miércoles, 2 de agosto de 2017

SERIES | Big Little Lies (Temporada 1)


El otro día cené con mis amigos de siempre, los que tienen plena conciencia de mi afición por el cine o las series de televisión y no me preguntan por ella porque saben que, una vez abran la caja de los truenos, no es fácil volver a cerrarla. Sin embargo, y a pesar de su admirable contención, aquella noche tuvimos la suerte de contar con la presencia de la novia de uno de ellos. Y ella sí cayó en la trampa. Yo, mientras ella me daba cuerda, aproveché para acomodarme, dar más de un sorbo a ese gintonic que tantas pesadillas me daría la mañana siguiente y sonreír para mis adentros por eso de que había llegado el gran momento de la noche. El momento de la verborrea y la ingurgitación yugular. Un momento que, desgraciadamente, duró poco cuando salió el tema de Big Little Lies

Empecé a ver la aclamada serie de la HBO (nominada en catorce categorías de los próximos Premios Emmy) el mismo día de su estreno. Su primer episodio, que servía para asumir que las legendarias Nicole Kidman, Reese Witherspoon y Laura Dern se habían juntado en una misma serie de televisión en la que, además, aparecía la francamente sorprendente Shailene Woodley, lo disfruté mucho. Es más, lo disfruté tanto que empecé a escribir una entrada para contribuir a la difusión de la que prometía ser una gran serie. Sin embargo, me despisté, dejé a medias la entrada, decidí ponerme al día con otras alternativas y perdí la pista a Big Little Lies. Y no ha habido día en el que no lo haya lamentado.

Esta nueva apuesta de la casa de Girls The Leftovers, además de estar dirigida por el responsable de las muy conocidas Dallas Buyers Club (Jean-Marc Vallé, 2013) y Wild (Jean-Marc Vallé, 2014), está basada en la famosa novela homónima de Liane Moriarty, un título que nos introduce en las complejas - pero aparentemente perfectas - vidas de un grupo de mujeres residentes en un barrio privilegiado de Monterey, California. Y sin querer entrar en más detalles para por lo menos fomentar el disfrute de una trama que enriquece el visionado de la serie cuanto menos se sabe de ella, sólo diré que lo que Big Little Lies ofrece es tan sorprendente como excepcional.

Partiendo de las francamente arrebatadoras - y nominadas al Emmy - actuaciones de Kidman, Witherspoon, Dern, Woodley y Skarsgård y de un guión que tan pronto adopta un perfil trágico como espeluznante o cómico, la historia de estas pequeñas mentiras que crecen hasta terminar - como muy bien presenta su primer episodio - en un asesinato, está tan bien construida, tan bien dirigida y, en definitiva, tan cuidada, que en los últimos minutos de su séptimo - y concluyente - episodio, uno se escandaliza con la valía de lo que acaba de ver.  Y es que, hasta que no llega la traca final, a uno le puede parecer que la montaña rusa de emociones a la que se es sometido durante toda la temporada es algo convencional. Una sensación que desaparece en el esperado clímax que cierra su séptimo episodio. Porque con él, Big Little Lies no sólo no dejará indiferente a nadie, sino que además se corona como una de las mejores series del año.

Y me parece que su segunda temporada está en camino. Temblemos.


La primera temporada de Big Little Lies está disponible en HBO España.

Jerry
Imagen vía IMP Awards

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