brillan por su ineficacia. Llamadme frívolo, insensible o idiota, pero, si gana Spotlight, para mí se habrá repetido la tragedia de 12 Años de Esclavitud.

Y recordad que, dos años después de la coronación del trabajo de McQueen, muchos han sido los que han dicho que, en realidad, no se merecía el Oscar.

Qué cosas.


●Te gustará si: disfrutas de las películas centradas en investigaciones periodísticas reales.

● No te gustará si: eres de los que se niega a aceptar que, tristemente, los miembros de la Iglesia se han equivocado en numerables ocasiones a lo largo de la historia.


Jerry
Imágenes vía Collider & Blast Magazine
Póster de IMP Awards

1 comentario:

  1. Hola! Yo la he visto y me gustó mucho, creo que es muy buena película y el tema ha tratar aunque duro pienso que es bastante necesario.

    Un saludo!

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